Capítulo 7: siempre te esperaré.

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Su madre se sorprende de verlo siendo tan puntual, pero él no tiene ganas de darle ninguna explicación. ¿Qué podría decirle, que viene de ver al chico atropellado hace un mes del hospital?

-

-Hola, Min.

Jimin levanta la cabeza, ahora se resiente la mala noche que ha pasado y no es capaz de prestarle atención más que a nada que no sean sus párpados cayendo inconscientemente. Sonríe al distinguir a su interlocutor, el repartidor de los viernes, ya es el único día que tienen servicio a domicilio.

-¿Qué tal, Seokjin? Creo que hoy tienes poco trabajo- comenta sacando la libreta donde su madre apunta cada pedido-. Déjame comprobarlo.

Seokjin sonríe por toda respuesta mientras Jimin pasa las hojas rápidamente buscando la fecha correspondiente. Ve tres nombres escritos con su correspondiente pedido y se dirige a la trastienda, libreta en mano, para que su madre le lleve a Seokjin lo que tiene que entregar. Su madre, atareada haciendo más bombones, le indica dónde está cada pedido y él mismo se encarga de llevárselos al repartidor que, como todo curioso, observa los pasteles del mostrador.

-Toma- escribe en tres tarjetas diferentes los nombres y las direcciones de los diferentes pedidos-. ¿Pero vas a ir tan pronto? Nos van a matar...

-¡Que madruguen, que hay que aprovechar el día!

Coge los tres paquetes y se despide con Jimin con un simple asentimiento de cabeza. El aún sonríe cuando el muchacho ya ha salido de allí y tacha los tres pedidos de los que ya se va a hacer cargo Seokjin.

Cierra la libreta con un golpe seco y es entonces cuando capta su atención. Es allí donde lo apuntan todo, incluso teléfonos y direcciones de los que no quieren servicio a domicilio por si necesitan que se les avise de que ya está listo, especialmente para esas masas delicadas. Vuelve a abrir el pequeño cuaderno, buscando el mes de Febrero, el 13 exactamente ya que fue cuando Yoongi acudió allí.

Su corazón late violentamente cuando lo encuentra. Pero se detiene con brusquedad cuando lo lee de nuevo, esas dos iniciales que proporcionó. S.G. ¿S.G? ¿Qué se supone que es eso? Mira con miedo su propia letra rápida y mal trazada de haber anotado la dedicatoria que iría en la cajita que preparó:

Por no solo un día de amor, si no muchos más sin mentiras, ni escondites, ni culpables. Por nosotros dos, H.S. te quiere S.G.

En su momento le pareció de lo más tierna, algo romántico, pero algo normal para ese día. Incluso un tanto dramático. Él le había pasado un papelito y Jimin la había anotado en la libreta, no se interesó por ello, nunca se ha interesado por la vida de sus clientes. Pero ahora es distinto. ¿Qué son esas iniciales? ¿Son las de la chica? Nunca le dijo su nombre. Suspira. Yoongi no dio más información, ni un teléfono, ni una dirección. No puede sacar más de ahí.

Vuelve al hospital en la hora de almuerzo. Ya no está la enfermera que lo deja pasar a todas horas, pero aún asi no tiene problema, todos los médicos y vigilantes de la zona parecen estar deseando irse a comer. Teme encontrarse con Hoseok, pero afortunadamente está tan deshabilitada como siempre. Solo Yoongi sin conciencia sobre la cama.

Se sienta a su lado con el periódico bajo el brazo y lo ojea pensando en que podría interesarle a él. Siempre hace lo mismo y siempre comienza leyéndole le sección de deportes. Tiene un cuerpo un poco atlético, debe trabajarlo a menudo. Es una lógica absurda, pero no tiene por qué estar equivocado. Así que, como siempre, lee las noticias deportivas, con una mano sujetando la de Yoongi y la otra pasando las páginas del periódico con cuidado. Ojalá el ruido pudiera despertarlo. Sueña con el momento en que abra los ojos, en que le sonría, en que se entere de que sí hay alguien dispuesto a cuidar de él y a preocuparse por su salud. Pero igualmente tiene miedo de que todo acabe en ese momento, de que se despida de él con un simple "gracias por visitarme" y nada más. ¿Qué haría entonces? Sería casi imposible volver a su vida normal, ir a verle es ahora parte de su vida.

Deja el periódico sobre la mesita cuando termina de leerle la sección de deportes y observa las margaritas de Hoseok con cierto asco. Sin saber por qué lo ha convertido en su enemigo, cuando ambos están preocupados por el mismo asunto. Debería poder hablar con él, es el único que le puede ofrecer alguna respuesta.

Hay incluso una tarjeta. ¿Espera acaso que despertara por su única visita? Oh, por favor. La coge con cuidado, asegurándose de que sigue estando "solo". La lee con curiosidad acallando a su conciencia y aumentando ese raro rencor que ha desarrollado hacia el menor.

Te espero, siempre te esperaré S.G, te quiere H.S.

Coma || YoonminWhere stories live. Discover now