Adiós Amigo (Historia de Slaxl)

CAPÍTULO-2

Tan distinto al ayer

***

Solía escribir para ti,

ahora les escribo a los recuerdos

que fuiste capaz de llevarte contigo.

***

Slash seguía comiéndose la cabeza de preguntas y más preguntas mientras miraba el paisaje con le frente apoyada en el cristal de la ventanilla. Dentro del coche se había formado un silencio muy incomodo pues ninguno se atrevía a hablar sobre el tema. Iban a hacer algo que nadie más se había imaginado. Slash estaba aterrado por la manera en la que reaccionaria Rose al verlo en su casa, pero Duff no. Él seguía hablándose con el pelirrojo pero las llamadas pasaron de ser de horas a segundos, pues en esos años solo se llamaban para el día de sus cumpleaños. Duff siempre llamaba a Axl para preparar una fiesta y celebrar sus cumpleaños juntos pero Axl siempre decía que estaba ocupado o que no tenía ganas de fiesta. Eso dejaba con el ceño fruncido a Duff, pero no iba a discutir con él pues lo conocía y discutir con Rose era la perfecta manera de planear la muerte.

Durante los últimos días, Duff no a habló con nadie relacionado con Rose salvo con su representante, pues fue él quien le dio los papeles de los derechos de Guns N' Roses. Tras tenerlos en sus manos, no dudo en ir corriendo a casa de Slash a avisarle.

Ahora, de camino a Malibú...

El camino se estaba haciendo eterno para ambos pasajeros.

***

Axl se encontraba tocando su última pieza escrita y dedicada a los últimos días donde no podía salir de casa. Básicamente estaba explicando esos días con un simple par de notas. Una canción instrumental donde todos los momentos dolorosos pasaban por su mente y los liberaba con las teclas del piano. En ese momento se sentía inundado en la sensación que tenía cuando tocaba el piano y cientos de personas lo observaban, gritando y aclamándole.

La melodía le relajaba tanto que cerró los ojos y dejó volar su mente al igual que dejaba que sus dedos tocaran libremente las teclas, haciendo que aquel sonido que Axl amaba y que necesitaba para poder vivir, saliera al mundo. El sonido agudo y grabe se juntaban creando la mejor canción que Axl podría haber escrito sin recurrir a ningún tipo de letra triste o de amor. Simplemente, la canción instrumental dejaba la mente de cualquiera en blanco.

Beta escuchaba la melodía desde la puerta intentando no molestarle y a la vez sintiendo lo mismo que Axl estaba notando por su cuerpo. La mujer sonreía al ver como el hombre, sentado delante de su piano y con la bombona de oxigeno al lado, dejaba de importarle todo salvo la música que estaba sonando gracias a sus dedos y a su alma. Beta sabía muy bien que Axl nunca había querido dejar su vida en la música, pero por desgracia, tuvo que hacerlo.

Por su propio bien.

El timbre sonó, estropeando la melodía con un fuerte sonido agudo. A Axl no le importó, pues siguió tocando como si llevara meses sin hacer lo que más le gustaba. Beta fue a abrir la puerta mientras que Axl seguía respirando y sintiendo la música en lo más profundo de su ser. Él tarareaba letras que le aparecían en la mente, pero lo hacía en silencio, sin estropear lo que realmente quería escuchar.

La canción terminó con un suave sonido agudo. Axl dejó resbalar sus dedos por las teclas, sin pulsarlas, solo acariciando lo que siempre le había hecho sentirle alguien en esta vida. Se levantó y gimiendo al notar un pinchazo en la zona de su estomago, suspiro queriendo relajar el dolor. Se agarró al piano y cerró los ojos con fuerza. La sensación que sentía era la misma que sintió la noche que tuvo que ir de urgencias y donde le avisaron de que algo no iba bien.