CAPÍTULO 35

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Como Rocket Queen

***

Deja que el momento

se haga cargo de ti

y de mí

***

-¡Joder!

Axl, tras el micrófono, se enfadaba consigo mismo al desafinar en cada parte de la canción que antaño se le hubiera hecho más que sencillo cantar. Slash, de mientras y detrás de la mesa de mezclas de la discográfica, animaba al cantante que se notaba que poco a poco se iba desalentando al creer que había perdido lo que consideraba su mejor talento. Su arma. Lo que le diferenciaba del resto del mundo.

Slash apretó un botón y su voz se escuchó en toda la sala de grabación.

-Cariño, no es necesario que cantes igual que un cantante de ópera. Haz lo que puedas. No te presiones. Tenemos todo el día.

Axl suspiró.

-Ya, pero es que antes las canciones las grababa del tirón y llevamos dos horas con la misma parte.

Slash volvió a apretar el botón.

-Los fans no esperan escuchar tu máxima esplendor, Axl. Entenderán que estés débil y que no tengas voz. Además eso le da más significado a la canción...Venga. Inténtalo de nuevo. Desde el principio.

Axl puso lo ojos en blanco, con ganas de seguir quejándose, pero guardó energías y las utilizó para lo único que le importaba en ese momento. 

Aclaró su garganta y se puso a cantar junto una preciosa que compuso meses antes y con la que quería describir desde el principio lo tanto que había sufrido, desde los malos hasta los buenos momentos. Para describir la alegría utilizó notas agudas con un ritmo rápido mientras que con las partes tristes ralentizó el ritmo y se fue a la parte contraría de la escala musical.

Quería mencionarlo todo sin palabras. Mencionar las tantas experiencias que había aprendido con la quimioterapia. Explicar el tsunami de sensaciones que tuvo cuando vió a Slash después de tantos años y lo feliz que se puso cuando le perdonó y sobre todo cuando vio que Slash jamás olvido su hermosa y perfecta noche juntos. 

Sonrió al recordar aquello, pero no se detuvo para estar atento a los detalles. Cerró los ojos sin dejar de cantar. Lo hacía débilmente. Sin esforzarse demasiado. Ya notaba un ligero dolor en su garganta y no le apetecía que aquello fuera a más, por lo que mantuvo un tono de voz como si de una canción de cuna se tratase. Movía las caderas al compás de la música y hacía leves gestos con sus manos, viviendo ese momento como si estuviera en un concierto. Como si enfrente de él no tuviera solo a Slash mirando si no a cientos de miles de personas, animándole y gritando halagos que eran solo para él. 

En un momento dado sonrió y antes de que el estribillo se acercara, se animó y aumentó más su voz, cosa que no tendría que haber hecho.

-¡Joder!-volvió a chillar, fastidiándole los oídos a Slash que estaba escuchando con los auriculares.

Slash gimió cuando sus tímpanos se vieron afectados por el chillido de Axl.

Apretó el botón sin dejar de mirar a Axl paseándose por la sala con ambas manos en su cabeza.

-Lo estabas haciendo bien.

-¡No, Slash! ¡No lo estaba haciendo nada bien!

Cuando el cantante comenzó a llorar en silencio, enrabiado consigo mismo, Slash no dudó, se levantó de la silla y se metió en la sala de grabación lo más rápido que pudo. Olvidándose así de apretar el botón y parar de grabar...

Adiós Amigo (Historia de Slaxl)Where stories live. Discover now