Capitulo 18

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Antes de dirigirme a la playa, pongo mi carro en una dirección ya conocida, la dirección de aquella casa que tanto me gustaba ver.

Pongo el acelerador en curso, tardo unos quince minutos en llegar, al pasar veo la casa por la ventana es algo temprano, pero para mi suerte creo que están almorzando.

Pero algo no encaja en aquella escena, la madre, ¿donde está aquella dulce señora?, veo como el papá está serio y los hijos con la cabeza baja, nadie dice nada, solo comen y nunca levantan la mirada.

Estacionó el carro enfrente de la casa, no se que estoy apunto de hacer, pero antes de que mi cerebro se conecte con mis pensamientos cuerdos, yo ya me encuentro tocando la puerta.

Pasan unos minutos antes de que alguien abra la puerta, al abrirla puedo ver a un señor pálido y decaído, su mirada parece vacía, como sino estuvieran ahí—si, ¿que se te ofrece?—pregunta el con una profunda y desgastada voz, yo me quedo estático viéndolo, las palabras no salen de mi boca.

—te he visto antes ¿verdad?—pregunta el y yo trago saliva, yo niego la cabeza, retrocedo unos pasos, antes de que me eche correr, escucho como habla—espera—dice, me detengo.

—tú eres ese muchacho que nos observaba desde su carro, ¿no es así?—dice el y yo me quedo helado, ¡me han visto!, yo asiento, el suspira.

—pasa—dice, yo me le quedo viendo —quiero que me contestes unas preguntas—dice el, mientras señala la puerta y me invita a pasar.

Yo entro en modo cautivo y puedo ver que los niños ya se han ido de la mesa—siéntate—dice detrás de mi, busco con la mirada algún lugar donde sentarme, elijo el sillón que está alado de la televisión.

El señor se sienta enfrente de mi, toma una larga respiración—¿como te llamas?—pregunta.

—Harry—respondo enterrando mis dedos en los costados del sillón. Me muevo de un lado a otro en señal de nerviosismo.

—Harry—pronuncia el—¿por que nos espiabas? —pregunta y me mira directamente a los ojos, yo tomo aire—no era mi intención espiarlos—digo más relajado.

El forma una media sonrisa—entonces, ¿por qué lo hacías?—pregunta el con más tranquilidad, tomó aire para responder—por envidia supongo, mi familia no es lo que digamos familia, y al pasar por aquí y ver a la suya me daba cierta nostalgia el saber que no podía tener eso, aveces si lo admito me quedaba largo tiempo, pero era por que me imaginaba una familia como la suya—suelto de golpe.

Siento como el señor pone una de sus manos en mi hombro—no eran malas intenciones entonces, me alegra escuchar eso, ahora viene mi ultima pregunta—dice y toma aire—¿por qué esta vez te atreviste a tocar la puerta?—pregunta mientras levanta una ceja.

Yo tomo aire—me angustie al no ver a su esposa, no piense mal, solo que fue raro no verla bailando alrededor de la mesa, sirviendo la comida con esa alegría que comúnmente tiene—al decir eso el señor guarda silencio.

—Mildret —susurra, yo trago saliva, me voltea a ver, sus ojos están rojos y llorosos—ella tenia cancer Harry, ella falleció hace una semana—no sigue con la oración ya que rompe en llanto—yo lo siento mucho—digo y él niega—me alegra que alguien más pudiera ver esa alegría con la que ella se describía, sabes hablar de nuestras heridas ayuda a sanarlas—dice y yo sonrío.

El se para del sillón, yo hago lo mismo—¿cual es su nombre?—le pregunto al señor de mediana edad—José—responde y yo sonrío—me da un gusto por fin haberlo conocido y me hubiera gustado conocer a su esposa—digo, el me sonríe.

—le hubieras agradado Harry—dice y esas palabras me hacen sentir reconfortado—que te parece si la próxima semana vienes a cenar—dice el y mis ojos se expanden.

—¿es enserio?—pregunto, el asiente—me encantaría conocer mas al chico que espiaba por mi ventana—dice, me rio—seria un gusto—digo.

Nos dirigimos a la puerta—el sábado—dice el—el sábado—confirmó, sonrío, salgo por aquella puerta, ¿con que?, emoción, tristeza, alegría, frustración, no lo sé.

Subo al coche, checo mi reloj son las 2 de la tarde, tan rápido, mi teléfono suena—hola—contesto.

—Cole pero qué demonios hiciste con la cocina—escucho la voz de Mike gritar y yo me tenso—¿quien carajos le dijo?—fue un accidente—me apresuró a decir, el suspira—no sé qué are contigo—dice el atravez del teléfono y yo tomo aire—no te preocupes calum lo arreglará lo prometo—no se escucha nada a travez de la línea por unos momentos y pienso que ya a colgado.

—¿Quien putas es Calum? Y ¿que mierda hace en nuestro apartamento—yo tomo aire, creo que debí haberme omitido la parte de Calum—Harry contesta a mi pregunta, ¿quién es Calum?—dice el más tranquilo.

Yo tomo aire—es un amigo mío—digo, me tenso al imaginar a Mike apretando sus puños, escucho una diminuta risa—no sabes lo celoso que soy bebé—suelta una risa, que hace que me ponga nervioso—es un amigo de la infancia—digo para defenderme—bebe lo nuestro también comenzó por una amistad—dice el y yo me callo.

—tengo que irme—digo en el teléfono—¿bebé?—¿si?—tarda unos segundos en contestar—acuérdate que me perteneces—al decir esto cuelga,  siento como mis mejillas se calientan.

                                          —

Llego al departamento—¿Calum?—digo—Harry—grita—tienes que ver esto con tus propios ojos—dice el.

Me toma del brazo, me jala hasta la cocina—mira—dice.

Me quedo viendo todo impresionado—wow Calum tú trabajo es impresionante—en el techo hay unos tipo candelabros con muchas luces, el piso de la cocina es de mármol, las demás piezas son de madera—lose—dice el.

Yo me volteo y lo abrazo—gracias, gracias, gracias—digo, siento como sus manos me rodean la cintura, me tenso, es raro recibir contacto de alguien qué no sea Mike.

Mi celular vibra,  con una mano saco el teléfono de mi bolsillo, Calum no ha dejado de abrazarme—bueno—respondo sin ver quien llama—mas te vale que tú amigo te quite las jodidas manos de encima—escuchó la vos de Mike—estoy jodido—.

Mike Where stories live. Discover now