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Hola...

Lamento mucho que esto no sea un capítulo. Sé qué hay mucha gente esperando una actualización desde hace muchos días y en verdad lamento muchísimo que esto no sea una actualización de mi obra. Solo quería informarles que de momento no publicaré, puedo hacerlo en dos días o en dos semanas; la verdad no lo sé y no poseo ninguna certeza de aquello.

Debo admitir que el terremoto me afectó mucho. Soy una persona que suele no afectarse por las cosas, que normalmente las supera y sigue adelante su vida. Pero esta vez no ha sido así, quisiera compartirles un texto que leí por ahí y que me heló la sangre, que me formó un nudo interminable en el corazón y que me taladra la cabeza a cada instante del día.

 Pero esta vez no ha sido así, quisiera compartirles un texto que leí por ahí y que me heló la sangre, que me formó un nudo interminable en el corazón y que me taladra la cabeza a cada instante del día

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Sí, las calles de mi país están llenas de universitarios, de estudiantes de prepa, y me entra una rabia al saber que el gobierno está haciendo sus porquerías. Los médicos, los ingenieros civiles y los arquitectos en su mayoría, no son profesionales, son estudiantes que otorgan su tiempo y su poco o mucho conocimiento para ayudar a la situación de su país.

El día miércoles salí con mi familia a recorrer la ciudad de polo a polo para entregar comida preparada, y el estómago se me encogió cuando miré a toda esa gente...

El día de hoy, sábado, salí a las calles de la Condesa donde hubo varios derrumbes y muchas estructuras en peligro de. No tienen idea de lo impactante que fue para mí el observar un derrumbe total de un edificio, pensar en la gente que estaba atrapada y en la gente que había perdido la vida ahí dentro, alguien que sencillamente estaba viendo la televisión, o escribiendo, o leyendo, o haciendo el amor con quien fuera. Alguien que no pudo salir, alguien a quien se le truncó el futuro.

En la mañana de hoy volvió a sonar la alerta sísmica debido a otro sismo en Oaxaca –donde posteriormente hubieron más, pero en la Ciudad de México ya no hubo alerta debido a que eran menores a 5.5 en la escala de Richter–. No tienen idea del pánico que sentí al darme cuenta de que, sin lugar a dudas, mi despertador había sido el miedo de otro terremoto.

Salí de mi casa con mi perrita en brazos presa del pánico. Simplemente esperar, eso es lo que se hace... esperar y enfrentar la fuerza con la que las placas tectónicas se están moviendo. Nadie puede predecirlo, nadie puede detenerlo, nadie puede hacer nada... salvo esperar y desear seguir vivo. Jamás había sentido tanto pánico al escuchar esa alarma, jamás había salido tan rápido, jamás me lo había tomado tan en serio... porque jamás había tenido la desgracia de vivir el caos de un desastre natural.

No estoy lista. No estoy lista para volver a la "normalidad" mientras hay gente ahí que sigue esperando a que alguien la rescate. Los estados afectados NO están listos para seguir adelante cuando hay gente que sigue teniendo la más mínima chispa de esperanza para encontrar a su familiar/ser querido. Me siento en compromiso con mi nación de seguir ayudando, me siento... destrozada. Sí, destrozada.

No puedo volver a la normalidad porque nada es normal. No ves diariamente edificaciones derrumbadas, no ves diariamente esa cantidad de muertos, heridos y desaparecidos, no ves diariamente a la unión del pueblo... porque eso es todo lo que tenemos, solo nos tenemos a nosotros. El gobierno no existe para mi país, el gobierno roba despensas, el gobierno roba lo que necesita su pueblo, y eso me da tanta rabia...

Hay tanta gente afectada que no puedo simplemente continuar con mi rutina de vida. Estoy viviendo esto, y precisamente ahí está la clave. Lo estoy viviendo, sigo viva y esto no es por nada. Puedo hacer algo, puedo seguir haciendo algo por esas personas que lo necesitan, y créanme que seguiré haciéndolo.

Hoy un amigo subió un directo a Facebook. Él está estudiando Ingeniería Civil por lo cual su labor no ha parado para nada, se mueve día y noche... y ese video me partió el corazón. El famoso mariachi de México hizo su presencia.

"México, México... te llevo en el corazón"

   Juro que canté eso con los ojos llenos de lágrimas, juro que la voz se me quebró, juro que mi labor como adolescente, como estudiante, como ciudadana no ha terminado.

   Y quería desahogarme, quería decírselo a ustedes, quería informarles que no puedo publicar porque mi situación actual no es normal. Estoy ayudando, estoy llorando todos los días, estoy sufriendo por quienes lo están haciendo, estoy ayudando y lo seguiré haciendo.

   Espero su comprensión y puedan esperarme. Como mexicana orgullosa les digo que no me importaría tardarme un año en actualizar si la situación de mi gente lo sigue necesitando... los amo muchísimo y espero puedan entenderlo.

¡ARRIBA MÉXICO, CABRONES!

-Alexandra V.R.

El tiempo se agota Donde viven las historias. Descúbrelo ahora