Comencé a correr de forma desesperada intentando volver a mi aldea luego de 14 largos años, ya no importaban las heridas o el miedo, solo quería volver con mi familia, con el Hokage, con la aldea, había corrido por días hasta que al final la pude ve...
Era ese constante sonido lo único que se escuchaba, por lo que parecían horas había sido de esa forma, un olor limpio entraba por mis fosas nasales, deseaba abrir los ojos y saber que había pasado, cómo estaba Kakashi y dónde me encontraba, pero el cansancio era demasiado como para lograrlo, tenía la extraña sensación de que mis párpados pesaban como una tonelada y por más que intentara estos no se abrían, así que simplemente me dejé llevar durmiéndome nuevamente.
Un pinchazo, fue lo único que sentí y por lo cual abrí mis ojos como platos encontrándome con luz, una fuerte luz blanca que poco a poco fue bajando la intensidad hasta que pude empezar a distinguir cosas. Murmullos y personas alrededor mío, sabía que hablaban pero no los podía entender ya que estaba muy aturdida por ese tan violento despertar.
-Ayame...-la primera palabra que entendí y sabía perfectamente de quien venía, esa voz.
Shikaku se encontraba a mi lado con una cara de preocupación notoria, después de unos segundos todo comenzó a encajar y ya me sentía mejor, me relajé un poco recostando mi espalda en las almohadas de la cama de hospital en la cual me encontraba. Había varios ninjas médicos cerca mío chequeando todo, Shizune y Shikaku se encontraban a mi derecha mirándome fijamente muy atentos a cada movimiento.
-Iré a avisarle a Iruka que ya se encuentra estable- comenta ella mientras sale de la habitación rápidamente regalándome una sonrisa amable.
-Ya está estable, pero debe mantenerse internada aquí en el hospital por si presenta algún tipo de recaída- sentencia una ninja a mi izquierda dirigiéndose a Shikaku que asiente tranquilo.
Después de que todos se van y me quedo a solas con Shikaku por fin podemos hablar sin ningún inconveniente.
-¿Que sucedió? ¿Cómo está él?- pregunto sin esperar y un poco ansiosa, pero comienzo a toser, hasta hablar me presenta una gran dificultad.
-Kakashi se encuentra estable aunque todavía no ha despertado- un suspiro se escapa de mis labios al saber que está a salvo, mi sensei se detiene por un momento para luego continuar hablando- y en cuanto a lo que sucedió tuviste mucha suerte, Morino Ibiki justo volvía de una misión junto con otros ninjas cuándo escuchó y vio indicios de una batalla en las afueras de Konoha, dice que cuando llegó encontró a Kakashi desmayado en el suelo y a ti estaban a punto de cortarte la carótida, eres realmente afortunada.
-Creo que debo agradecerle a ese tal Ibiki- ya que se perfectamente que habría sucedido de no ser por él.
-Si, y además de eso debo decirte algo, realmente me decepcionas.
Un incómodo silencio se formó en el lugar, yo no podía ni mirarlo a los ojos ya que sabía perfectamente a lo que se refería, fue una estúpida decisión, algo que yo jamás haría.
-Yo...-dije insegura pero el no me dejó continuar.
-Nunca vuelvas a poner tu vida ni la misión en riesgo, ni siquiera formabas parte de ella e igualmente fuiste a intervenir gracias a que anteriormente habías sellado a Kakashi, quizá lo salvaste pero sabes bien que tu deber era avisar a la Hokage, lo dejaremos pasar esta vez ya que es es la primera vez que cometes un error.
Shikaku se paró dándome la espalda y terminando la conversación mientras iba a buscar la comida que había sobre una mesa cercana, pero para mi gusto la conversación no había terminado aquí.
-No fue un error- sentencié segura haciendo que mi sensei parara su caminar- no fue un error si yo sabía las consecuencias y aún así lo hice.
-Casi pierdes la vida por intentar salvarlo ¿Estas consciente de eso?-preguntó todavía sin mirarme.
-Claro que lo estoy, y también lo estaba en el momento en el cual lo hice-murmuré arrepintiéndome un poco de decir eso último.
Todas las preguntas que me estaba haciendo Shikaku y lo que yo sentía en estos momentos me estaban abrumando y confundiendo ¿Por qué me lancé así sin pensar a proteger a Kakashi? Yo soy una persona muy analítica e inteligente pero cuando se trataba de él, actuaba sin pensar, solo con mi instinto.
Cada cosa que razonaba me hacía confundirme más pero a su vez darme cuenta o mejor dicho aceptar los sentimientos que tenía hacia Kakashi, así que dejé de pensar y comencé a actuar, debía verlo para aclararme mejor. Con mucho esfuerzo me bajé de la cama sentándome en una silla de ruedas que tenía cerca mientras tomaba algunas cosas.
-¿Adónde crees que vas?- cuestiona Shikaku al verme.
-Debo hacer algo, estaré bien.
Y tras decir eso salí de la habitación, tenía puesta la típica ropa blanca y holgada de hospital, no sabía donde se encontraba Kakashi pero solo debía revisar las habitaciones. La primera a la que fui estaba vacía, y en las siguientes cuatro había pacientes pero ninguno de ellos era Kakashi, así fue todo hasta que llegué a la 236.
Al fondo de esta se encontraba el peliplata, estaba acostado durmiendo y tenía puesta una musculosa negra junto con su máscara, su cabello estaba alborotado y su rostro completamente relajado, una sensación de alivio me recorrió completamente, es verdad que se veía bastante lastimado y tenía varias vendas, pero estaba vivo, su corazón latía y su pecho subía y bajaba indicando que respiraba.
Tomé su mano y quité su guante con cuidado para luego entrelazar nuestras manos, las mías estaban frías y al sentir las suyas calientes una sonrisa se formo en mi rostro.
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Él estaba vivo, y yo definitivamente lo quiero, estoy más que segura de eso que nunca, ya no puedo guardarme más lo que siento.
Aún sin soltarlo me acurruco un poco más en la silla, miró a la ventana en donde algunas finas gotas golpean contra el cristal y lentamente me quedo dormida...
