Beso #4: En el menton (1/2)

296 42 0
                                    

Como mi madre —que se había ido en un viaje evangélico— había cerrado su cuarto con llave, no podía dejar que JiYong se quedara en su habitación. Tampoco podía dejar que durmiera conmigo. Así que decidí, a regañadientes, que tomara mi cama mientras que yo me acomodaba al sofá.

Aun cuando había comprado todo para hacer la cena, mi estómago se había estrujado en milisegundos, dejando como consecuencia que Morfeo me atrapara sin cenar. JiYong, al parecer, tampoco quería comer algo. No hubo conversación alguna luego de que pasara al interior de mi casa. Ni siquiera dijo cierto comentario que esperaba. Solo se había detenido para aguardar alguna palabra mía. Podía notar que estaba incómodo desde lejos, así que no le obligué a nada.

—Puedes dormir en mi cama —afirmé, señalando en donde estaba mi habitación propia— Yo dormiré en el sofá de la sala.

—Está bien. No me espíes mientras me duermo. Y me iré mañana a primera hora, ¿de acuerdo? No tengo hambre, así que no aceptaré nada de ti.

Me encogí de hombros e hice una pequeña reverencia en modo de burla. No es como si me quisiera divertir con él, solo tenía la pequeña necesidad de hacer un bien. Según mi madre, uno por día es lo que deberías. Me dio la espalda y caminó hacia mi habitación sin mirar hacia atrás. En cuanto llegó al marco de la puerta y buscó el interruptor de la luz, escuché como suspiraba.

—Gracias, en verdad.

—No hay de q...

—Confiaré en ti desde ahora —me interrumpió— Buenas noches.

—Buenas no...

Antes de que pudiera terminar, cerró la puerta de mi propia habitación en mi cara. Sin percatarme, sonreí como un idiota sin remedio. No supe porque en esos instantes. Quizás aquello me había dado gracia... o incluso alivio.

Sinceramente, no pensé en ello demasiado. Como me sentía cansado mental y físicamente, no tardé en ir a echarme en el sofá. No tuve ni siquiera que taparme. Al apoyar mi cuerpo contra los almohadones de aquel, mis ojos se cerraron instantáneamente. Todo mi ser se relajó por completo, menos mi sonrisa, la cual seguía allí.

~***~

—SeungHyun, despierta... —Escuché una voz conocida en sueños.

En la primera persona que pensé fue en Yongie. Sus ojos, su sonrisa... su forma caprichosa de decir las cosas. Sentí que alguien me removía y no dudé. Guiándome por mi sexto sentido, la tomé de un brazo e hice que se acostara a mi lado. La abracé por la cintura y recé para que no se moviera del todo. En esos minutos, tuve bastante suerte. Ella me devolvió el abrazo y apoyó la cabeza contra mi pecho. Bueno, eso es lo que sentí, al menos.

Su aroma volvió a llenar mis pulmones. Mi cuerpo se relajó y mis latidos se tranquilizaron a tal modo que fue la primera vez que me sentí tan... seguro.

—Cálido... —susurró ella.

No lo negué. Ella también era cálida. Cálida y hermosa. Abrí los ojos para ver como ella se veía, pero, en definitiva, lo que vi me dejó helado. No era Yongie a la que estaba abrazando... claro que no. Era al mismísimo JiYong, el cual, como ahora recordaba, había dejado que se quedara en mi casa.

—¿Qué...? —La pregunta quedó en mi garganta.

Me separé de él con tal brusquedad que caí de trasero al piso. JiYong pareció reaccionar. Abrió los ojos y, como si en verdad fuera una especie de fruta, se puso rojo hasta ser un completo tomate.

—Debo irme —dijo rápidamente. Se puso de pie y, sin dejarme decir nada, salió por la puerta principal corriendo. 2Lo que más curiosidad me daba no era el porque la confundí con Yongie, sino el porqué no tenía náuseas... ni asco. ¿No se supone que había abrazado a un gay?

~***~

Pasaron nueve días en total, cuando mis dudas se extendieron. No había visto a JiYong durante todo ese tiempo, pero mi mente cada vez hallaba algún que otro detalle para volver a pensar en él. Si no eran las capas rojas de un superhéroe de los cómics de Dara, eran las camisas azules desaliñadas del profesor. No me preocupé por ello, hasta que lo comparé con... alguien. Dara había faltado a clases y, como no tuve otra opción, me senté solo en mi banco. No me perturbé por que ella faltara, ya que no era la primera vez que lo hacía. Sin embargo, me puse un poquitín nervioso cuando una chica nueva llegó. Su cabello era rubio y sus ojos verdes. Tenía unos pechos extremadamente redondos y perfectos —cosa que no podría haber olvidado nunca— y un trasero tan respetable que incluso Sasha Grey la hubiera envidiado. Y no, no exagero. Era más bella que Yongie, y no lo negaba. De alguna manera, no le di atención a su presentación. Gracias a mi hermosa costumbre de distraerme hasta con un pelo fuera de lugar, cuando se sentó en la silla de mi lado, la observé con curiosidad.

—Hola, mucho gusto —dijo. Agradecí que fuera más social que yo— Me llamo Hyori.

Puse todo mi esfuerzo en no mirar sus pechos, cosa que me costó bastante. Gracias al cielo, ella no parecía darse cuenta de aquello. Esperaba que no estuviera sudando.

—Y yo SeungHyun —mencioné con una sonrisa—¿Nueva alumna?

Ella bufó y se acomodó en la silla. Qué suerte la mía de que Dara hubiera faltado.

—Una larga historia —comentó—. ¿Crees que me irá mal aquí?

—Solo trata del que el calvo culón no te atrape hablando mientras copia en la pizarra y estarás a salvo.

Sentí una mirada asesina proveniente del profesor y sentí mi piel de gallina. ¿Acaso todos los profesores tienen una especie de detector de alumnos "rebeldes" ? Es decir, incluso aún estando en el último banco, él me escuchaba. En cuanto abrí la boca para hablar de nuevo, sentí un pequeño golpe en la pierna por parte de Hyori. Cuando vi lo que quería que notara, leí en un papel lo que ella había escrito. Su bolígrafo era de un color rosado.

"Gracias por el ejemplo :)"

Sonreí ante ello y le respondí, junto con un dibujo, en el mismo papel:

"Todo un orgullo, madam. ¿Quiere algún otro ejemplo? Tal vez puedas ver sus nalgas rebotar"

Oí una pequeña risa de su parte y presentí como sus hombros se movían; una señal de haber aguantado una carcajada.

"Desde luego, aunque prefiero verlo después de que nos expulsen de la clase por reírnos"

"¡Será gracioso!"

"No, SeungHyun. Quiero empezar bien mi primer día"

"¿Qué tal con un tour del gran SeungHyun por el colegio?"

"Oh, te lo agradezco... Pero ya tengo alguien que me lo enseñe. Es un gran amigo. Tal vez lo conoces, se llama JiYong. Es un pequeño pelirrojo un año menor que nosotros"

Tragué saliva antes de contestarle. De nuevo, tenía una razón para pensar en él: una compañera reciente mucho más guapa y agradable que cualquiera que, por desgracia, era amiga de JiYong.

"Si, lo conozco"

Estuvimos hablando por aquella vieja y arrugada hoja hasta que se terminó el espacio. Gracias a ella, supe que JiYong fue su amigo de la infancia y que siempre estuvieron juntos a pesar de muchas cosas. También, dándole créditos a mi terrible insistencia, descubrí que su grupo de amigos de la infancia, se había destruido por... un problema que lo había incluido a él. Después de que tocara el timbre para el recreo, no tuve otra cosa para preguntar. No quería meter mis narices en la vida del chico gay, pero me daba curiosidad. ¿Extraño, verdad? Quería saber más de un gay travesti..


Como dejar de ser homofóbico en 5 besos (GTOP) (YAOI)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ