AD: Sabor amargo (Parte 2/2)

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Nunca me había sentido tan solo en mi vida. No tenía en claro si se debía a que YoungBae no estaba a mi lado o a que aún cuando SeungHyun me hubiera dicho todas esas cosas maravillosas —y un poco crueles también—, siguiera junto con su tonto novio cabeza de fósforo. ¿Que no tuvo en cuenta el beso? Era como si incluso mejoraron su relación. Y para peor, como si no fuera suficiente sufrimiento, el maldito de SeungHyun me hablaba todos los días como si fuera su mejor amigo de vuelta. No me molestaba que quisiera serlo de nuevo, sino el atrevimiento de ignorar las cosas que sucedieron.

Me encontraba caminando hacia mi aula en cuanto sentí una mano en mi hombro. Lamentablemente, no pude percibir a aquella persona aún cuando sabía de memoria el sonido de sus pasos o su tacto. Fue extraño, ya que no lo reconocí hasta que levanté la mirada.

—¿Seungri, estás bien? —preguntó—. Te ves terrible. No es por lo de... hace algunos días, ¿no?

—No, estoy bien. No te preocupes. Solo he... estado cansado —mentí. Esbocé una sonrisa, solo para no preocupar más a su ser—. ¿Y qué hay de ti, SeungHyun?

Rió embobado, son una sonrisa picarona y desviando la mirada hacia otra parte. Era obvio lo que había pasado. O habían tenido relaciones sexuales, o JiYong le dijo algo bonito. Tal vez ambas, si yo tenía la misma mala suerte que siempre.

Bufé, tratando con toda mi fuerza de voluntad no deprimirme más de lo que estaba. Me extrañaba de mi parte que no tuviera sollozos o simplemente que no me importara demasiado. Tal vez, después de todo, YoungBae me parecía más importante que el amorío entre SeungHyun y su pareja. Y ahora que lo pienso... ¿por qué mi mejor amigo se había ausentado tanto? ¿Había sido esa mirada triste algo significativo en la relación de ambos?

—¡Siempre sucede eso! Es gracioso en parte, porque... —Mis oídos captaron la voz de SeungHyun. ¿Desde hace cuánto estaba hablándome?— ¿Me estás escuchando? ¡Tierra a Seungri! ¿Sigues en la luna o qué sucede?

Colocó la mano en mi cabeza para despeinarme. No pude evitar aquel movimiento brusco. Antes de que pudiera percatarme de lo que hacía, mi mano apartó la suya haciendo un sonido sordo.

El rostro sorprendido de SeungHyun me volvió a la realidad. ¿Yo... lo había apartado?

—Lo siento —susurré, apretando los puños. Acto siguiente, di media vuelta y caminé con rapidez hacia mi aula, sin despedirme. Un gusto amargo comenzó a esparcirse por mi boca.

***

Hacía frío. Demasiado frío para mi gusto. Había olvidado mi campera en casa antes de clases, y no me atrevía a volver hasta saber la verdad. O mejor dicho, hasta saber que él estaba bien. Lo más probable era que estuviera perdiendo mi tiempo buscando en donde no debo. Es decir, vamos. Si YoungBae no asistía a clases, tampoco iba a estar en el bar tocando.

Retiré mi mano de la barra perteneciente a la puerta, suspirando.

Definitivamente no iba a entrar a un lugar peligroso solo para darme cuenta de que él no estaba allí.

—¡Apura! ¡Hoy tocará aquel chico! —Escuché decir a una chica mientras pasaba a un lado mío y entraba sin más—. Dicen que su voz es genial. Y yo pensaba que solo sabía tocar el saxofón.

Miré sorprendido hacia la puerta, viendo como prácticamente se cerraba en mi cara. De acuerdo... ¿Y si hablaban de otra persona? YoungBae no era el único saxofonista del mundo... Oh, vamos. ¿Qué importaba? Mi preocupación era más grande que mi miedo. Entré parpadeando varias veces para adaptarme a la oscuridad. Solo unas pocas luces estaban encendidas y solo se dirigían hacia el escenario, llamando la atención de todas las personas que estaban allí. Me senté en el primer asiento que encontré libre. Las personas casi adultas no se fijaron en mí, así que me sentí más que seguro. Solo iba a ver si el chico que cantaba era YoungBae. Y si no lo era... llamaría a un taxi o algo para irme. Mis agallas ya se drenaron por venir caminando solo desde la escuela hasta aquí. Moví mis manos, nervioso, hasta que un chico subió al escenario y comenzó a hablar por micrófono.

Como dejar de ser homofóbico en 5 besos (GTOP) (YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora