Capítulo 18

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Kagome estrujó a Sango en sus brazos con cariño cuando la castaña entró de un portazo a la habitación, exclamando su nombre envuelta en lágrimas de emoción. Los recibió a todos con una sonrisa cuando entraron a la habitación, y se sorprendió a ver a la anciana Kaede atravesar la puerta, ¿alguien le habría avisado de lo sucedido? Rin se sentó al pie de la cama, mirándola con cariño. Kagome limpió las lágrimas en las mejillas de su mejor amiga y se arrimó a un lado para dejarle espacio en la cama junto a ella.

— ¿Dónde está Inuyasha?

Fue lo primero que preguntó cuándo sintió que el ambiente se había puesto serio una vez finalizados los abrazos y las emociones por verla. Kagome acarició distraídamente su estómago cada vez más grande al esperar la respuesta, pero Inuyasha entró a la habitación con un chasquido de lengua y un semblante serio. Todos lo miraron, Kagome supo que algo no andaba bien.

—Sesshomaru, tu maldito sapo no me deja salir de este castillo —Se quejó el medio demonio, Kagome pensó en corregirle en cuanto al diseño y estructura de la mansión, pero prefirió mantenerse en silencio—, ¿Cuánto tiempo tendré que estar aquí esperando?

—El señor Sesshomaru solo se asegura de la seguridad de todos, Inuyasha. No seas malagradecido.

Inuyasha bufó, el "keh" se escuchó en la habitación antes de sumirse en el silencio.

— ¿Estuvimos mucho tiempo encerrados? —Preguntó Kagome con voz apagada.

—Un mes, casi dos. —Respondió Miroku.

Kagome asintió en respuesta, dedicada a las caricias en su estómago. Sabía que no faltaba demasiado para el parto, a lo mucho unos dos o tres meses, ¿debería ir a ver a un médico? Estaban en su época después de todo, sería lo más normal que fuese a ver cómo iba la salud de su bebé, pero algo en su corazón le gritaba que no lo hiciera, que no era necesario... y que era peligroso.

Kagome paseó la mirada por todos en la habitación, un nudo se le hacía en el pecho, ¿sería el momento?

— ¿Por qué están vivos? —Las palabras salieron antes de pensarlas, en un instante tenía todas las miradas sobre ella, pero ella no podía levantar la suya de las sábanas.

— ¿Quiénes, Kagome? —Sango delataba el interés y confusión en su tono de voz, Kagome alzó la mirada e inspiró aire fuertemente.

—Todos. ¿Por qué están vivos? Nacieron en la era feudal, hace quinientos años, ¿por qué están aquí? —Kagome dirigió su mirada a Rin—; te recuerdo, eras una niña.

—La respuesta está en tu memoria—Dijo Kaede.

—No, anciana Kaede, no está porque no tengo memoria. Con Inuyasha recordé hasta el día que nos enfrentamos a la perla. Está tan fresco en mi memoria que parece que fue ayer, pero no fue ayer, ¿cierto? —Apretó las sábanas en un puño, frustrada con su propia mente.

Miroku se acercó a Sango y tomó su mano. Habían prometido contarle a Kagome todo lo que pudieran, aún en contra de lo que decía la anciana Kaede.

—Hace unos años, tal vez tres —Comenzó Miroku—, se descontroló el pozo del templo de tu familia. El pozo no solo conecta esta época con la antigua, al parecer también conecta a dimensiones entre sí. Nosotros somos de otra dimensión, un mundo paralelo que gira igual que este, pero diferente.

Kagome comenzaba a marearse.

—El Naraku en nuestra dimensión desapareció de repente, lo buscamos por mucho tiempo, tal vez años. Hasta que dimos con la conexión de ese pozo... —La voz de Miroku se fue apagando, Kagome podía ver cómo rememoraba el momento en su memoria y le dieron ganas de abrazarlo, lo hubiese hecho de no tener a Sango tomada por la mano izquierda.

—El pozo tiene una gran aura extraña, o eso nos dijo Kagome —Kagome abrió los ojos con sorpresa—, la Kagome de nuestra dimensión murió un tiempo antes de que nosotros llegáramos aquí. La mató Naraku.

Kagome se estremeció solo de imaginarlo. Sesshomaru dio un paso hacia adelante. Rin sorbió su nariz sonoramente.

— ¿Cómo me...—Dudó—, la mató si Naraku había desaparecido?

—Unos días antes de que desapareciera dimos con el pozo, Kagome y Kikyo vivían cerca de allí, decían que era un pozo milagroso y que siempre había emitido un aura extraña, pero un día la energía del pozo se volvió maligna y cuando Kagome fue a intentar controlarlo... —La voz murió en la garganta de Sango, que intentaba reprimir un sollozo en su garganta sin éxito, se veía afectada. Kagome sentía su mano temblar entre las suyas.

Miroku carraspeó.

—Cuando lo encontramos —continuó con el relato—, pareció engullirnos. Y cuando aparecimos aquí y te contamos nuestra historia, Kagome, nos aceptaste, nos explicaste lo que nosotros te estamos explicando a ti. Y parece que el destino quiere que en todas nuestras vidas nos unamos para luchar contra Naraku.

Kagome sonrió y Miroku le devolvió la sonrisa.

Fragmentos de un corazón perdido [Fanfic Inuyasha] [SesshKag] [No AU]Where stories live. Discover now