Capitulo 18

45 5 0
                                    


Despertó días después con un dolor punzante en su cabeza, se levantó desorientada tomándose la frente y mirando el lugar donde se hallaba. Vio una puerta que fue lo único que reconoció y fue hacia ella, respiró hondo y antes de abrir se armó los huesos para no recibir sorpresas.

Abrió despacio y del otro lado algo aun mayor que el misterio de esa habitación, miles de cosas extrañan habían esparcidas entre polvo y grises colores. Siguió avanzando hasta la siguiente entrada que la llevó hasta otra ya no tan aparatosa, pero en medio de ella una mujer madura movía una escoba ahuyentando el polvo que ahí se había colado.

─ veo que ya estas mejor ─ dijo notando su presencia ─ ¿dormiste bien?

Ayano quien enseguida la reconoció, su mente se inundó con aquellos recuerdos recientes ─ ¿Cómo esta ella? ─ dijo esquivando la pregunta

─ Rise se ha recuperado por completo gracias a ti ─ le informó y dejó lo que estaba haciendo para recoger unas cosas del suelo ─ la envié con Hiiragi al castillo de Himawari con la poción; muchos otros resultaron infectados incluyendo a la princesa Kaede

─ entiendo...

─ Por cierto... ─ Nishigaki le entregó una espada, la misma que había usado antes en batalla ─ ya que estas mejor supongo que debería cumplir mi parte del trato

Con todo lo sucedido a la amazona se le había olvidado sobre ese asunto, instintivamente dejó a la hechicera contar su historia, sabiendo que era posible que encontrara las respuestas que había estado buscando por años.

─ háblame sobre los sobrevivientes, los miembros del consejo ─ Ayano no conocía bien cuál era el papel que el consejo desempeñaba en el reino

─ como te lo había dicho ya, fueron tres los que se salvaron de morir aquel momento... Yo escapé del reino antes de que sucediera y por eso vivo aun, pero a los otros dos miembros no fue así que se salvaron

─ ¿ellos se quedaron en el reino?

─ así es pero debo contarte mejor en detalle: . El consejo lo conformaban Hana, Imae, Kuroki, Koshigaya, Koji, Tamamura, Nishigaki o sea yo, Ikeda y Toshinō, siendo Ikeda la que tenía la última palabra.

─ espera, Toshinō no es acaso... ─ ese apellido se sonaba bastante familiar a la amazona

─ era la duquesa Toshinō, la madre de la reina Kyōko

Sabía quién era la duquesa y porque había llegado al reino, pues si bien el ofrecer a su hija como candidata perfecta para Yui estaba en esa lista, desconocía completamente porque formaba parte del consejo.

─ ¿Quiénes fueron los únicos que sobrevivieron y por qué?

─ Yo, como ya sabes escapé. A Toshinō se le perdonó la vida supongo por ser la madre de la actual reina y a Ikeda pues... a ella no le fue muy bien que digamos

─ Pero si dices que ella también vivió

─ Para entender mejor te diré que el consejo trataba temas como la política, el comercio, conflictos, detalles que la reina Funami no quería tratar directamente pues no se permitía tomar decisiones tan a la ligera. El concejo se encargaba de los problemas y de buscar una solución que sea beneficiosa para el reino. Todos los problemas se ponían a discusión y se llegaba a una conclusión fiable, y la encargada de representar al consejo ante la reina era la líder, esa era Ikeda, quien era el miembro más antiguo y que había servido al reino durante largo tiempo.

─ Eso yo ya lo sabía ─ dijo Ayano algo molesta con esa información inútil

─ Bueno pero apuesto que no sabías que cuando la reina tenía que viajar a otros reinos Ikeda era la que quedaba a cargo del reino ─ Ayano se reservó sus palabras y dejó mejor que la hechicera terminara de una vez ─ y fue así que todo comenzó...

─ habían llegado rumores al palacio sobre una presunto ataque sorpresa al reino, con las defensas bajas era fácil destruirlo con un número menor de soldados que el número de soldados disponibles del reino. Este grupo de conspiradores querían destruir el reino y conquistar todas sus tierras, se autodenominaban "barbaros". Con la reina Funami fuera del reino le correspondería al consejo tomar la decisión de actuar y se propusieron dos opciones; esperar a que el enemigo hiciera su movimiento pues aun no sabíamos nada de ellos, o, con la ayuda de un informante enviar a un equipo pequeño a reconocer cual era la amenaza real.

Por supuesto la mayoría pensamos que era prudente esperar a que el enemigo hiciera su jugada, mientras esperábamos preparábamos nuestras tropas para una inminente guerra ya que no teníamos los números exactos de sus soldados, pero Ikeda y Toshinō no estaban de acuerdo. Justificaron que al esperar solo se pondría en riesgo la vida de inocentes aun si el número de la amenaza era muy menor, además no se fiaban de un informante anónimo.

Ikeda tenía la última palabra, sin la reina presente para dirigir su ejército Ikeda tomo la decisión, nos convenció de que esa era la mejor manera. Enviaría a un grupo a investigar el nivel de la amenaza si esta en realidad existía, ese grupo estaba conformado por los más capacitados y como líder Sugiura-san. Era una trampa, nunca había tal amenaza para el reino, sabia a donde iban y quienes iban.

Ayano apretó los puños dejando que la ira y el dolor la consumieran ─ ustedes mandaron a mi madre a morir ─ dijo viendo a la hechicera directamente a los ojos

─ Lo siento, pero así fue... Fue nuestra culpa ─ Nishigaki agacho la cabeza como arrepentimiento por lo que había hecho ─ aun así todos los miembros pagaron su error con su vida, la reina había perdido a su amada, nosotros le habíamos arrebatado la vida a la mujer que tanto amaba.

─ esos bastardos solo eran peones manipulados por el dinero ─ dijo Ayano sorprendiendo a la hechicera ─ su sangre no fue lo suficiente. Alguien les pagó ¡dime quien fue!

─ ¿hablas de los asesinos? ¿Tú los mataste? ─ Nishigaki estaba impactada, Ayano había buscado venganza. De todas las historias que rodeaban a la amazona, no había una que contara con la sed de sangre por aquellos que la lastimaron

─ crees que me quedaría con los brazos cruzados ─ dijo ella tomando la espada desenvainándola ─ ¡dime!

─ ¿alguien les pagó para que asesinaran a Sugiura-san? ─ ella no sabía nada de eso, pero creyó saber quién tenía las respuestas ─ yo no estaba enterada, sabía que fue una trampa y que iban por alguien del grupo de exploradores pero no sé quién era el objetivo de los asesinos.

─ el objetivo era mi madre ─ dijo Ayano ─ ahora dime ¿Qué pasó con Ikeda?

─ ella fue sentenciada a vivir en la miseria, aún está en el reino pagando su error. Pero dudo que ella sepa algo sobre eso, pues su propia hija estaba en el grupo y dudo que quisiera hacerle daño

─ ¿su hija?

─ ella fue la única que sobrevivió aquel día, ella podrá decirte lo que realmente sucedió

─ ¿Dónde está ella?

Nishigaki le dio la dirección exacta donde podría encontrar a la hija de Ikeda, la mayor de sus preocupaciones era saber de una vez por todas, la verdad. Quien mató a su madre debía pagar con su sangre, así estaba en su juramento y como tal debía cumplirlo.

─ escucha bien mis palabras hechicera ─ dijo Ayano antes de abandonar la cabaña de Nishigaki ─ hasta ahora no me has dado motivos por los que deba asesinarte, pero de haberme mentido... regresaré y te haré pagar con sangre.

Cuentos De La NieveWhere stories live. Discover now