BLUE LOVE (RE-ESCRIBIENDO)

CAPÍTULO 5: DESCONOCIDA

HARRY STYLES:

Era mi segundo día en este pueblo y ya me había enamorado de él, desde el primer momento. Desgraciadamente esto no duraría para siempre ya que en unos meses me tendría que marchar volviendo a mi realidad. Ser una estrella del pop.

No me consideraba famoso, solo era una persona como otra cualquiera, lo único que hacía diferente al resto era salir a un escenario cantar y tocar mis canciones delante de miles y miles de personas, era un trabajo especial que, por supuesto me encantaba, estaba deseando volver a tocar en otro lugar muy pronto, pero primero necesitaba relajarme, relajarme de la industria musical.

Paseaba por la playa, con mis pies descalzos. Mis zapatillas descansaban cuidadosamente en mis dos dedos de la mano derecha, no me desagradaba la sensación de la arena bajo mis pies, al contrario, me encantaba, esta me causaba unas leves cosquillas al andar por ella.

Con mis adorados auriculares escuchaba mí música de los 70, absorto del mundo, iba caminando poco a poco mirando el gran mar que se encontraba a unos centímetros de mí, era tan grande y azul que a veces me daba un poco de terror, iba escribiendo pequeñas palabras en mi cuaderno marrón con la finalidad de hacer posteriormente alguna canción, ese mar me daba mucha inspiración y había que aprovecharla.

Iba distraído y no me di cuenta de que caminé demasiado y estaba bastante lejos de mi hogar de acogida por estos meses y por lo tanto decidí volver.

El camino se hizo corto gracias a la música que escuchaba durante el camino y también porque no estaba muy lejos de la playa, la verdad había tenido suerte.

Llegué a mí gran apreciado apartamento justo a tiempo, ya que el tiempo se estaba poniendo en mi contra, las nubes grises estaban apareciendo haciéndome ver que en cualquier momento iba llover y no poco. A los pocos minutos de entrar, justo como pensé empezó a llover.

Me cambié de ropa tranquilamente, mientras oía como las gotas de agua golpeaban contra el cristal con más fuerza, estaba tan absorto en mis pensamientos que me alarmo de sobremanera oír el timbre de mí apartamento.

Confuso por que alguien llamara a la puerta, baje a la última planta donde se encontraba la puerta principal, y con cuidado abrí la puerta y confuso mire a la persona que se encontraba enfrente de mí.

Era una chica, iba vestida con un vestido blanco hasta las rodillas, este se encontraba totalmente empapado a causa de la lluvia, tenía los pies descalzos ya que sus sandalias se encontraban en sus manos, estaba tiritando de frío.

Tenía la cabeza gacha y cuando abrí la puerta me miró directamente a los ojos, se quedó por un segundo sorprendida de verme y su cara se puso un poco sonrojada.

"¿Qué hacía aquí?" pensé en mis adentros. Pero no tardó mucho en responder a la pregunta que había formulado en mi mente hace muy pocos instantes.

-Yo, siento mucho molestar, pero está lloviendo demasiado, mí casa se encuentra cerca de aquí pero no hay nadie en ella, y no tengo algún modo de entrar, ¿podría solamente darme una toalla y dejarme pasar hasta que esta lluvia se calme?- Dijo ella con un hilo de voz.

Estaba un poco consternado ya que yo no la conocía de nada y si soy sincero no confiaba mucho en aquella chica, era una desconocida para mí, pero la deje entrar, no iba a dejarla a merced de la lluvia torrencial que se había instalado hace unos minutos, así que deje pasar a la chica. Le dije que esperara en la entrada y que enseguida volvería con una toalla limpia para que pudiera secarse, no tarde demasiado, ya que se encontraba empapada y no quería que se resfriase le preste ropa limpia para que pudiera cambiarse, no me importaba dejarle ropa, la pobre chica estaba toda empapada y no quería que enfermara, solo me estaba pidiendo ayuda, pero me mantuve alerta en todo momento solo por precaución.

-Puedes irte a cambiar arriba del todo a la derecha, allí encontrarás el baño donde te puedes cambiar sin problemas- dije calmado

-Muchas gracias de verdad, se lo agradezco mucho- dijo de una forma educada. Sin darle mayor importancia le sonreí y asentí sin darle importancia a mi acto para posteriormente subir las escaleras hacía al baño para poder cambiarse ese vestido mojado.

Tenía que admitir que la chica era educada y parecía de fiar y por mucho que intentara rechazar el pensamiento la chica del vestido blanco era muy bonita.

La chica bajo cuidadosamente las escaleras hasta llegar al salón donde me encontraba sentado en el sofá, estaba atenta por si pasaba algo que no era muy agradable. La chica de cabello castaño ahora no tan mojado, se secaba el pelo de una manera cuidadosa, con cuidado se quitaba el exceso de agua en el, no me di cuenta de que estaba observándola tan atento hasta que ella carraspeó con sus mejillas teñidas de un color rojo cereza. Al darme cuenta de mí acto anterior mis mejillas se tiñeron del mismo color de las de ella avergonzado por haberla mirado demasiado tiempo, pero sabía que era muy bonita y me invitaba a seguir admirándola.

- Muchas gracias por dejarme pasar, y darme algo de ropa limpia- dijo ella con una pizca de vergüenza.

Llevaba un chándal que, por supuesto era de mi propiedad, le quedaba demasiado grande, pero era normal ya que yo era más alto y más fornido que ella, pero aun así se veía adorable.

"Debería dejar de pensar estas cosas de una desconocida" pensé una vez más en mi mente.

-Yo, me llamo Harry, Harry Styles, encantado de conocerte- dije nervioso, y le tendí mi mano para poder estrecharla con la suya.

Se veía sorprendida, pero a la vez tranquila, ella estrechó mi mano con la mía y en ese momento dijo algo que no me esperaba y me dejó sorprendido.

-Yo me llamo Meghan, Meghan Smith, encantada de conocerte Harry y por cierto ya sabía tu nombre.- 

NOTA DE LA AUTORA

Entonces ahí es cuando Harry sintió el verdadero terror jajajaj, espero que os este gustando esta historia remodelada. 

¡Un abrazo muy fuerte bluelovers!