Captivum 《TaeGi》

Dieciocho

Canem regresó esa tarde, sin la máscara, les dejó un poco de comida y salió del lugar. Taehyung despertó a Jungkook, quien se había dormido luego llorar. El menor se levantó y tomó el plato de comida entre sus manos.  El castaño jugaba con su comida, el apetito había desaparecido luego de todo lo sucedido con Jimin y Yoongi. Se preguntaba si el chico había logrado escapar con bien, si había recibido algún tipo de ayuda y si su padre no lo había encontrado. 

-Estará bien- dijo Jungkook al terminar de tragar -Estoy seguro que Yoongi estará bien. Ahora come, debes tener fuerzas para salir de acá. 

Taehyung asintió mientras tomaba un poco de comida y se la llevaba a la boca, esperaba que Jungkook tuviese razón.

Yoongi llegó hasta la carretera luego de haber caminado casi todo el día, su cuerpo dolía y habían partes que sangraban debido a toparse con las ramas secas de algunos árboles. Se sentó en la orilla, recuperando el aire. Vio los faroles de un coche acercarse, pero estaba demasiado cansado y sus ojos se cerraron sin notarlo. 

Despertó al sentir las suaves manos de alguien tocar su frente, abrió los ojos y notó su cabeza apoyada sobre el hombro de alguien, abrió los ojos y notó a una chica de cabello marrón, la dueña de la mano. 

-Ya despertó- su voz era un poco grave para ser una chica. 

-Falta una hora para llegar a Seúl, Byul, lo llevaremos a un buen hospital ahí- contestó el conductor

El pelinegro miró a su alrededor, se encontraba en un auto con desconocidos, su primer instinto, luego de haber estado encerrado tanto tiempo, fue salir pero el auto estaba en movimiento y no era una buena idea. Se limitó a observar a la chica y luego miró al conductor, tenía el cabello marrón igual que ella y los hombros un poco anchos. 

-¿Quiénes son ustedes? - preguntó ronco debido a la su garganta seca. 

-Te encontramos en la carretera, chico. Estabas inconsciente y lleno de suciedad con un poco de sangre. Ardías en fiebre- respondió el chico. 

-¿Dónde estamos? 

-Saliendo de Gwanju, rumbo a Seúl- contestó la chica. 

¿Gwangju? Eso estaba a dos horas de Seúl, no entendía como había terminado en ese lugar, jamás imaginó que había estado encerrado tan lejos de casa. Miró por la ventana y observó la carretera, habían algunas casas que se veían muy lejanas, le recordaron a Taehyung, esperaba que estuviese bien. 

Sintió un dolor en su pierna, la observó y notó una herida, su pantalón estaba cubierto de sangre, debía ir al hospital pero recordó lo que Hoseok le había dicho, el oficial Kim pensaba que todo era su culpa, en estos momentos debía ser una de las personas más buscadas del país.

 -¿Qué te sucedió?- preguntó la chica.

-No puedo ir al hospital- respondió -Necesito regresar, por favor. 

-Estás sangrando, debes ir a... 

-No, por favor, si voy al hospital en estos momentos algo malo va a pasar, no solo a mí sino a alguien más, por favor -la voz de Yoongi se escuchaba suplicante.

-Pero debes...

-Byul- la interrumpió el chico -Iremos a casa, papá puede ayudarlo.

-Como digas, Jin. 

-Deberías dormir un poco más- dijo Jin, o al menos Yoongi supuso que era el nombre que la chica había dicho -Faltan cuarenta y cinco minutos para llegar a casa.

Yoongi posó su cabeza en la ventana, observando los faroles de la calle encenderse y el sol ponerse. Su cabeza repetía la imagen de Taehyung empujándolo, sentía una punzada de culpa por no poder ayudarlo en esos momentos. Su cuerpo adolorido le pedía descansar, por lo que sus ojos se fueron cerrando, confiando ciegamente en las personas que lo conducían a Seúl. 

Taehyung terminó su comida y dejó el plato en el suelo. Su cuerpo dolía por todo lo ocurrido, pero no podía permanecer más tiempo sentado, se sentía demasiado inquieto por lo que decidió pararse. Caminó por la habitación, sintiendo la humedad penetrar sus zapatos.

La puerta se abrió de pronto, revelando a Hoseok. Jungkook se levantó de su lugar, retrocediendo al ver al chico, a diferencia de las veces anteriores, Jungkook miraba a su hermano con miedo. 

-¿Dónde está?- gritó y se acercó a Taehyung, tomándolo por la camisa y sacudiéndolo -¿Dónde está el móvil de Yoongi? 

Taehyung se limitó a negar, había olvidado por completo de la existencia del móvil. Se limitó a negar, quería tomarlo de la parte trasera de su pantalón y guardarlo entre su ropa interior, pero no deseaba que Canem observará sus movimientos. 

-Tal vez lo enterraste junto con Jimin, o dime ¿quemaste su cuerpo para eliminar evidencia? 

Hoseok soltó a Taehyung y observó al menor -¿Qué has dicho? 

- ¿Cómo vas a explicarle a mamá la muerte de Jimin? Espera, para ellos estás muerto.

El chico se acercó a Jungkook y golpeó su mejilla, el menor comenzó a reír mientras se tocaba el lugar del golpe y observaba a su hermano - ¿Cómo voy a explicarle a mamá que Jimin murió por tu culpa? ¿Cómo voy a decirle que mi propio hermano me mantuvo encerrado? 

-¿Cómo vas a explicarle a tu madre que te follabas a tu hermano? -preguntó 

-¿De qué estás hablando? 

-¿Crees que no lo sabía? - Hoseok se acercó más a Jungkook - Veías a Jimin como algo más que un hermano, te gustaba, Jungkook, podía verlo en la forma en como lo mirabas. Desde que estábamos pequeños, siempre viste a Jimin de otra forma. Deberías agradecer que estuviste encerrado con él, así podías follartelo cada noche sin que nuestros padres se dieran cuenta. Felicidades, eres un niño grande. 

El chico se separó de Jungkook y salió de la habitación, el menor se dejó caer al piso mientras sollozaba, Taehyung se acercó a él y lo abrazó, pasando sus dedos por su cabello, tratando de tranquilizarlo. La mente de Taehyung se puso alerta, si lo que Canem había dicho era cierto, Jungkook tampoco era una persona muy confiable. Esperaba salir de ese lugar pronto, con o sin el chico. 

El menor se quedó dormido en el suelo, Taehyung se alejó un poco, dándole la espalda, sacó el móvil de su pantalón y observó la pantalla. Estaba con la batería a 95% , tenía menos de 24 horas para utilizarlo y poder salir. Sintió la vibración del móvil en sus manos, observó el móvil, había un mensaje de un número desconocido, al abrirlo, la esperanza volvió a él.

Taehyung, si lees esto, por favor responde, soy Yoongi.

Estoy bien.

Prometo sacarte pronto de ese lugar.

Antes de poder responder, escuchó a Jungkook quejarse, guardó el móvil entre en dobladillo de su ropa interior y su cadera. Agradecía que su camisa fuese holgada, así el móvil era poco visible. Se acostó en el piso, esperando el siguiente día, al fin sería libre.