Parte 2.

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A veces Jungkook odiaba la invención de los celulares. Y ese a veces, era como por ejemplo este preciso momento. No sabía si era el hecho de que hablara con su ex esposa, o que el ruido de la bocina hiciera que su chillona voz fuera aun más irritante, pero sinceramente estaba a muy poco de estrellar su móvil contra el asfalto.

–No. Ya hemos hablado de esto, Yein. No pasará.– le irritaba tener que discutir siempre sobre lo mismo.– No vamos a volver. Ni siquiera entiendo porque siempre me reprochas lo mismo, hace dos años que nos separamos. Ya deberías dar por sentado ese hecho.–

Yein no era una mala persona, era una buena madre y una mujer bellísima. Pero eso no significaba que no fuera completamente molesta. Por supuesto, en los primeros años de matrimonio, no era para nada así pero ya presentaba indicios de lo que se venia. Quejas de aquí o de allá, reproches por todo y cuando decía todo, era realmente TODO.
Ella tenía la manía de querer controlar su vida, pero Jungkook nunca había sido el tipo de persona fácil de dominar. Por ello, es que habían terminado. Y no pensaba, por nada en el jodido mundo volver con ella.

Pero lo de hoy no se lo había esperado. Hacia tiempo que Yein no sacaba el tema, y Jungkook creyó que 'por fin' ella lo había superado. Bueno, estaba equivocado.

–¡No lo entiendo!– reclamó molesta ella.– Éramos felices, funcionaba bien para nosotros.– por la forma en que divagaba al hablar, Jungkook supuso que estaba algo ebría. Sabía que no era un alcohólica, de hecho casi nunca lo hacía, pero cuando lo hacía la mujer tenía muy poca tolerancia.

–En verdad, no tengo ganas de hablar de esto. –masajeó el puente de su nariz. Sentía el estres acumulándose en su cabeza.– Pero no funcionaba, por eso terminamos.– explicó por enésima vez a su ex.– Y para ser claros, como ya te lo he dicho antes. Tú y Yo solo tenemos en común a nuestro hijo y esa será por la única cuestión por la que discutiremos. Por la única cuestion que vale la pena entre nosotros dos.– y cortó.

Probablemente, piensen que es insensible de su parte colgarle la llamada a una mujer mientras esta lloraba desconsolada, pero a Jungkook le valía. No le importaba ser alguien con poca sensibilidad y empatía por los sentimientos ajenos, por el contrario lo único que sentía era indiferencia. Siempre tomó este tipo de escenas como formas de manipulación muy bajas de parte de los seres humanos.

Se supone que se había separado para dejar de pelear constantemente con ella, ese ambiente no era bueno para un niño en desarrollo. Pero a veces, pasaban estás cosas cuando su ex-esposa, se volvía un dolor de huevos.

Metió la llave encendiendo el coche, y salió del estacionamiento del trabajo. Hoy le tocaba recoger a Tae de sus clases de Hapkido. En los últimos meses, se le había metido en la cabeza que quería ser un ninja y para eso necesitaba entrenar.

Por suerte, nunca habían tenido problemas con la crianza de su hijo. Yein podía ser insoportable, pero siempre buscaba lo mejor para Taehyung, al igual que Jungkook. Tenían la tenencia compartida y por lo general, el pequeño pasaba un día con Yein y el otro con el. Aunque muchas veces, se daba el caso de que si uno no podía buscar al niño a alguna de sus actividades, siempre se  podía contar con el otro.

–¡Papá, papá! Tendrías que haberme visto, hoy di una patada voladora!– Quizás era por su inocencia, pero su pequeño siempre lograba despejarle la mente. Al menos un rato. Era como una pelotita para el estres.

–¡Eso es increíble!– dijo, mientras Taehyung se subía a su espalda. Jungkook comenzó a caminar hasta su auto con el a cuestas, saludando a otros padres con una mano y con la otra cargando la mochila de su hijo. – Ahora ya podrás defender a tu padre de los ladrones..–

–¡¡SI!!–

–¡¿Vas a defenderme cuando la abuela me pegue?!–

–¡SI!–

Damn, If you didn't want me back. -(Kookmin)-Where stories live. Discover now