Parte 6

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Después de una parada por la tienda de comida, los tres muchachos siguieron su rumbo a la casa de Jungkook.
Por alguna razón el castaño estaba tenso, estar con Jimin a solas en su departamento removía algo en su interior que le era difícil de descifrar. Aunque, era estúpido, porque realmente no estarían solos, Tae estaría allí con ellos también pero aún así se sentía raro.

En todo el camino a casa, se la pasaba inconcientemente mirando a Jimin. Suerte para Jungkook que él rubio era bastante despistado y no lo notaba.

Lástima para Jungkook, que solo el rubio era el distraído. Tae era otra historia, al parecer.

-Papa, deberías prestar más atención al camino mientras conduces.- soltó el niño de la nada. Por alguna razon que desconocia, un escalofrio le recorrió de pies a cabeza, el tono con el que había hablado el pequeño cargaba un lijero toque de malicia.- Cuando lleguemos a casa podrás seguir mirando Minnie-hyung todo lo que quieras...-

Demonios.

¿En qué momento Taehyung lo había notado? Ni siquiera había sido tan obvio...

Para colmo ahora la mirada sorprendida de Jimin estaba sobre el, poniéndolo aún más nervioso. El más alto carraspeo incomodo, mientras afianzaba su agarre en el volante y fijaba la vista al frente.

-Uhm, me preguntaba si querías que paremos a comprar algo más para beber... Creo que en casa solo tengo vino de arroz, es delicioso, pero si no te agrada podem- soltó apresurado el castaño pero Jimin lo interrumpió con un pequeño toque de humor en su voz.

-Esta bien, me agrada el vino.-

***

Para cuando llegaron al departamento, un Tae muy entusiasmado fue el primero en tomar la mano de Jimin para mostrarle todo el lugar. Demonios, el pequeño parecía estar encantado por Jimin.

Aish, una ola posesiva atravesó a Jungkook. Detente. Se dijo a si mismo, sabía que no tenía sentido. Tae solo era un niño, pero aún así no podía evitar preguntarse si Jimin solía tener ese efecto en otras personas, en otros hombres.

Jimin como siempre mostraba una radiante sonrisa para con el pequeño. Eso de alguna manera le agradó a Jungkook. Las pocas mujeres con las que había salido, siempre tenian cierto rechazo hacia Tae. Claro, Jungkook sabía que el niño podía ser bastante intenso cuando se lo proponía, pero no había maldad en lo que hacía. Pero a Jimin jamás le notaba la cara de pesadez que ellas solía tener cada vez que veían a Tae acercarse.

-Tu casa es muy bonita, Tae.-

-En el verano pintamos las paredes con papá, antes eran de un feo marrón caca ¿Verdad papá?-

-¡Tae! Habla bien.- le corrigió Jungkook y luego dirigiendose a Jimin le respondió.- pero si eran de un feo marrón caca...-

Jimin solto una carcajada. Y otra vez Jungkook parecía embobado con la visual del rubio y ese bonito eye-smile.

¿Qué diablos le pasaba? ¿ Acaso le gustaba Jimin?

Es decir, era un hombre muy atractivo, ni hablar de su personalidad y se había encontrado mirándole el culo un par de veces pero aún así no creía que eso significase que le gustaban los hombres. ¿O si?

Parte de la cena paso de esa manera. Charlaban de poco en poco mientras comían, pero cada vez que Jungkook quería profundizar la conversación, Jimin respondía de manera reservada para con el, como queriendo mantener la distancia entre ellos.

Damn, If you didn't want me back. -(Kookmin)-Where stories live. Discover now