Mi padrastro

28. Amigo

Llegue al apartamento cerrando la puerta de un portazo, alarmando a Anna, la cual estaba sentada junto con Kristoff en la sala.

- Elsa. -no le hice caso y seguí mi camino hasta mi habitación tirando la puerta detrás de mí

- ¡Qué hice mal para merecer esta vida! -exclamó tirándome en la cama

Ese Aster, no es al que conocí.

- ¡Elsa! -escucho la voz de Anna, afuera de mi habitación- ¡Abreme la puerta!

- ¡Quiero estar sola Anna!

¿Acaso los lunes siempre son los días fatales en toda la semana?

Escucho unas llaves, y luego como tratan de abrir la puerta consiguiéndolo. Tiene que ser Anna.

- ¿Elsa, que te sucede? ¿Porque tiras de esa forma las puertas? -pregunta sentándose a mi lado, por su tono de voz sé que está preocupada ¿qué hermana no lo estaría?

- No me sucede absolutamente nada. -contestó de muy mala gana

- Algo te pasa y me lo vas a decir aquí y ahora.

La miro con cara de pocos amigos, y colocó una almohada sobre mi cara.

- Me pasa todo Anna. -digo rendida, con esas ganas de llorar tremendas

- Le dije a Kris, que hablaría contigo... El ya se fue, así que podemos hablar como esa última conversación que tuvimos tú y yo.

Me siento con las piernas cruzadas y la miro fijamente.

- Hable con Aster, le dije que quería tiempo sola, él me respondió como un sicopata, parecía estar loco.

- ¿Qué te hizo?

- Me gritó, me agarro muy fuerte del brazo, y me dijo que si me encontraba con Jack, eso iba a tener consecuencias. -respondí para luego abrazarla

- ¿El Aster que yo conozco? -asiento sin poder creerlo también- Deja que lo veo, lo mataré, ¿cómo se le ocurre amenazarte? ¡A ti!

- Tal vez Jack, tenga razón y Aster oculta más que lo contado. -me separo de Anna, rapidamente y abro mis ojos como platos

- Tienes que hablar con Jack.

- No puedo, Aster haría algo de lo cual podría arrepentirme toda mi vida por llevarle la contraria a ese loco.

- No te preocupes él no hará nada, tenlo por seguro. Ahora, descansa deja de pensar en Aster... -habla como si fuera mi mamá

Mamá, como quisiera abrazarle y decirle cuanto la quiero y cuanto la extraño.

- Buenas noches.

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Desperté más activa que nunca. Me di una ducha, saliendo me pude unos shorts azules, una blusa color azul un poco más arriba de la cintura; mis zapatillas azules y me hice una coleta.

Llego a la cocina y veo a Anna, sentada acariciando su vientre de tres meses. Se ve tan linda... Hermosa.

- ¿Cómo amaneciste? -pregunta tan pronto entre a la habitación, tomo un plato para comenzar a preparar el desayuno

- Amanecí bien, ¿porque la pregunta? -mi hermana frunce el ceño, como si lo que le dijera le extrañará

- Ayer, estabas muy triste artada de todo... -niego con la cabeza echando una carcajada

- ¿Anna, tu amaneciste bien? No sé de qué me hablas, yo estoy muy bien. -respondo asintiendo con la cabeza

- ¿Elsa que te pasa? ¿Acaso se te a olvidado lo que sucedió con Aster, anoche?