El Chico Con Un Ojo [ChanHun]

iv.

Kim Jongin.

Maldito Kim Jongin. Lo odiaba. Nunca desprecie tanto a un ser como él... Resultó ser un año mayor que Sehun y por ende pasaron a estar en el mismo curso. Mí jodida suerte no podía mejorar.

Aparentemente su padre era el gran autor de terror Kim Jongsoo, se habían mudado al pueblo con el objetivo de "tomar un descanso de la vida ajetreada de la ciudad y tener la calma e inspiración del campo para el próximo libro del gran autor que sin duda sería un éxito rotundo." Claro, como sí alguien podría inspirarse en este pueblo tan aburrido.

A lo que Hunnie me decía Jongin era como miel para el enjambre de abejas de chicas hormonales de su curso. Aparentemente el tipo era muy codiciado y nunca estaba solo, siempre traía a alguna de esas chicas colgado del brazo siempre. No me daba tanta tranquilidad ese dato como esperaba... Mí ángel dijo que no le hablaba y que, como todos en su clase, fingía que no estaba ahí. Pero era mentira. Jongin no podía dejar de mirar a Sehun en todo momento. El idiota intentaba disimularlo sin mucho éxito. Cuando iba a esperarlo en la puerta Jongin siempre salía luego que él y no dejaba de mirarlo. De arriba hacia abajo. Miraba su cuerpo. Lo miraba como sí fuera el plato principal en un festín. Como sí fuera tesoro perdido. Hunnie lo era, pero era mio. Nadie más tenía permitido mirarlo. Solo para mí...

No importaba que estuviera con alguna chica o chico en ese momento, siempre veía a Sehun bajar corriendo a mis brazos. Un día había salido más antes con el engendro de Baekhyun a su lado hablando de las estupideces que salían de la boca de ese pequeña basura, no se fue tan rápido como de costumbre. Se quedó hablando en el patio con Byun. Se notaba a kilometros que Jongin estaba esperando a alguien pero Byun ni ponía atención, estaba más ocupado tocando a Jongin en su pecho intentando ligar con él.

—Channie, siento tardar tanto.

La dulce voz de Hunnie bloqueo y distrajo mí mente de las mil formas que podría matar a Jongin en esos momento. Abrí mis brazos de par en par antes de tomar el delgado cuerpo de mí ángel. Él hizo lo mismo y me abrazó con tanta alegría que derritió mí frío corazón como siempre.

—Todo bien mí ángel. ¿Nos vamos a casa?

Sehun movió la cabeza en asentimiento, aun apegado a mí y lo apreté un poco más duro contra mi cuerpo. Mis ojos viajaron a ver la pareja al otro lado del patio. Poco me sorprendió ver a Jongin viéndome con una mezcla de rabia y envidia. Sonreí victorioso llenándome de orgullo que supiera que Sehun tenía dueño y era solo para mis brazos, para mis labios, pero no me detuve ahí. Me separe de mí ángel y antes que me dijera algo mí mano lo tomó por su nuca para llevarlo hacia mis labios. Y lo bese como nunca antes lo hice.

Sehun movió sus pequeños labios contra los míos intentando seguirme el ritmo. Nuestros labios se fundían juntos y no me contuve al escuchar como ahogó un gemido en su boca. Estaba subiendo la intensidad del beso y ya me valía que el maldito Kim o la escuela entera nos viera. Tome la libertad de presionar mi cuerpo contra el suyo al mismo tiempo que el ápice de mí lengua rozaba traviesamente el espacio entre los labios de Hunnie. La suya tocaba la mía con timidez, no estaba seguro de como proceder seguro, ni yo sabía pero en algún momento tendríamos que aprender. ¿Qué mejor momento que ahora, cierto? Tome su boca con veracidad. Hambriento por probar más del dulce sabor de Sehun y recorrer toda su linda boca. El cuerpo entre mis brazos temblaba y jadeaba ansioso. Sus manos se aferraron a mis hombros hasta que comenzó a doler. Al parecer no quería quedar atrás y su lengua invadió mí boca jugando con mí lengua. Un gruñido salió de lo profundo de mí garganta. Que mí ángel actuara así me estaba volviendo loco. Luego de unos minutos jugando así nos separamos jadeando.

Por Dios que ese beso abrió niveles de perversión en mí mente que no sabía que poseía... Necesitaba a Sehun... Y no de una manera tan inocente.