Capitulo III Encuentro inesperado

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Después de enfrentarse a Boris en un entrenamiento de práctica y una noche comiendo junto a los miembros de la resistencia, el día paso y después del desayuno Shiro y Hidemi se adentraron a un bosque junto al anciano joven Bors quien les comento que este sería su lugar de entrenamiento para controlar sus armas, al adentrarse encontraron una cascada rodeada por árboles.

-Wow ¡sí que es un lugar hermoso! –Pronuncio Hidemi admirando el agua fluir con fuerza, Bors se colocó enfrente de Shiro y Hidemi para luego decir.

-Aquí ustedes entrenaran, para cada uno les daré un entrenamiento distintos para mejorar sus habilidades así que den su mayor esfuerzo para conseguirlo.

- ¡Sí! –Gritaron juntos para luego observar a Bors acercarse a unos árboles viejos sin hojas para luego voltear a ver a Hidemi- Tu entrenamiento consistirá en recuperarlos y hacerlos volver a dar fruto, tu hada fue muy conocida por curar tanto humanos como criaturas y además de tener el poder de darle vida a las plantas y los arboles del bosque, así que te encargare esto, entiendo que será difícil para ti por ser muy joven pero confío en que darás lo mejor para lograrlo.

Hidemi miro el grupo de árboles para luego posar su mirada en Bors asintiendo aceptando su entrenamiento, Bors la observo y sonrío dirigiendo ahora su mirada a Shiro cambiando su rostro a uno más serio.

-Tu entrenamiento será más complicado, necesito que puedas entrar al espacio que une tu alma junto a la del Fénix así que tendrás que ir a la cascada y sentarse bajo de ella y meditar, cuando hallas podido entrar comenzara tu entrenamiento junto al fénix, deberás cumplir el desafío que te impondrá el fénix así que esfuérzate mucho en lograrlo, después de eso tu verdadero entrenamiento en el manejo de los elementos se llevara a cabo.

Shiro miro fijamente a Bors con una fuerte determinación asintiendo con la cabeza para luego ir hacia la cascada, Bors se sentó bajo un árbol y miro a los dos chicos comenzar su entrenamiento mientras les daba ánimo desde el fondo de su corazón.

Hidemi observo uno de los arboles sorprendida por su tamaño, sintiéndose nerviosa por no saber cómo hacer dicho trabajo- ¿Cómo hare esto...? –se preguntó así misma sosteniendo el dije en forma de alas de mariposa en su cuello, pero una dulce voz proveniente del dije se escucho y de este se desprendió una luz.

-Solo tienes que creer en ti Hidemi, -en ese momento apareció una pequeña hada con pelo largo y negro, con un vestido parecido a los pétalos de rosas apareció frente a ella con una sonrisa- tienes que ser fuerte por tus amigos, yo estaré a tu lado cuando me necesites.

Hidemi después de unos minutos de asombró asintió a las palabras de la hada la cual volvió dentro de su dije.

-¡Haré todo lo que este a mi alcance! -Hidemi pronunció llena de determinación colocando sus manos en el tronco del árbol, al mismo tiempo una luz verde rodeo sus manos y luego cubrio el árbol, del cual comenzó a brotar lentamente hojas de sus ramas las cuales mostraban un color tan vivo que Hidemi no pudo evitar emocionarse al verlo colocando más fuerza de lo debido quedando completamente agotada por el exceso de poder.

-Esto es difícil... -Hidemi miro el árbol que aún no se había recuperado del todo mientras la voz de la pequeña hada se escuchaba levemente.

-Tranquila... no todo se resolverá a la primera -comento el hada desde dentro del dije- tienes que estar calmada y pensar como sera el resultado, el don que te estoy otorgando te dara mucho poder si tu mente y corazón trabajan juntos, piensa como quieres que se vea el árbol y coloca el poder necesario para que lo que piense se vuelva realidad...

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