El inicio del apocalipsis

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Soy Liv Houston, tengo 14 años y vivo en el Sur de América, tengo dos hermanos, mi madre se llama Rose y mi padre Steve, y todo iba normal, me levanté para ir al instituto como de costumbre, esperé a mi amiga Anne y también intentaba tener conversaciones en cada cambio de clase con Jack, aquel chico encantador que me gustaba, hasta que sucedió lo que menos esperábamos.

Ya habí­a sonado el timbre lo que daba a entender que las clases habían terminado por hoy, cuando de repente, se escuchó un grito. Todo el mundo asustado observaba hacia todos lados hasta que apareció Hannah, la chica más popular del instituto, le faltaba un brazo e iba corriendo hacia a saber dónde, apareciendo por detrás el director Thomson que era una especie de zombie, yo asustada corrí­ hacia mi casa y ví­ a lo lejos a mi amiga, por desgracia alguno de ellos la habían cogido.

Al llegar a casa mis padres estaban intentando protegerse y cuando entré empezamos a echar el cierre a todas las puertas posibles, menos a la ventana de la cocina que parecía segura y con algunas sobras de madera que quedaban en el garaje de la última obra que hicimos en casa, intentamos hacer que estuviesen bastantes seguras las posibles entradas

Todavía al tanto de la situación encendimos la tele, aún recuerdo las palabras de aquel hombre hablando por las noticias antes de que pasase lo que pasó en mi casa, cuando estábamos acabando de escuchar las noticias, un ruido vino de la cocina, era uno de mis hermanos que había sido infectado por un zombie que habí­a intentado entrar por la ventana más "segura" y le había mordido convirtiéndolo en zombie al igual que los que andaban dispersos por la ciudad, recuerdo que entró el pánico en la casa, pero a la vez una situación bastante dolorosa, pues aún siendo zombie era mi hermano.

Empezó a correr y se abalanzó hacia mi padre haciéndole un rasguño, dándolo ya por muerto, pues por lo que yo había visto en algunas películas, la infección rápidamente ya estaba en su cuerpo y no tardarí­a mucho tiempo en empezar hacer efecto.
Recuerdo a mi otro hermano, más pequeño sollozando asustado, mientras que mi madre nos agarraba de los brazos con fuerza, yo estaba aterrorizada, aún escuchando la tele al fondo

Mi madre nos encerró en un cuarto dejándonos un arma para defenderme a mí­ y a mi hermano, mientras ella nos dejaba dentro con la puerta absolutamente cerrada, bajó echándole valor y matar a mi hermano mayor y a mi padre los que ya eran una amenaza para nosotros, aunque antes de que se escuchase un pie subir, se escuchó a mi madre gritar pues antes de matar a uno de ellos ella había sido infectada, antes de dispararle. En eso momento el pánico llego instantáneamente a mí­.

Mi hermano de 7 años y yo nos habíamos quedados solos, yo no me veía capaz de defenderme a mí misma, no sé de dónde sacarí­a el valor de para hacerlos por los dos.

Empecé a buscar algo en los cajones de mi madre, a lo que encontré una mochila para ir a la montaña que compramos hace unos años para ir de excursión en familia, abrí­ la puerta con el arma en una mano. La mochila en la espalda y mi hermano agarrado a mi, disparé a mi madre, ­ ella era una infectada y me costó ya que seguí­a siendo mi madre a la que por desgracia habí­a disparado.

Una vez abajo, abrí­ la nevera y cogí algunas de las provisiones que quedaban por allí , le dí a mi hermano una de sus chocolatinas preferidas para que no estuviese tan al tanto de lo que estaba pasando y estuviese distraído en otras cosas.

Nos sentamos en el sofá, y cuando pasó unos 15 minutos se escucharon golpes en la puerta, nos escondimos y a mi hermano justo en ese momento se le cayó el peluche y salió a cogerlo dejándose ver, a lo que las personas que estaban dispararon, se me cayó el mundo por un momento, estaba sola ya ni siquiera tenia a mi hermano.

cogí rápidamente el peluche de mi hermano y lo guardé en la mochila, a la vez disparando a las dos personas que habían entrado, dejándolos en el suelo de un disparo, me agaché y abracé a mi hermano, empecé a llorar, cogí las armas de aquellos hombres muertos y salí por la ventana, terminando de guardar el peluche en mi mochila y limpiándome las lágrimas en la camiseta.

Ahora estoy aqui, rodeada de latas para escuchar si alguno de esos zombies se acerca a mí , sentada en un árbol, recordando el último momento en el que todo fué normal.

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El apocalipsis está conmigoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang