heridas y vendas

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Narra Liv
Después de estar hablando con Anne toda la noche, dormimos un rato pero haciendo guardia por si había algún problema.
Cuando ya empezaba a amanecer, salimos de aquella casa, en busca del hospital que había cerca de la ciudad, para intentar encontrar algunas vendas limpias para lo que quedaba de brazo de Anne y que no se le infectase.
Ya casi estabamos saliendo del bosque y veiamos la puerta del hospital.

Nos acercamos con cuidado por que los cristales de la entrada estaban rotos y entramos con las pistolas en alto, en silencio subimos las escaleras hasta la sala de cura.
Cogimos bastantes vendas y agua oxigenada que aún quedaban allí

siéntate en esa cama- le dije- te voy a ayudar a limpiarlo

Anne se sentó y le quité la camiseta que ella se había enrollado para que no le rozara el brazo por todos lados.
Empezó a quejarse del dolor, y yo intentaba tranquilizarla, le eché el agua oxigenada para que desinfectase la herida de cualquier herida y le puse unas vendas, bien sujetas.
Anne descansó un poco porque se había mareado del dolor y continuamos con mirar si había mas armas por el hospital.

Empezamos por subir a la ultima planta, que cuando el hospital aun tenia enfermos, era la planta mas jodida. Había enfermos atados convertidos en zombis y era bastante abrumador.
Al fin y al cabo no encontramos nada ya que todo había sido arrasado por los supervivientes que intentaron quedarse vivos, derrepente escuchamos un ruido en la parte de abajo, y bajamos en silencio para ver quien era, o si solo se trataba de otro zombie mas.
Cuando atravesamos la puerta que daba a la puerta por la que entramos en un principio.
Para nuestra sorpresa, había un chico, no me resultaba conocido y por la expresión de Anne tampoco parecia conocerle, le apuntamos

-¿Qué  haces aqui?- le pregunté directamente

-Eemm- levanto las manos, dejando el arma que traía en el suelo- solo venía buscando unas pastillas y algunas provisiones de vendas, vengo en son de paz

-¿Cómo  podemos creerte?- preguntó Anne

No sabría que decirte en estas circunstancias para que me creyerais pero tengo un refugio en el que puedo daros un sitio para dormir a salvo-nos dijo mirandonos fijamente

Yo miré a Anne y las dos parecíamos estar convencidas por lo que dijo aquel chico que se encontraba frente a nosotras.

-Y.. como te llamas?- le dije

- Mike, encantado- me estrechó la mano-

- Pues yo soy Liv, y ella es mi amiga Anne- le dí la mano

Mike miró el brazo de Anne y le preguntó
- ¿Cómo perdiste tu brazo?

-Al principio de toda esta locura

-Aah losiento, debes ser dificil

- Ya me estoy acostumbrando- sonreí

Salimos en camino hacia la casa donde tenía Mike el refugio, parecía un chico simpatico y era realmente guapo.
Estuvo hablando y riendo todo el camino conmigo, mientras Anne iba al lado escuchando sin decir nada y un poco seria
Cuando salimos del hospital era casi el atardecer y cuando estábamos  llegando al refugio ya había caido la noche.

-Ya hemos llegado- dijo Mike

Era una casa a las afueras, ya que nos habiamos llevado bastante tiempo andando. Era bastante grande, con jardín pero tampoco me importaba mucho.
Cogimos unos troncos para sentarnos y nos sentamos junto a una hoguera en el jardín y Anne se quedo junto a él sentada mientras que yo subí a la planta de arriba a coger unas mantas y volví a bajar

-ya tengo las mantas pero solo encontré dos- los miré y me senté  al lado de ellos y le di las mantas a Mike

-Liv me parece que nosotros dos nos tendremos que poner en la misma manta- dijo Mike

Anne me miró con la tipica cara sonriendo mientras que mike no la veía y  ella se tapó con una de las mantas y Mike y yo nos pusimos otra por encima y teniamos que estar muy pegados, estaba un poco nerviosa por la situación pero después de un rato se me acabó quitando mientras que estuvimos hablando de conversaciones sin importancia

Mike se levantó y dijo

-me voy a ir a una de las camas de arriba a dormir ya, buenas noches- se despidió subiendo arriba

-buenas noches- dijimos las dos

Cuando Mike ya llegó a su cuarto, Anne me miró riendo y dijo

-tia si te soy sincera parecéis algo mas y os habéis conocido esta tarde- dijo con un tono alto de voz y siguió riendo

-tia no lo digas tan alto que vergüenza, además lo he conocido hoy, nose ni como es realmente

-Bueno vayamos a dormir ya, que mañana no se sabe a que hora habrá que salir

-Si vamos.

subimos arriba y habia una habitación con dos camas y nos quedamos dormidas despues de un rato intentándolo.

El apocalipsis está conmigoWhere stories live. Discover now