Octavo Paso

8.8K 1.1K 570
                                    

Sus palabras en verdad me enculan. Muchas gracias.

Antes de seguir, quiero hacer un poco de spam a una historia MUY buena, qué digo? HERMOSA. Se titula ¿Me permites enamorarme? by Dibyrr. Es sobre Jonathan. Es hermosa, me encula y quiero que tengas los votos que se merece

Pasen a leerla, apoyenla mucho, sientanla... yo la sentí y lloré (?) Alv. Ya ya, les dejo lo siguiente.

Disfruten

~●~

¿estaba nervioso? ¡claro que lo estaba!

¿¡Cómo no estarlo!?

Se giró en su puesto y vio a Jonathan, en su pupitre, pensativo. Se veía hermoso... como si los mismo angeles hubieran esculpido su rostro y- ¡NO! ¡NO ERA MOMENTO PARA ADMIRAR A SU AMADO! ¡Debía formular las palabras correctas para poder darle el libro!

¿con qué cara se lo daría?

¿con qué tono?

¿con cual valor lo haría?

Se sentía tan incapaz de dárselo, a pesar de que le había costado una suma de dinero considerable, pero aunque gastase millones, no compraba el valor. Y agregando que esa mañana vio a Jonathan un tanto raro. Al saludarlo, este se sobresaltó y nervioso se mostró. Le devolvió el saludo y se retiró, casi corriendo, dejando solo a Sherwin a mitad del pasillo, confundido y tal vez triste.

Desde entonces, él lo evita

¿qué hizo mal?

¿no le gustó la salida de ayer?

¿se aburrió de él?

No sabía la razón de esa distancia que el moreno dejaba entre ellos, y eso le preocupaba, mucho

Suspiró y se dio la vuelta para poner la atención en el profesor, quien explicaba la clase. Pero era imposible. Seguía y seguía pensando en una forma para darle el libro y disculparse por... sea lo que sea que haya hecho
No, no tenía el valor para verlo a los ojos y entregarle a Shakespeare. Pero su corazón sí.
Sí, ese día lo había llevado oculto al instituto, bueno no lo llevó, él mismo se coló a su mochila. Como sea. Este mismo sabía que su dueño a nada se atrevería si no fuera por algueon que le ayudara o le diera un empujón. De lo contrario, el libro en manos de Sherwin se quedaría

Pero el pequeño corazón no iba a permitir eso

La campana de receso se escuchó por todo el sitio, dándoles un alivio y felicidad a los alumnos. la mayoría salió casi corriendo del salón, directo a la cafetería. Noten que dije la mayoría, pues en la minoría estaban Sherwin y Jonathan, este último se había quedado en su mundo y con la mirada perdida. Sherwin siempre tomaba su tiempo al salir y no había notado la presencia de Jonathan en el salón aún. Pero su corazón sí

Sin permiso ni consentimiento de su dueño, sacó el Shakespeare de la mochila, entre sus pequeños y delgados brazos y flotó hacia el moreno. Bajaba y subía en el aire, pues el libro no era precisamente liviano.
Para cuando Sherwin notó la ausencia de su corazón, un sonido en seco rompió el silencio, captando la atención de ambos jóvenes. El corazón había dejado caer el libro frente al pupitre del moreno. El pelirrojo abrió sus ojos de par en par al ver aquello y, solo para desmentir lo que sus ojos habían visto, revisó su mochila, la que no tenía el libro. Torpe y rápidamente se levantó de su pupitre y se corrió a donde estaba su corazón y el libro. Quiso tomar ambos, pero uno de ellos escapó flotando y el otro ya lo tenía su amado entre sus manos, examinandolo, sorprendido y con una sonrisa y un rubor y un brillo en sus ojos.

-¿esto es real? -preguntó Jonathan sin perder la sonrisa

-sí-í, ve-eras, pe-ensé que-e querrí-ías acaba-arlo y-y lo-o conse-eguí y-y-y... -tartamudeaba, nervioso- espe-ero te guste-e y me perdo-ones

-¿perdonarte? -le vio confundido

-sí... hoy me evita-abas y no-o sé lo que hi-ice y-

-no es lo que piensas -le interrumpió antes de reír levemente- es solo que... no sabía como...

-¿Cómo...?

Jonathan le miró un momento antes de dejar el Shakespeare en su pupitre y tomara su mochila. Comenzó a remover sus cosas hasta encontrar lo que buscaba. Sacó un libro y se lo tendió al pelirrojo, quien abrió los ojos de par en par y sus mejillas adquirían el mismo tono que su cabello

-Orgullo y Prejuicio... -susurró co una sonrisa

-vi que te gustó mucho, y mi padre lo tenía empolvado entre sus cosas, así que pensé que tú lo cuidarías mejor -le sonrió

-¿e-esto e-es rea-al? -preguntó sorprendido mientras tomaba el libro

-claro, ahora es tuyo -finalizó antes de sentir unos brazos rodearle su cuello

-¡gracias gracias gracias! -habló emocionado el pelirrojo

Jonathan solo le devolvió el abrazo, sintiendo un calor en su ser. Mientras un corazón flotaba al rededor de ellos, emocionado. Luego de unos momentos, ambos se separaron y fue el moreno quien rompió el silencio

-hey, vamos al patio

-¿para qué?

-quiero leerte Romeo y Julieta

Aquellas mejillas que ya se habían calmado, recuperaron el color con violencia. Jonathan solo rió por su reacción antes de tomar su libro, luego tomar al pelirrojo de la mano y salir del salón con él, directo al patio.
Ya afuera, ambos se dirigieron al árbol donde pudo haber acabado su historia, con un corazón roto, pero no, siguió. Ya sentados en el césped, recostandose en el árbol, el moreno abrió el libro y se colocó en la primera página de la historia

-¿estás listo? -preguntó, a lo que el menor asintió con emoción, emoción que trato de ocultar sin éxito- bien...

El resto de ese receso, Jonathan le había introducido a aquella historia de amor y tragedia. Al finalizar el receso, ambos volvieron al salón, esperando el próximo receso, en el cual volvieron al árbol y siguieron con la lectura

CONTINUARA

Paso A Paso [In A Heartbeat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora