La Azotea (Lauren G!P) Mini Fic

Capitulo 11 (O.S)

Abro lentamente los ojos y una sonrisa se perfila en mis labios cuando siento a alguien removiéndose a mi lado en la cama, giro mi cabeza para encontrarme al amor de mi vida desnuda.

Tengo cinco años con ella desde aquella noche en el departamento, dos años después de aquel suceso y decidirnos vivir en Paris luego de ella haber pedido un cambio de ubicación nos casamos, ahora en tiempo completo han pasado cinco años en donde esos cinco años nunca fui lastimada ni golpeada, fui llena de amor y de caricias pero sobre todo de besos.

Me quedo mirando su espalda desnuda, me acerque lentamente y aparte parte de su cabello dejando más visible su espalda en donde comencé a dejar sutiles besos, la sentí removerse cuando mis labios habían llegado hasta su nunca en donde se encontraba un precioso tatuaje que por cierto siempre que tenía la oportunidad besaba como este día.

-Camz- la escucho decir de forma ronca, la veo girarse aun con los ojos cerrados pero la carpa que formaba su miembro me incentivaba hacer otro tipo de movimiento.

-Buenos días mi amor- le susurre cerca de su oído mientras mi mano bajaba por su torso que había quedado desnudo cuando se giró en la cama. La escuche suspirar y me motivo para seguir mi camino.

-Sí que son buenos- jadeo levemente mientras sentía mi mano caliente llegar a la altura de su miembro más que erecto.

Sutilmente pase mi dedo índice desde la punta hasta la base y devolviendo el recorrido para sentir el leve líquido que brotaba de la cabeza de su polla, aun debajo de la sabana lo tome suavemente y esparcí con mi dedo pulgar el líquido pre seminal que se presentaba orgulloso en ella.

De un movimiento quite la sabana dejándola desnuda y bueno no solo a ella sino que yo también quede en igualdad de condiciones, me acomode en sus piernas mientras veía sus parpados revolotear cuando tome su miembro en mis manos, baje mi cabeza hasta estar a solo centímetros de ella y sople en su glande.

-Mierda amor has algo- la escuche gruñir y una sonrisa de superioridad se formó en mis labios, actuando de la forma que ella no se esperaba, baje mi cabeza y pase la lengua por el glande probando ligeramente su esencia que volvía a salir de ella, un suspiro largo salió de sus labios para luego meter completamente su pene en mi boca, era grande y había tomado tiempo acostumbrarme al hecho de tenerla en mi boca, la primera vez fue algo incómodo pero no dejo de ser placentero tanto como cuando ella me hace sexo oral, no sé dónde aprendió todo pero estoy feliz que ahora todo lo practique conmigo casi de forma diaria.

Vi sus manos empuñarse ligeramente en las sábanas blancas de la cama y subí mientras su miembro apretaba mi lengua por todo el lateral por donde pasaba, volví a bajar y subir de forma rápida y alentadora cuando vi sus manos soltar y apretar las sabanas tan rápido como mi cabeza subía y bajaba de su gran miembro hasta que logre sentir sus manos a cada lado de mi sien, sabía que quería llevar sus ritmo eso lo note desde que sus caderas comenzaron a moverse tratando de encontrarlo, deje que hiciera lo que quisiera al fin y al cabo esto debía disfrutarse en parte iguales.

-Amor, no creo que pueda aguantar mucho- jadeo y saco su polla de mi cara para sentarse dejándome encima de sus piernas.

Cambiamos de posiciones tan rápido que no me sorprendió sabía que quería liberarse y no precisamente en mi boca, lo que causo que se calentara mi vientre yo también ansiaba un poco de ella, de la forma en que podía dármelo.

La sentí colocar besos por mi cuello mientras sus manos vagamente libremente por mi cuerpo para tocar todo lo que podía, sentí que mordía ligeramente mi cuello mientras apretaba mi pecho levantando como un pico mi montículo que quedo prisionero entre sus dedos para apartarlo al mismo tiempo que todo mi pecho, un gemido salió desde lo más profundo de mis labios o mejor dicho garganta para hacerle saber cuan excitada me encontraba en dicho momento, sentí sus besos bajar por en medio de mis pechos para llegar casi a la altura de mi pubis, la vi arrodillarse y abrirme las piernas, sin lugar a duda el sexo mañanero era el mejor que había experimentado.