Mario y... Valentina

😵sesenta y cinco😵

--Señor Murillo, la cirugía ha terminado sin complicaciones -dijo el doctor.

--¿Cómo está ella? ¿Cuándo podré verla? -pregunta Mario impaciente.

--Según la reacción de su esposa, la verá más pronto de lo que yo mismo esperaba -agrega con una amplia sonrisa el doctor.

Melinda abraza a Erick llorando de emoción.

--Gracias, doctor, es usted un santo -expresa la chica sin soltarse de los brazos de su amado.

--No me agradezcan a mí solamente, ella puso mucho de su parte. Su cerebro respondió a todos los estímulos, así que solo es cuestión de esperar a que pase la anestesia.

--¿Cuánto tempo? -pregunta Mario.

El doctor no pudo contestar a la pregunta ya que escuchó su nombre en el altavoz del hospital.

Dr. Mckenzie, favor de presentarse urgentemente a terapia intensiva de mujeres.
Dr. Mckenzie, se le solicita urgentemente en terapia intensiva de mujeres.

El médico dio la media vuelta y se dirigió corriendo al 6° piso seguido de Mario, Erick y Melinda.

El guardia de seguridad no levantó una mano para detenerlos y en menos de dos minutos ya estaba el doctor donde se lo solicitaba.

En el área, todos los empleados corrían de un lado a otro, llevaban material, medicamentos, bolsas de suero etc.

Mario rogaba que no fuera Valentina la que se había puesto mal, pero desgraciadamente así era.

Dos médicos intentaban reanimarla sin éxito.

El Dr. Mckenzie pregunta qué fue lo que pasó.

--Infarto al miocardio -le contesta un colega.

--No puede ser, ella estaba perfectamente cuando la dejé -Mckenzie no daba crédito a lo quien estaba pasando.
Se acercó a Valentina y después de revisar sus signos vitales, la declaró muerta.

--Nooooooo -gritó desgarradamente Mario.

A toda costa quería llegar hasta ella pero muchas manos se lo impidieron.

--Usted me dijo que viviría... Me mintió, doctor... Me mintió. Digame por qué me dio falsas esperanzas. -gritaba el pobre Mario con los ojos enrojecidos y llorosos.

--Déjeme ir con ella... Aunque haya muerto quiero estar con ella -continuaba gritando.

Las enfermeras lo miraban tristemente y algunas lloraban al ver el dolor de ese hombre.

El doctor Mckenzie dio órdenes que lo dejaran pasar.

Flashback De Valentina.

Otra vez me inyectan ese líquido tan frío...ya les dije muchas veces que no lo necesito, lo que quiero es ver a Mario. Enfermera...enfermera...
Vaya a buscar a mi esposo.
Ay no... No puede ser...todos siguen sin oírme.
¿Qué pasa, doctor? todo me da vueltas. Me siento mareada...no quiero dormir pero me vence el sueño...doctor...vaya por mi esposo, quiero decirle que lo amo... Quiero decirle que lo perdono...quiero decirle que...