Amar de nuevo

Capítulo 16~La oportunidad de tu vida

Capítulo 16

Ariel

—¡Hey, Ariel!—escucho la voz de Gabi a lo lejos cuando en realidad está sentada enfrente de mí, en mi cama.

Estamos haciendo el último repaso de Economía, ya pasaron las Navidades y el año Nuevo, el examen es mañana y tenemos que darlo todo.

Siendo sincera, antes no ponía tanto empeño en aprender y aprobar, porque no me gustaba mucho la carrera, lo único que quería era ser modelo, pero sabía que si no lo conseguía tenía que vivir de algo, y aunque lo consiguiera, no sería para toda la vida.

Ser modelo es algo temporal, cuando mi cuerpo ya no esté en condiciones ya no seré útil para eso.

Por eso estudié cualquier carrera, y elegí Marketing como mamá.

Lo raro de todo esto es que ahora tengo menos pereza para aprender y aprobar los exámenes. ¿Será porque ahora que soy modelo me siento más feliz en la vida y con más ganas de vivir que nunca?

¿O simplemente porque no quiero que papá me castigue y no pueda ver a Christian?

Christian...

El beso...

Dios, no paro de pensar en ese beso que fue tan...tan de película. Christian es tan apasionado...Es fuego...

Pone mi vida en llamas...

Y eso a mí me gusta.

Me encanta.

Él me encanta.

Aún recuerdo cuando me preguntó si le quería. No estaba preparada para esa pregunta, y sigo sin estarlo. Él me gusta, eso ya lo sabe y todo el mundo lo sabe porque no me da la gana ocultarlo. Pero...¿Quererle?

¿Quiero a Christian?

El amor no es algo que se sienta así porque sí, yo por lo menos nunca lo he sentido. Pero me imagino que es algo totalmente hermoso, aunque a veces duele. Lo he visto en las películas y lo dice la gente.

¿Tal vez me haya enamorado de Christian y no me haya dado cuenta?

¿Es eso posible?

No lo creo, pero estaría genial enamorarse de él y que él se enamore de mí.

—¡Ariel Dupont!—Gabi grita mi nombre justo en mi tímpano y yo me sobresalto del susto—¿Despertaste ya o tengo que echarte agua helada para que te concentres en el repaso? ¡Perra de mierda!

Yo me río, me gusta cuando se enoja—Lo siento, bruja. Me distraje un rato.

—¿Un rato?—eleva la voz—llevo tiempo llamándote y tú con esa cara de perra embobada. ¿En qué estabas pensando, eh?

—En Christian—respondo con una sonrisa culpable.

—¡Ay Dios!—se toca la frente—Deja de pensar en él, lo verás dentro de tres horas en el partido, sigamos con el repaso. Es muy importante que aprobemos esta materia. ¿Lo sabes, cierto?

El partido importante del que Christian siempre me hablaba y que papá no ha dejado de repetirme que asista, es hoy. Le dije que no quería ir, como siempre hacía, para que insistiera. Pero está claro que ni siquiera un terremoto me impediría ir.

Pero ahora lo más importante son las clases, debo seguir estudiando como todos estos días.

—Claro, lo sé. Sigamos.