¡Sorpresa!

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-ElenaPOV-

¿Sabes? Pensé que te darías cuenta rápido, pero veo que eres más idiota de lo que pareces.
¿De qué estás hablando? decía yo, a aquella voz, que por ahora no tenía rostro.
Para ella no ha sido más que un beso, un beso sin sentimientos, solo un beso como cualquier otro, ni si quiera le ha importado.
Sigo si saber a que te refieres.
No debes perder el tiempo con personas como ella Elena.

Me desperté agitada, miré la hora, las 04:27 de la madrugada. Laura estaba a mi lado, durmiendo tranquila. Ya no podía volver a dormir así que me levanté y entré al baño, a darme una corta ducha, para quitarme una pequeña capa de sudor de encima. Cuando salí y me puse el pijama de nuevo para intentar dormir otra vez, mi estómago rugió pidiendo algo de comer. "Justo en el momento perfecto" pensé sarcásticamente, volví a mirar la hora, las 04:40, y bajé a por algo de comer a la cocina. Me preparé unos cereales y me senté en la mesa para comerlos, y cuando casi había acabado, se me cerraron los ojos y empiece a tener sueño, pero como soy tan idiota, en lugar de ir a la cama otra vez, apoyé la cabeza en la mesa y dormí ahí.

*La mañana siguiente (Sábado)*

—¡Elena! —gritaron, haciéndome saltar de la incómoda silla en la que estaba y cayendo al suelo.
—¿Pero qué coño...? —digo yo, observando a mi al rededor, estaba en la cocina.
—¿Qué haces ahí? —pregunta Tara.
—Yo... Espera —intenté recordar que pasó anoche— Oh... Ya recuerdo, me entró hambre y vine a comer algo, luego me quedé dormida, fin —finalicé con una sonrisa inocente.
—Bueno, creo que... me debería ir, gracias por dejar que me quedé —dijo eso último casi en un susurro, mirando hacía el suelo.
—¿No te quedas a desayunar? —pregunté yo.
—No, no puedo, lo siento es que hoy tengo una comida con... —pensó un poco más— ¡familiar!, tengo una comida familiar y no puedo faltar.
—Em... Está bien, te acompaño a la puerta.

Cuando por fin se había ido, volví a entrar en la cocina, donde estaba Tara.

—Me voy a ver la tele —me dijo.
—Vale.

Pasé gran parte de la mañana recogiendo la casa, mientras Tara se había quedado dormida. A las 15:06, alguien llamó a mi móvil haciendo que me sobresaltara, pues estaba tranquila visitando un poco mis redes sociales, que las tenía abandonadas. Respondí la llamada.

*Llamada telefónica*

—Hey Elena, cuaaanto tiempo —dijo Rocío, como siempre exagerando.
—Rocío, nos vimos ayer en clase.
—Bueno, que yo no te llamo para que te quejes guapa, llamo porque te vienes conmigo y con Alba a una fiesta.
—¿Fiesta?
—¿No sabes lo que es?
—Em... Si, pero...
—Pero nunca has ido a una, ¿cierto? —dijo interrumpiéndome.
—Exacto.
—No te preocupes, Ro te salvará de esta, vives justo al lado de la casa de Ashley ¿verdad?
—Si, pero...
—Estaré allí en media hora, ciao - y colgó.

*Fin llamada telefónica*

"Madre mía, ahora ¿qué? Vale tranquila, tampoco es el fin del mundo" pensé.

Escuché un ruido proveniente del salón y fui a ver que es, llegué y me encontré con Tara, con medio cuerpo en el suelo y medio cuerpo en el sofá y comencé a reírme, "Que formas tan raras de dormir tiene esta chica" pensé. La desperté y le dije que fuera a su habitación, hizo lo que le dije y escuché el timbre de la puerta, entonces la abrí.

—Pero fíjate. si es la perdida —dijo Rocío en cuanto abrí la puerta, dándome un abrazo.
—¿Nunca paras de exagerar?
—No chica —dijo sonriendo— Entonces, ¿me dejas pasar?
—Si, claro pasa - ella entra y observa el apartamento.
—Bonito, ¿no vivías con tu hermana?
—Ella está dormida ahora mismo.
—Entonces no haré ruido —dijo haciendo como si se cerraba la boca con una cremallera.
—Oye, ibas a venir en media hora, ¿que haces aquí?
—Pues me aburría y he venido antes, ahora te ayudaré a prepararte para la fiesta.
—¿Cuándo dije que iría?
—Oh querida, no me hace falta tu permiso, vendrás.
—Está bien
—No te pido un "Está bien" soso y aburrido, arriba esos ánimos Elena, "Está bien" con alegría y energía.

Después de eso, se pasó toda la tarde buscando que ponerme y escogió un vestido un poco más arriba de mis rodillas, de color azul, y unos tacones que para mi gusto eran demasiado altos, color negro. Ni si quiera sabía de donde había sacado eso.

Cuando ella me dijo que estábamos listas y que Alba pasaría a recogernos, fuimos al salón, ya que estábamos en mi habitación, a esperarla. Entonces oímos el pitido de un coche fuera, y salimos a ver si era Alba, que efectivamente sí era. Yo antes de irme, cogí las llaves de casa y le dejé una nota a Tara, diciéndole donde y con quien estaría. Luego nos fuimos de allí.

Música, olores fuertes y empujones, es lo único que sentí al entrar en el local al que me habían traído. Llevaba un rato sola dando vueltas, ya que había perdido a Alba y Rocío que llevaban unas cuantas copas, yo ni siquiera me había terminado la primera, que aún llevaba en la mano, cuando choqué con alguien que hizo que se me derrara tanto en mi vestido como en el suyo. Levanté la vista, y ahí estaba ella, con su pelo azul y esos ojos azules que me gustaron desde el primer momento en que los vi.

Blue Haired Girl || Sonia Gómez || Sweet CaliforniaOnde histórias criam vida. Descubra agora