El Hermano de Salazar Slytherin [REESCRIBIENDO]

#18: Sangre Black

-Hola Director Dumbledore.

-Bienvenido a Hogwarts señor Aidone, sigame a mi oficina para que pueda dar su examen.

(...)

Una joven mujer abrio suavemente la puerta, entro a la habitación, esta estaba desordenada, con papeles junto a pergaminos llenos de raros dibujos y palabras sin sentido, ella se sento en el unico lugar libre en el sofa y agarro una bola de cristal de la mesa frente suyo.

Sus cabellos blancos caian en sus hombros, y unos raros ojos dorados y plateados observaban con una mirada soñadora la bola que para cualquier mago o bruja mediocre u sin talento en adivinación solo verian una bola de cristal con cosas borrosas que de seguro intentarian decifrar dandoles formas.

Ella veia a un lobo y un gran perro negro parecido al supuesto augurio de muerte de los magos, el Grim, miro ambos se frotaban con afecto y el perro le lamio con cariño al lobo, sus labios se estiraron en una pequeña sonrisa.

Y una pluma muggle aparecio en su mano, agarro una hoja vacia al lado suyo, y empezo a dibujar, hasta que se formo la forma de lo que había visto, junto a palabras sin sentido debajo del dibujo.

Miro de nuevo la bola de cristal, ahora la imagen había cambiado a un pequeño gato negro de ojos verdes, el pequeño estaba asustado mirando a todos lados mientras que una criatura retorcida intentaba llegar a él, y de cerca un mujer de cabellos rojizos miraba impotente encadenada con cadenas gruesas negras y oxidadas.

Lo dibujo como antes en un pergamino vacio, y la imagen se distorciono para dar paso a un león rugiente peleando con una gran serpiente negra con el addomen plateado. También fue dibujado y dispersado por ahí con los demás dibujos.

La imagen se distorciono para cambiar a un león negro, este estaba siendo agarrado por brazos podridos que lo intentaban arrastrar al fondo de las oscuras aguas, el león negro luchaba y la desesperación se escapaba de sus ojos grises.

Y antes que la joven de cabellos blancos pudiera dibujar lo que había visto una mujer de anteojos grandes y mirada excentrica aparecio por la puerta con una sonrisa loca.

-Calipso, la abuela te llama.

Una ultima mirada a la bola de cristal hubiera mostrado ojos sin vida dorados y plateados.

Pero ella se levanto y camino a la entrada, dirigiendose a lo que de seria su muerte.

(...)

-¿Me podrías permitir este baile señorita?.- Pregunte besandole los nudillos de una mano, una mano sin un anillo, era soltera, pero tal vez en un contrato de matrimonio.

-Claro, caballero.- Le contesto la hermosa mujer con una sonrisa.

La mujer tenía un largo cabello rubio, bonitos ojos verdes, una gran promesa a una posible esposa, ella seguro era una sangre pura pues sino como pudo haber venido a aquella prestigiosa fiesta.

Con una mano en la cintura de la mujer empezamos a bailar al compas de la musica, decidi sacar toda la información posible de ella antes que acabara ese baile.

-¿Y como se llama señorita?

-Stephania Vlen, hija del prestigioso sangre pura Clovis Vlen.- Me contesto.- ¿Y usted?

-Charles Kantlen, hijo del sangre pura Junio Kantlen.- Le dije

-¿Comprometida?

-¿Eh? No, todavía no, pero mi padre ya está eligiendo a mi futuro marido.- Dijo rápidamente y algo nerviosa.

Me fije en su cuerpo, su largo vestido verde abrazaba su cuerpo a la perfección, tenía casi nada mucho pecho, pero sus largas piernas lo compensaban.