Labios sabor a Almendra

Introducción

No tengo mucho que decir.

Posiblemente dejé en ridículo en apellido McFarlenn al tener una reputación tan...¿sucia? ¿loca? ¿descuidada? Tal vez.

El único que me comprendía era Ryan, a pesar de que lo haya conocido de una manera tan violenta y rara.

Si tenía hambre, me alimentaba.
Si tenía frío, me abrazaba.
Si quería llorar, me prestaba su hombro.
Si estaba molesta, me dejaba romper sus horóscopos (que él también odiaba).
Si no entendía algo, me explicaba.
Si me reía de algo, él también lo hacía.

En fin, el mejor amigo que el cielo pudo darme.

Normalmente las chicas terminan  enamorándose de sus mejores amigos, pero ese no fue mi caso ¿por qué? Simple: Ryan es gay.

Lo sé, al principio yo también salí espantada y no quería saber de su existencia, pero terminó siendo un buen chico.

Claro que Ry, además de ser gay, no es el único chico en la tierra ¿no?, así que alguien tenía que robarme el corazón y enseñarme qué era eso a lo que llamaban "amor".

"Jamás voy a enamorarme"

Tal vez cuando dije eso tenía 5 años y tenía esa firme idea de que los niños eran tontos y malos.

Pero dos cosas:

•Dave Harrison no era un niño.
•No volví a pensar en eso después de conocerlo.