7. Pipí

19 1 8
                                    


Abro mi casillero algo molesta por lo que sucedió en la mañana. Dave es un tipo muy egocéntrico, al parecer tomó como si nada lo que le dije por teléfono, ya que siguió actuando como si todas las chicas babearan por él. ¿Quiere pensar eso? ¡Bien! Eso estaría bien si en "todas las chicas" yo no esté incluida. Por tener una mala reputación no significa que caiga rendida a la sonrisa torcida de cualquier chico.

Dave arruinó mi mañana.

Y gracias a él le grité al profesor Jhonson cuando me regañó por estar distraída en su clase, lo cual hizo que me ganara otra visita a la oficina de papá y otra boleta para mi box.

-¡Chica rubia!- exclama alguien a mis espaldas con la intención de asustarme, pero lejos de hacerlo me hace reír por la agudeza de su voz.

-Ry- saludo tranquila volteando. Mi amigo hace un puchero por no lograr su cometido y yo sólo río cruzándome de brazos.

-¿Ya le contaste a Dave sobre nuestra apuesta?- pregunta alzando las cejas divertido.

-Nop- frunce el ceño y ladea la cabeza confundido- no te apures, chico. Recién hoy es nuestra primera cita, si se lo hubiera dicho hubiera creído que estoy interesada en él ¿no crees?

-¿Y qué eso no es cierto?- pregunta acercándose a mi rostro. ¿Por qué todo el mundo cree que una sonrisa chueca y una actitud soberbia atrae a las mujeres? Es desagradable. Enarco una ceja y lo hago retroceder empujando su nariz con mi dedo índice.

-No- respondo seca.

-Entonces, ¿Dave es mío?- cuestiona moviendo las cejas pícaramente. Río por su pregunta y me encojo de hombros con simpleza. -¡¡DAVE ES MÍO!! ¡OH SANTOS UNICORNIOS ROSADOS!- exclama dando pequeños saltitos. Aw, parece un conejo.

-Sí, sí, Dave es tuyo, como digas- le doy la razón sonriendo divertida. La actitud de Ryan, por más infantil que sea, logra sacarle una sonrisa a cualquiera. O al menos a mí.

-¿Qué yo soy de quién?

Doy un brinco al escuchar su voz a mis espaldas. ¿No debería estar caminando por ahí coqueteando con cualquier mujer que se tope en su camino?

Me paro al lado de Ryan y él mira a Dave con los labios entreabiertos por la vergüenza y un notable sonrojo. Muerdo mi labio inferior para no reír y niego con la cabeza mientras Dave nos mira con una ceja alzada.

-Eh...yo...tengo que ir a clase de física- habla Ry nervioso. Me da un beso en la mejilla y se pierde en el pasillo con la cabeza gacha. Tal vez pueda darle algunas clases sobre cómo mantenerse callado.

-¿Por qué ese tipo besó tu mejilla? ¿Es tu novio?- pregunta el ojiazul cruzándose de brazos.

Olviden las clases.

Lo miro con una ceja arqueada e imito su acción antes de chasquear la lengua.

-¿Qué? ¿Ahora tengo que darte explicaciones? ¿Y si lo fuera qué?- espeto frunciendo el ceño.

-No, yo...sólo...

-Tú nada. Dave, entiende de una vez por todas que tu actitud de «soy el mejor» no es bonita. No tengo por qué darte explicaciones ¿entiendes? Ni siquiera sé porque me sigues a todas partes. ¿Sabes? Comienzo a arrepentirme de la cita de hoy.- suelto con molestia. Dave me observa serio y parpadea repetidas veces. Suficiente, si no va a decir nada y va a hacerse el ofendido, me voy.

Ruedo los ojos y me volteo para dirigirme a clase de educación física, pero me toma del brazo haciendo que voltee.

-¿Pero qué...?

Labios sabor a AlmendraWhere stories live. Discover now