Capítulo 1: El demonio de ojos carmesí

1.7K 112 98
                                    



Comentarios al final del capítulo.

Advertencias: Ésta historia contendrá lenguaje inapropiado y vulgar, escenas sexualmente explícitas (para el único caso de Katsuki y Ochako que son la pareja principal)

¡Disfruten!

____________________________________________________

°

°

o

°

°

En la pequeña ciudad de Yuuei, un joven matrimonio acaba de mudarse.

Izuku Midoriya es un chico con una personalidad amable, posee un cabello algo revoltoso de color verde opaco y unos ojos de inocencia y determinación que acaban con facilidad cualquier pensamiento que no sea pacífico... o al menos eso podría ser así para la mayoría de las personas que lo rodeaban.

-¡Ochako! No deberías estar cargando esas cajas, podrías lastimarte –le regañó el peliverde a su esposa por no tomar en cuenta sus indicaciones.

-Yo sólo quiero ayudar –se excusó la joven castaña un poco apenada mientras el peso en sus brazos se aligeraba.

-Te dije que yo me encargaría de todo lo demás. Ya me ayudarías a desempacar –se siguió quejando el joven Midoriya mientras depositaba la caja en una esquina de esa habitación semi-vacía.

Los recién casados habían tenido que decidirse por mudarse apenas cumpliendo los tres meses de haber celebrado su ceremonia de boda, junto a sus apreciables amigos y familiares. Esto porque el nuevo puesto que Izuku había recibido como un ascenso a su excelente desempeño laboral se encontraba en otra ciudad, al menos a unas cinco horas en tren.

El joven peliverde trabaja para una importante compañía empresarial que se encarga de la fabricación y diseño de armas, detonantes y todo lo que se le ordene. Para su esposa no es que aquel trabajo le agradara completamente, pero el joven Midoriya estaba convencido de que él no estaba trabajando para iniciar una guerra, sino para traer paz y proteger de alguna manera a alguien que se encontrara indefenso.

Ochako Uraraka se había enamorado de Midoriya desde sus primeros años de instituto. En toda su vida no había conocido a otra persona que la hiciera sentir como la mujer más protegida y amada de éste universo. Su noviazgo comenzó a unos meses de finalizar la Universidad y después de dos años de relación decidieron comprometerse y casarse. La vida no podría ser más considerada con ella. Poseía al hombre del que se enamoró y bien correspondida estaban casados por la eternidad, una que recién iniciaba.

-¿Mañana conocerás a tu nuevo Jefe? –preguntó Ochako después de entregarle una botella con agua a su marido.

-Eso parece –le sonrió –Aunque quisiera tomarme la tarde libre para poder estar contigo y avanzar con los pendientes de la mudanza.

Uraraka se sonrojó al instante, a pesar de estar casados, aún le tomaba por sorpresa que Izuku se expresara de esa forma.

-Seguro es para que conozcas las instalaciones y puedas tomar tu puesto, además de relacionarte con tu compañero.

Con apenas veinticinco años, Izuku había podido lograr bastantes de sus metas prometidas, pero estaba claro que aún no se encontraba ni a la mitad del camino.

El infierno entre tus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora