Capítulo 3: Cuando un Ángel llama a un Demonio

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Tendré por el momento que publicar lo que llevo del capítulo, definitivamente no me doy suficiente tiempo para completarlo, aún así espero que les guste y sirva de señal para saber que no estoy muerta xD pero sí ocupada :/

No quería dejarlos sin leer nada durante bastante más tiempo, siento que ya fue demasiado. Acepten mi humilde ofrenda.

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Se dice que, a lo largo de la existencia humana, hay llamados tan intensos y desesperados que siempre estarán buscando a quien se le ha enviado, por ello, algunos mensajes pueden perderse en el tiempo y otros llegan demasiado tarde...

Cuando Ochako despertó por la madrugada, se sobresaltó al ver que Izuku ya estaba en casa, durmiendo tan pacíficamente a su lado. Observó con vergüenza que estaba arropada con una pijama gruesa de color rosa en dos piezas que acostumbraba vestir y después de unos minutos en la oscuridad de su habitación fue consciente de que su esposo tuvo que haberla desvestido para encontrarse de ese modo.

Él la había tocado.

Con las mejillas sonrojadas y una sonrisa nerviosa se acercó hasta besar de manera fugaz los labios que permanecían serios en el rostro del joven y colocó su frente entre su pecho, escuchando el respirar profundo y tranquilo que de él emanaba, entonces, a pesar de la tranquilidad y alegría que le traía la sensación de volver a estar cerca de Izuku, recordó con pesar el aroma del joven rubio que la había llevado hasta la puerta de ese pequeño departamento y aquello le hizo presión sobre su estómago. Apretó los ojos con fuerza, como si aquella memoria le trajera un desagrado insufrible y se acomodó más entre el cuerpo de su marido.

No sabía si el impacto que los ojos carmesí habían dejado en ella era algún tipo de maldición, pero estaba segura que él tenía una presencia de manera negativa.

Katsuki no era un hombre que ella deseara conocer y, esperaba por alguna divinidad de los cielos, que no volviera a tener que contactar con él en ninguna otra ocasión por lo que le restara de vida.

Pero para su desgracia, ese deseo no iba a ser concedido jamás por ese demonio, por el contrario, éste se complacería por entregarle el infierno mismo.

Todos esos pensamientos en madrugada de parte de ella terminarían por llegar finalmente a su destinatario, al rubio que de igual manera llevaba horas sin dejar de pensarla desde que la dejó a manos de su compañero.

Un demonio deseando a un ángel ajeno...

Fue así como éste era el último inconsciente llamado de ella hacia quien se volvería su perdición y un destino que aún no estaba escrito en el tiempo.

***

La monotonía había continuado en la vida de Katsuki desde esa noche que dejó a la mujer de su compañero de trabajo en la puerta de su hogar después de haberse atrevido a llevarla en su propio automóvil. Se había sentido como un imbécil todos esos días que continuó con constantes molestias en su zona baja y su mal carácter se manifestaba en todo momento.

Ya ni siquiera tenía idea de cuándo fue la última vez que tuvo buen sexo con alguien, incluso se permitió creer que éste había llegado al punto tan extremo de hartarlo y empezar, extrañamente, a detestarlo.

El infierno entre tus manosWo Geschichten leben. Entdecke jetzt