Capítulo 8: Fragmentos

36.7K 1.4K 54
                                    

Capítulo 8:

Fragmentos

Fragmentos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Selt Riquelme

No he podido dormir. Doy vuelta, y vuelta sobre la cama y conciliar el sueño se me hace imposible. Cada vez que cierro los ojos veo a Carmelo persiguiéndome por un callejón, siento la desesperación de mirar a atrás y que él siga detrás de mí. Un miedo que enfurece mis venas y al mismo tiempo me paraliza. Lo que genera muchas preguntas a las que de momento he decidió no buscarle respuesta, por alguna razón desconocida, en los instantes en que me he sentido abrumada con la presencia de Carmelo y tentada a conversar con mi madre al respecto no encuentro las palabras precisas, y en más de una ocasión ni siquiera la voluntad de hablar.

No estoy segura de llamarlos recuerdos y dudo al llamarlos pesadillas, de lo que si estoy segura es que debe existir una razón para que mi mente haya comenzado a crear vivencias nada agradables con ese hombre.

El callejón y la persecución donde me siento la víctima, es solo la primera pesadilla que me han mantenido en vela durante varias noches.

También visualizo una pelea entre él y un enorme lobo, por alguna razón asemejo ese momento con las marcas de su rostro. Sé que lo atacaron, pero no había podido recordar cuando, o la mención de lo que le sucedió hasta hace unos pocos días. Ahora mi cabeza revive ese momento con tantos detalles que me asusta.

Y no es el único, también me acorralo en el bosque y Henry fue mi salvación. Es así como lo siento, tampoco he vuelto a ver al duendecillo.

Ya deseo que amanezca.

Salgo de la cama. Camino hasta la cocina por un vaso de agua y regreso.

—¿Qué haces despierta a estas horas? —pego un brinco en la entrada de mi habitación. Venía tan distraída que no vi a Carmelo en el pasillo.

Juraría que no estaba ahí hace un segundo, pero su habilidad de ir y venir a donde quiera según mejor le convenga hizo que casi se me saliera el corazón por la boca.

Evito mirar directamente su rostro, las cicatrices han destrozado toda su cara.

—¿Podría preguntarte lo mismo? —doy un paso al interior de mi habitación e intento cerrar la puerta, pero él me lo impide.

Sin razón mi corazón se vuelve frenético y mis piernas parecen plomo sólido.

—Recuerdas como llegaron estas cicatrices a mi cara —no es una pregunta es una afirmación. El ataque de un lobo viene a mi mente, pero no siento la confianza para expresarlo en voz alta.

—No sé qué de que me estás hablando —pongo las dos manos en la puerta y la impulso para cerrarla. Él entra y se detiene en medio. Por más que lo intente hacerlo moverse no será fácil.

Inmortal. Guardianes 2. Origen De Los OscurosWhere stories live. Discover now