Karol sonrió, recordando esos buenos tiempos, en los que por suerte, había conocido a Ruggero.
- Bueno, da igual, yo quiero acompañarte. Además, tengo mis cursos de autodefensa. El único que puede tocarme el culo eres tú. – sonrió.
- Eso ni lo dudes. Es que si te ponen la mano encima, ni autodefensa, ni mierdas. Siempre llevo mi estimada Gamo PR-45 encima.
- Que miedo. – dijo Karol riendo. Ruggero alzó una ceja, terminándose su café. Karol le acarició una de las mejillas. – te quiero, mucho, mucho, mi vida.
Ruggero sonrió.
- ¿Vamos? Cuanto antes lleguemos a mi oficina, antes terminaré de pelearme con los que te miren.
- ay, mi celoso. – dijo Karol dándole un beso en la frente. – Voy a pagar y ahora vengo... y me enseñas tu oficina. – sonrió y se levantó hiendo hacia el mostrador.
- Ah no. Pago yo. – se quejó Ruggero.
- No, yo.
- No. Yo. – dijo él, adelantándose.
- Señora. – dijo Karol, alcanzándole un billete de veinte dólares.
- No se lo coja, cóbreme a mí. – dijo Ruggero, sacando de su billetera uno de veinte, también. La cajera los miraba confundidos.
- No, no. - Karol lo intentó empujar, pero no podía. Así que Ruggero la cogió de la cintura, dejando su billete en el mostrador y cogiendo el de Karol, y se los llevó.
- ¡Quédese el cambio! – dijo llevándose a Karol fuera de Starbucks.
- Eres malo. – dijo Karol intentando liberarse de la cogida de Ruggero. Abrió la puerta de su coche y la metió en el copiloto. Ella pareció molesta. Ruggero se metió en el piloto y encendió el motor.
- No te enfades cariño. – se inclinó, poniendo cara de niño bueno, y besándola en la mejilla.
Karol suspiró.
- Es imposible enfadarse contigo. – sonrió y puso la mano en el cambio de marchas. Como solían hacer, conducir juntos... cuando Ruggero cambiaba la marcha, cuando ponía la segunda, o la tercera quizás, lo hacía junto con Karol. Su mano, siempre seguida de la de ella.
Aparcó en un callejón sin salida.
- Eh... - Karol tuvo un estremecimiento. – esto está un poco... dejado.
- Las apariencias engañan... – canturreó Ruggero. Salió del coche y Karol hizo lo mismo. Él la cogió de la mano, entrelazó los dedos de la suya con los de Karol.
Se acercó a una puerta con un aparato en el lateral, y marcó, dos veces seguidas 0204. La puerta hizo un pitido agudo, Ruggero empujó, primero hacia a él y luego hacia adentro.
- Vamos.
- Sí que es fácil, entrar, entonces. – sonrió ella.
- Am... - Ruggero se rio ante su comentario. - ¿Eso piensas? – le dijo haciendo un gesto hacia la siguiente puerta de metal que había delante de sus narices.
- Oh... - suspiró ella. Encima, la vigilaban cuatro guardas bien puestos.
- Buenos días, señor Pasquarelli. – dijo uno de ellos, mirando a Karol. Hizo un gesto interrogativo.
- Es mi esposa.
- No tiene acceso a la agencia... - dijo el otro agente, armado con un buen rifle moderno.
- Déjala pasar, va conmigo, sabe quién soy. – sonrió cínicamente. El agente suspiró y presionó rápidamente unos botones, de una maquina lateral. Las puertas se abrieron. Y todo apareció.
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Protegiéndola #3T |Hot/Ruggarol|
FanfictionKarol y Ruggero al enterarse que venia una nueva vida al mundo su felicidad aumento. Pero el problema es...Que no todo en este mundo es paz. Siempre hay alguien que no los quiere ver felices y ese alguien es Jorge López. Karol y Ruggero harán lo qu...