Protegiéndola #3T |Hot/Ruggarol|

Capítulo 21

Ruggero succionó el pezón con fuerza. Karol pasó la mano entre sus cabellos. Se arqueó como nunca. Él repitió la acción con el otro pecho. Karol se separó.

- ¿Sucede algo? - dijo Ruggero, relamiéndose.

- Ruggero... - jadeó ella. - siento como corre por mis piernas... - se mordió el labio, inocente.

La polla de él palpitaba, luchando por salir del bóxer. Él no sabía a que se refería en esos momentos. Toda la sangre de la cabeza le había bajado a la otra cabeza... Volvió los ojos hacia abajo y vio como los jugos de Karol se escurrían por sus muslos.

Pareció llegar en ese mismo momento al éxtasis. Ruggero gimió.

- ¡Santo cielo! - dijo pasándose una mano por el pelo. - Dios, Karol...

Se acercó de nuevo a ella y le besó la boca con furor. Estaba hambriento, y eso solo había hecho que su apetito carnal aumentara. La echó a la cama.

- Estás tan empapada... - dijo frotando las bragas de Karol. - Di que me deseas...

- Te deseo... - gimoteó Karol. - fóllame ya... lo necesito...

- Sabes que es lo que más quiero en estos momentos. - dijo despegando las braguitas de Karol de su dulce coño. - pero te haré esperar un poco más...

Karol se quejó. Ruggero no hizo caso y se inclinó para besarla toda.

- Mmhh.. mi vida, echaba tanto de menos este sabor tuyo en mi lengua... - recorrió la tripa de Karol con esta, dejando un leve rastro de saliva y se centró en el ombligo.

Lo besó, por su alrededor. Reprendió el camino de besos por el monte de Venus. - Dime que es lo que quieras...

- Humhh... todo lo que tú me des...

- ¿Y si no te doy nada? - Ruggero vaciló.
Karol se quejó de nuevo, la hacía esperar demasiado. - Dímelo nena, y lo tendrás. Quiero oir esas sucias palabras escapar de tu boquita.

- ¿Qué quieres que te diga?

- Lo que quieres que te haga con la boca...

- Ya lo sabes...

- Quiero escucharlo salir de ti... - suspiró. - eso hace que mi polla aumente más y más... no sabes lo duro que estoy...

Karol jadeó al sentir lo grosero que Ruggero se había puesto. Esa noche la cama iba a arder.

- Quiero que...

- ¿Qué...? - la ayudó Ruggero. - ¿Quizás que te chupe...? ¿Mmh?

- Si... - jadeó de nuevo ella.

- ¿El que? - Ruggero le pellizcó el pezón. - ¿Por aquí, quizás?

Karol negó con la cabeza.

- ¿Entonces, nena? Sigo esperando...

- Más abajo... - musitó.

- ¿Dónde?

- El coño... dios, Ruggero, ¡hazlo ya! Quiero sentirte, quiero sentir tu boca, tu lengua, quiero sentir cada respiración tuya allí abajo... - se arqueó, en un envite deliciosamente tentador.

- Nena... - Ruggero se quedó sin aliento tras escuchar cada y una de las palabras de Karol- te adoro... - terminó por decir eso. Se acercó de nuevo a los bajos de Karol y abrió sus piernas. - Santo dios... estás mojadísima...

Ruggero paseó el dedo índice por toda la humedad de ella.

- Me gusta, me gusta... - musitó él.