Momentos (Serie:Hermanos Gibbon-1)

Capítulo 6: "Crawling Back to You-Daughtry"

Capítulo 6

"Crawling Back to You-Daughtry"

     Una mañana me detuve en un pasillo del instituto donde estudiaba, mientras el resto de los estudiantes caminaban a la cafetería o a su salón de clases. Esa mañana acababa de presentar una prueba de biología, y aunque no había sido la mejor que había hecho en esos días, sabía que no había salido tan mal. Observé a Ahinoa detenerse. Se veía un poco triste. Me acerqué a ella en silencio, siendo descubierto ante sus ojos ante de tiempo, al ella girarse y encontrarme mirándola.

—¿Sucede algo?—le pregunté al acercarme a ella. Ni modo, ella ya se había percatado que iba en ese rumbo.

—¿Te sientes bien?... Jamás has sido de los que me pregunta qué me sucede.

—Quizás es momento en que empiece a cambiar.

—Si tú lo dices...—me miró con una mirada interrogativa, observando que no la dejaría tranquila hasta que respondiera—. No me sucede nada. Quizás me encuentre un poco agotada y preocupada por el resultado de la prueba. No ha sido la mejor que he hecho en mi vida... Ahora debo presentar la de historia. Y memorizar cada hecho que desconocía en mi vida sobre la historia de Irlanda, ha sido un reto para mí... Ni siquiera con la ayuda de Ryan memoricé todo lo que debía estudiar. Y no quiero desilusionar a tu abuela. Ella está poniendo mucho en mi educación. No se merece que saqué malas calificaciones.

—Te entiendo... Tampoco es el mío. La única historia que conozco es la de mi país.

—Deberías al menos sentirte afortunado... Estás aprendiendo de tus raíces irlandesas. Este también es tu país. Mis padres, en cambio, ambos eran venezolanos.

    Pensar en sus padres habían vuelto a entristecerle. Y odié en ese instante no ser bueno con las palabras.

—Tienes razón... Tengo una mezcla única. Dividida en tres. Por mi padre, por mi madre y por donde nací.—sonreí deseando hacerle sonreír—. Alégrate... En el próximo nos irá mejor.

— Seguro...—bufó y decidió que era momento de caminar hacia el salón de clases de historia. De la misma manera que hacía yo.

— Sé que no ha sido un buen día... Pero siendo honesto, tú no eres así... Te he observado, y eres más positiva que muchos de los estudiantes que conozco... Sonríe...

—¿Y desde cuándo me conoces o crees conocerme?

—Te conozco... Sólo un poco. No he tenido la suerte de saber mucho de ti.

— ¿No me dirás que ahora soy la culpable de eso?

—No... Siempre he sido yo.

     En ese instante nos interrumpieron sus amigas Ashley y Emily, quienes habían querido saber cómo había salido en aquel examen, al mismo tiempo, que Ryan lo hacía. Nos había visto caminar juntos y su mirada de: "Te estoy vigilando", estaba presente.

     ¿Fue en aquel instante en que mi corazón comprendió que cada vez se abría más a sentir ese sentimiento que se negaba?... Una parte, al ver como Ryan la abrazaba, mientras yo me disponía a entrar y reunirme con mi grupo. Aun cuando mis labios sellaran ese secreto: Estaba celoso.

     Pronto ella tomó su asiento. Se giró y sus ojos azules se clavaron en los míos brevemente, para luego ignorarme. Eran realmente hermosos y profundos. A la vez que misteriosos.

— ¿Y esa mirada?—me había expresado mi amigo Aiden Brennan en un tono bajo y burlón, al darme una palmada en la espalda, al observar aquella conexión visual—. ¿No me dirás ahora que te interesa? Es obvio observar que a tu primo sí. Pero ella lo ve como un amigo. Pero tú... Ella no es de tu clase social.

— Ese no es tu problema.—expresé y agradecí la llegada del profesor de historia con su anunció de que nos preparáramos para su prueba.

     Ese día había sido tocado. Y me encontraba irritado, que no había recordado que respuestas había colocado en mi prueba. Después de ver salir a Ahinoa. Entregué la mía y corrí hacia donde se encontraba ella. Había salido y esperaba a Ryan como siempre en el estacionamiento.

—¿Podemos hablar?

— ¿Otra vez? ¿No crees que hemos hablado demasiado el día de hoy?... ¿Qué quieres?

—Decirte que te equivocas...

    Me miró con extrañeza, como si ese día, de la nada, había perdido un tornillo. O unos cuantos.

— Te equivocas sobre mí...—proseguí.

—Por supuesto... ¿Y desde cuando la nobleza se preocupa si los plebeyos nos equivocamos?... No me digas: ¡Te paraste con el pie izquierdo y quieres compartirme esa anécdota!—me miró seriamente, colocando sus manos en cada lado de su cintura—. El hecho de que a veces te hablé por educación, no quiere decir que he cambiado de opinión. Y no me equivoco en lo que una vez me hicieron una observación tan clara como el agua. Y no entiendo todo esto...—alzó los brazos disgustada.

—¿Seguirás esperando a Ryan todas las mañanas para que te traiga, en vez de venirte conmigo?

— ¿Ah?

— Estoy intentado ser amable... Ser un amigo.

— Sí, claro... ¿Sabes? Una vez me subí a tu automóvil porque quise ser amable...— "Y escapaba del interrogatorio de Ryan", terminó para sí misma—. Pero Ryan siempre ha sido mi amigo. Por eso le espero a él y no a ti...

    Aquella respuesta me causó gracia, por lo que me reí.

—¿De qué te ríes?

— Te diré porque me reía...—le expresé, levantando mi bandera blanca—. Me reía por que no puedo comprender por qué después del avance que creí que había habido entre nosotros. Me estoy estrellando de nuevo contra la pared. Es decir, me estoy diciendo a mí mismo que he regresado al principio contigo.... Ryan sí que disfrutaría de esto. Siempre me dijo que jamás creerías en mi amistad sincera si me acercaba de nuevo a ti. Ya ves, tenía razón, después de todo...—la miré fijamente, evitando que se alejará en ese instante—. ¿Qué tan difícil es hacer que me creas?...

     En ese instante apareció Ryan para mi desgracia, haciéndome ver que había perdido una oportunidad valiosa. Ella no quiso responder y se marchó con mi primo.

— ¿Qué me está sucediendo?... Yo no soy así...— me dije en silencio, mientras el resto de los estudiantes se marchaba—. ¿Estoy cambiando?... No puede ser... Solo quieres ser amable, Nathan. Nada más... Sabes las normas que te han impuesto tus padres. No es momento para que les des una razón para que te manden a un internado lejos de todos. Y esta vez no por que seas un rebelde sin causa. Sino porque has puesto los ojos en de alguien diferente a ti. De alguien que no aceptaran jamás.

    Dejé que el resto del día siguiera avanzado, mientras me alejaba de Ahinoa, incluso al llegar a casa. Había sido suficiente ese día.

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Y estos son los capítulos que tengo por ahora, lo demás son ideas que he plasmado pero que tengo que desarrollar en un capítulo. ¿Qué tal va? ¿Qué canción sugieren para la novela (que sea balada romántica en inglés, coreano o español, o rock suave)?