Capítulo 1 ┋ Trabajo.

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Mi vida cambió drásticamente de un instante al otro. Casi sin esperarlo, me había convertido en oscuridad, en una persona que era parte del peligro, que era peligro. Mi vida, mis grises días se convirtieron en dolor, sufrimiento, muertes, sangre, perdidas repentinas, y que ningún tipo de amor alcanzó para llenar ese vacío que poco a poco fui sintiendo en lo más profundo de mi ser. Ningún tipo de amor me alcanzó para curarme, solo la soledad y dejar que mi cuerpo se acostumbre a las heridas.

Quizás esta no sea la historia digna que pueda contar con orgullo, con emoción. Creo que más bien puedo contarla con superación, con esperanza, con mucho dolor y viendo detrás de mí el gran recorrido que hice para llegar hasta aquí. Perdí a muchas personas, conocidos, como a quienes tanto amé, y eso, por más fuerte que suene, fue el motivo de mi renacimiento como persona. Caí y me volví a poner de pie millones de veces. No sé si decirte que debes quedarte a leerme, solo puedo decirte que te des un respiro y, sí tanto lo deseas, lee y presta con atención todas esas cicatrices que alguna vez fueron heridas abiertas que supe cerrarlas, pero jamás olvidarlas.

Porque de eso, y de mucho que más adelante sabrás, se trató mi viaje.

• • •

La chica corre y corre por el oscuro bosque, huyendo de quien la persigue. Su respiración está descontrolada, y teme que los latidos de su corazón puedan llegar al oído de su asesino. De pronto, se tropieza con una gran piedra que provoca su caída. El fuerte impacto de sus rodillas contra el suelo genera heridas que se abren y dejan caer sangre. Ella logra recomponerse con rapidez y seguir corriendo con dificultad, deseando que alguien la ayude, que alguien la salve de la muerte. Nadie parece estar siguiendo sus pasos, así que para que él la pierda más de vista, pega su espalda contra un árbol.

El sudor cae por su frente en finas líneas rectas, y todo su cuerpo tiembla sin control. Su camisa desgarrada, su cuerpo lleno de tierra y sangre. Se pone la palma de la mano en su boca cuando escucha el ruido de una rama ser pisada por un par de zapatos. Queriendo no chillar del miedo, y que su respiración no sea escuchada, pega más su espalda al árbol, quedándose en silencio absoluto. No se escucha nada, ni pasos, ni voces, ni nada más. Los animales la miran desde los arbustos, esperando a que algo más suceda, pero su captor parece haberse perdido.

Se saca la mano de la boca y sonríe con alivio de sentirse a salvo. Pero entonces una filosa y gruesa arma cortante le atraviesa la piel del cuello, haciendo que eche sangre como una canilla abierta. Ahora es su asesino quien sonríe, sabiendo que la encontró.

—¿Ya la asesinó? —Laura pregunta, aun cubriéndose el rostro con su almohada. La película continúa, con el asesino apuñalando una y otra vez el cuerpo de su última víctima. A diferencia de Laura, yo me encuentro con los ojos puestos en la pantalla, mientras mastico caramelos.

—Sí, ya acabó. —veo como se saca la almohada del rostro y hace una mueca de asco, viendo como el hombre sigue atacando el cuerpo ya muerto de la chica.

—¡Mentirosa! —aparta la vista de la pantalla y vuelvo a reír.

—Para la próxima espero que puedas venir a ver la película directamente a mi casa, y no a través de Skype. —me quejo, mientras le prestó atención a los créditos que aparecen en pantalla. Sí, ahora la película sí finalizó. En ese momento, un fuerte trueno suena por toda la ciudad, iluminando la oscuridad de mi habitación y haciendo que las ventanas tiemblen.

—Sí, y de paso que me trague la lluvia en el camino. —vuelvo a reír.

—Ya debo cortar. —puedo ver el temor reflejado en su rostro—. ¡Espero que sueñes con el asesino!

INFERNAL © ┋ ¿En quién confías? [✔]Where stories live. Discover now