Capítulo 25 ┋ Nieve.

1.6K 126 2
                                    



Nuestras piernas entrelazadas por debajo de las sábanas, la brisa que entra por la ventana, avisando el nacer de la mañana que recién empieza, mi piel que se eriza cuando él pasa las yemas de sus dedos por mi brazo, suavemente, haciéndome disfrutar de su toque, y el fingir que me encuentro dormida para que no se detenga. Mis parpados cerrados, todo es oscuridad, y solo puedo sentir. Soy todo sentir cuando él me acaricia y el viento sopla por mi desnudo cuerpo que solo es cubierto por la fina tela de la frazada. Respiro pausadamente, queriendo inmortalizar este momento en el que me siento bien, y sé que solo será cuestión de tiempo hasta tener que volver a la realidad. Mientras el tiempo que Liam se mantuvo a mi lado, no he pensado en ello, pero sé que cuando él se vaya de mi casa, los recuerdos volverán a lastimarme.

De a poco, parpadeando, voy abriendo mis ojos lentamente, encontrándome con su brillante mirada que me alumbra más que el sol mismo que por la ventana comienza a hacerse ver. Las palabras están de más entre nosotros, él se abalanza sobre mis labios, humedeciéndolos con los suyos, moviéndolos con facilidad, a medida que por sobre mi cuerpo se va acostando, dejando una gran corriente de electricidad que me recorre, haciendo que, en ese instante, en ese preciso momento, recuerde lo que él anoche me confesó. Entre tantas caricias, tantos besos y diferentes formas de pasar las horas entre nuestros cuerpos, él no se percató de mi silencio, de que yo no le respondí. Tengo un simple motivo por el cuál no le confesé mis sentimientos, y prefiero guardármelos para mi misma, quizás algún día él se canse de mí, y sé de cuenta de lo equivocado que estaba. Para ese entonces, no quiero estar arrepentida de haberle dado todo de mí a alguien que rápidamente se alejó, dejando un gran dolor difícil de reemplazar en su lugar. Nunca tuve novio, toda mi adolescencia experimente mi sexualidad con hombres, pero con ninguno de ellos tuve sentimiento alguno. Liam no será la excepción. El amor no es algo con lo que pueda lidiar ahora.

Al separarnos, me mira profundizando aún más los atormentados pensamientos que tengo hacía él, y el que no puedo dejar de pensar en que sí para él esto es algo de una pasada y ya, que con el tiempo olvidará, y me olvidará. Sin decir nada, sonriendo de lado para que no pueda adivinar lo que estoy sintiendo, me remuevo por debajo de su cuerpo, intentando salir de la cama, pero no me lo permite.

—¿Por qué te vas? Quedémonos un rato más así, no quiero tener que irme. —sin dejarme protestar, hunde su rostro en mi cuello, apoyando la cabeza en mi pecho, dejándome sentir el calor y su respiración tranquila que me estremece. Al tenerlo en esa posición, inevitablemente comienzo a acariciar su cabello con las yemas de mis dedos. Su brazo rueda por mi vientre, hasta llegar al otro extremo de mi cintura y abrazarme con un poco de fuerza, como si no quisiera que me aparte. Respiro pesadamente ante tanta intensidad, porque a pesar de que nada este sucediendo, que no nos estemos besando, tocando, hablando, o lo que sea, puedo sentir la tensión que solo él me provoca al tenerlo de esta forma, tan para mí. Sigo moviendo mis dedos desde su cabeza, hasta su rostro, sintiéndolo suave.

—¿Quieres hablar de algo? —pregunta.

—Dime lo que quieras, no sé de qué hablarte. —añado con sinceridad. Espero que él no este escuchando los latidos de mi corazón. Al notar su silencio, intuyo que tampoco sabe que decirme.

De pronto voltea, dejando sus ojos sobre los míos.

—Creo que tengo una idea de lo que puedo decirte... —no entiendo, no pregunto, y él se encarga de volver a besarme, robándome el aliento— ...Estoy cada día más seguro de que estoy enamorado de ti.

Y no puedo evitar sonreír con incomodidad. Agradezco que él no me pida una respuesta a sus sentimientos.

•••

INFERNAL © ┋ ¿En quién confías? [✔]Where stories live. Discover now