Que está casualidad dure para siempre.

Capítulo IV

Era un sentimiento muy raro, estar en el asiento delantero al lado de él su perfume era exquisito derrocha masculinidad. Se sentía un poco nerviosa al tenerlo al lado y que cada 5 min volteara a verla y le sonrriera. 

-Bueno, que café quieres hoy lo invito yo ya que fui el que dije que viniéramos.-  Saca la silla de una de las mesas para que Alison se siente, aparte de hermoso caballero.

- Emm bueno no pido mucho solo quiero un Express.- Se sienta le tiemblan las piernas.

Llamo al mesero y pidió un Express y un Latte al parecer le gustaba lo más suave y dulce, tal cual como lo era él.

- Disculpa si te aburro con el tema pero, de verdad me impresiono mucho tus técnicas de pinturas es un trabajo muy limpio y hermoso. Tienes talento y me siento honrado que de me dieras dos de ellas, las cuidare como no tienes idea.

- Gracias tambien me impresiono la manera en la que desarrollas ese tema, no sabia que te gustaba el Arte ¿Tienes una tipo de Arte favorito?-

-Bueno me encanta el Arte romano de hecho yo iba a estudiar Bellas Artes me interesaba su historia, su creación, las creaciones de las pinturas sus dueños y demás todo lo que tenga que ver me agrada mucho es un tema que no todo el mundo puede llegar a entender. Las pinturas ocultan muchas cosas ¿Sabes? muchas de ellas son estudiadas para encontrar su propósito de creación o significado.

Alison escuchaba su voz como una suave armonía, como un toque de piano lento y romántico era impresionante por fin había encontrado a alguien que compartiera su pasión. 

- No se como lo llegues a interpretar pero me siento muy cómoda contigo me gusta hablar y escucharte me relaja ¿Por qué no estudiaste Bellas Artes si era lo que más te gustaba?.- Pregunta, se notaba cómo le brillaban los ojos le hacía sentir mil y un cosas. Pero no todas buenas ella sabia solo se había visto dos veces y que no se podía ilusionar.

-Mi papá era el que pagaba mis estudios, yo no podía lamentablemente no estaba en buena estabilidad ni emocional ni económica, la condición de todo esto fue que estudiara Psicología y bueno yo solo quería estudiar había pensado que luego estudiaba Bellas Artes cuando pudiera pagarlo pero esa meta solo fue desvaneciendo. Me enfoque mas en mi profesión, me agradaba la idea de ayudar a personas que no podían salirse de el hoyo que ellos mismos se había creado.  

- Ohh ya entiendo ¿ Y tú has tenido alguna recaída?.- 

Ya la conversación se ponía más intensa y personal, cada vez se hacia mas personal entre los dos.

- Por supuesto, tambien soy humano tambien siento. La primera vez que experimente una recaída fue lo peor, pero todo esto da experiencia ¿Sabes? Al principio finges que no te duele pero estas a un milímetro de explotar y mandar todo a volar, pero luego por alguna razón te relajas y te dices a ti mismo que todo va a estar bien que este tipo de cosas suelen pasar. Ya se por estrés o por presión. 

Él cada vez hacía que sus ojos brillaran tanto que podían parecer faros, era impresionante después de todo pensó que solo era el típico Psicólogo que hacía las mismas preguntas con sus respuestas ya planeadas.

- Cada vez me sorprende más.-Dice mirándolo fijamente.

- En serio nah no lo creo, ahora quiero que me cuentes de ti. En sí nunca me dijiste lo que exactamente sientes sabes que realmente quiero ayudarte.- Dice mientras agarra una de sus manos y la acaricia. 

Esto estaba raro, o por lo menos ella lo sentía así. Cuando entraron en el tema de hablar de ella, todo cambio no se sentía suficiente ella se sentia debil pero no quería dejarlo ver aun asi sentia necesario que él lo supiera sentía la necesidad de sentirse protegida por él.

Bajo la mirada soltó su mano, se puso derecha preparada ya para lo que le iba a decir, él solo la miraba con mucha atención como si ya estuviera preparado para lo que iba a decir.

- No se como ponerlo en palabras, no se como decirtelo o explicartelo sin perder el control de mi misma cuando es casi demasiado para mi.  Ame, sonreí, entregue mi confianza a todo aquel, hice sonreir  y todo para ¿ Qué? me tiraron a la borda, y eso dolió y sigue doliendo como un infierno. No quiero que sepan del todo mi secreto no creo que lo entiendan, no creo que me acepten después de eso que paso.- Ella lo hablaba todo con un sentimiento increíble él podía sentir su dolor aun así sin saber su causa.- Antes de mudarme aquí y empezar la universidad, en la secundaria como toda chica tuvo un novio, la gente me decían que estaba conmigo por solo querer coger pero yo lo amaba tanto que no podía creerlo y simplemente no lo tome en cuenta pasaron los mese y yo aun no quería como tal tener algún tipo de relación sexual con él pero me estaba apresurando casi se podría decir que me forzaba tuvimos varias peleas al respecto, se calmó por un tiempo porque le había dicho que le terminaria si seguia asi. Ya lo notaba raro pero no le di importancia él ajuro que quería llevarme a la cama. Un día quedamos para ir a su casa a almorzar  y a pasar un rato juntos, yo tranquilamente fui era mi novio despues de todo. Lo que no sabía que tan malo era lo que realmente estaba planeando de un momento a otro se puso muy agresivo conmigo, me decía que si no lo hacíamos igual me obligatoria y que tendría problemas con él si decía algo de esto. Y pues paso, me obligó me maltrato desde ese dia mi cuerpo y mi mentalidad cambiaron me sentía asqueada de mi misma no quería que nadie me viera ni siquiera me tocara, le rogué a mi mama para irnos de ese lugar ya no quería verlo nunca más. Y es todo lo que puedo decir hasta ahora de hecho creo que ya he dicho suficiente por hoy.-Subió la mirada hacia a él, su semblante había cambiado.

-Te violo.- Su mirada era triste pero sin quitar lo serio, sus puños estaban cerrados y apretados. 

-Sí, pero por favor no le digas a nadie ni siquiera mi mamá lo sabe prometeme que esto queda entre nosotros.- Suplico

- Es un maldito desgraciado dios mío cómo se atreve, juro que si lo tuviera en frente le partiria la cara lo golpearía hasta dejarlo inconsciente. - Dice mientras aprieta la mandíbula.