He doesn't matter anymore [En Edición]

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Daba vueltas en mi cama, pero seguía sin conciliar el sueño. Prendí mi teléfono. Seis de la mañana y seguía intentando pegar el ojo desde la media noche, pero los pensamientos me están carcomiendo lentamente la mente. Puse la almohada en mi cara, pero no servía de nada, mi mente no se borraba la imagen de una Lilian moribunda, con toda la ropa manchada de tierra.

La escenas que aquel acto se repetían una y otra vez. Yo, cargándola para salir del cementerio y sacudirle el polvo del pantalón, Jean llamando preocupada a Nate mientras Tyler manejaba velozmente por el condominio, los doctores llevándosela por el pasillo como aquella vez de su fractura, pero ahora, todos teníamos el corazón en la mano, esperando que no pasara nada

El ardor que la mano de Nate causó en mi cara, maldiciendo el día en que la enamoré. Si no fuera por Tyler y Jean, probablemente le hubiera quedado el ojo morado como Caleb; pero todo quedó en la calentura de la situación.

Lilian ni siquiera quiso que pasara a verle en el piso. Me enteré a la mañana siguiente que había salido del hospital desintoxicada, abusó de los antidepresivos que solía usar antes de entrar a la preparatoria. Había armado un plan bajo en el agua, había acordado con sus mejores amigos y Tyler que la visitaríamos y por fin, podría pedirle perdón por todo lo que he hecho.

Me levanté y me puse mis pantalones deportivos y una sudadera para irme a correr un rato, me peiné un poco y conecté los audífonos con el teléfono. Bajé con cuidado para asegurarme de que no se despertaran mamá y papá, salí de la casa cerrando la puerta suavemente y continué mi camino.

Aún seguía sin procesar que Lilian llegara al punto de tomar aquellos fármacos, que aunque no eran mortíferos, causaban un gran daño en el cuerpo. ¿Qué tan herida debería de estar como para tomar esa decisión?, no quisiera imaginarme el dolor que sentía mientras iba de camino al cementerio. Lo único que quería hacer ahora era hacerle la vida más feliz.

Al final, yo era parte de todo este desastre. Como lo escupió Nate aquel día, mis caprichos solamente habían lastimado a su amiga y que, aunque antes no tenía la culpa de haberle enamorado, ahora era el culpable de hacerle pensar que era la persona más mala de todo el mundo. El show con Lion y las palabras tan hirientes que le dije solamente habían sido tierra para la tumba de la antigua Lilian, que murió una vez tomó esas pastillas. "No eres mejor que Caleb", la voz de Nate resonaba en mi cabeza, y aunque quisiera decir que no, tenía toda la razón.