❀『O5;』❀

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   —No tenías por qué sacarme de ahí, ya estaba acabando con él —dijo en un balbuceo mientras se cruzaba de brazos y miraba a otro lado.

—¿En verdad? Estaban a punto de comenzar una pelea innecesaria. Por eso los detuve.

Eren infló sus mejillas, Mikasa era como tener otra madre en la escuela y que le sigue a todos lados, ¿por qué no podía ocuparse de sus cosas y dejarlo solo aunque sean unos escasos segundos?

—Estoy de acuerdo con Mikasa, no era necesario que se abolieran a golpes, solamente podíamos irnos —intervino el rubio, quien recibía una mirada de Eren en plan: tengo bastante con la seria.

—Vale. Ya entiendo —levantó sus manos en rendimiento—. No volveré a pelear con él, si es que no me provoca.

—Eres muy fácil de molestar después de ser fastidiado.

—¡No es cierto, cállate, Armin!

—¿Ves?

El rubio notó como su mejor amigo fruncía el ceño y miraba hacia otro lado fastidiado. Suspiró y miró hacia un grupo de chicas.

—¿Ya sabes a quién vas a invitar para el baile de bienvenida?

Eren miró hacia las chicas alzando una ceja y negó.

—No, nadie me interesa ahora.

Mikasa frunció la nariz y miró hacia otro lado.

—¿Y tú, Mikasa? ¿Alguien ya te invitó?

—No. No voy a ir —pasó un mechón tras su oreja—. Estás cosas no me interesan.

Armin parpadeó dos veces y sonrió un poco.

—¿Ni siquiera si yo te invito irías?

Mikasa lo miró y sin poder resistirse sonrió muy levemente.

—Comprendo tu intención, Armin, pero no es necesario que me invites porque nadie me ha invitado.

—Es cierto, debería invitar a alguien que realmente te guste... A-Armin... —el castaño se centró en cierta rubia que caminaba a paso lento, o al menos Eren así lo veía, junto a sus dos amigos.

La rubia volteó lentamente para mirar hacia el trío contrario y dio una media sonrisa a cierto chico para luego seguir su camino.

Las mejillas de Eren se prendieron a tope y una sonrisa se formó en sus labios.

—¿V-Vieron eso? ¿Ella me sonrió?

—¿Quién? —preguntó Mikasa.

—Annie Leonhardt.

La azabache volteó su cabeza para ver a la rubia, que empujaba con fuerza a Reiner haciéndolo caer de espaldas, y frunció el ceño.

—... ¿ella te sonrió? —comentó con cierta confusión, ¿acaso Annie Leonhardt tenía otras muecas que esa seriedad pura que la caracteriza entre muchos?

—Sí... —murmuró y sonrió un poco—. Hasta ahora no pensaba que sabía de mi existencia.

—No lo hace.

—Cállate.

Mientras que con el otro trío, el alto ayudaba a su amigo a incorporarse tras aquel empujón.

—¿¡Y eso a qué vino?! —alzó sus cejas y abrió los ojos viendo a la baja.

—Estabas estorbando —se excusó la chica tomando asiento en su mesa y mirando sus uñas de color negro.

—Hmm —suspiró el rubio y se sentó al lado de la chica—. Y bien, Annie, ¿nos dirás a quién esperas para que te invite al baile?

La rubia ignoró la pregunta del robusto por algunos segundos mientras pasaba sus uñas lentamente por la mesa.

—¿Por qué te interesa?

—Quizás quiero invitarte —Bertholdt inmediatamente frunció el ceño.

—No lo haces, babeas por Lenz.

—Cierto, pero igual tengo curiosidad, ¿o tú no, Bertholdt?

El alto se sonrojó un poco y pateó por debajo de la mesa a su amigo.

Reiner infló las mejillas de dolor, sin embargo no hizo ningún sonido.

—Ya, no sean entrometidos —viró los ojos la chica.

—Ya pues~ —el rubio se apegó mucho a su amiga—. Dinos, dinos~ —canturreó.

—¡Ugh! ¡Alejate! —gruñó golpeando su rostro con la palma de su mano—. Sólo diré que lo acabamos de ver hace unos minutos.

Ambos chicos voltearon y notaron que habían muchos alumnos rodeándolos.

—Que gran pista —musitó el rubio.

—¿Una más limitada? —ambos chicos voltearon a la menor.

—Ya les dije lo que querían —se encoge de hombros—. Ahora dejen de molestar, tontos.

Bertholdt y Reiner suspiraron y se acomodaron en su mesa para poner atención a la clase, o tal vez sólo por parte de Reiner.

Bertholdt miraba atento a la rubia, ¿quién era esa persona que ella esperaba? Había una muy poca probabilidad de que él sea la persona, pero la curiosidad puede más que su moral.



   —¿Vas a hacer algo en la noche, Annie? —interrogó el moreno metiendo sus manos en los bolsillos de su sudadera.

—Tengo tarea de Física, dudo salir.

—Oh... está bien.

La rubia miró al cielo y sonrió un poco.

—Que sombría está la tarde ¿No crees?

Bertholdt imitó el acto de la chica y asintió.

—A-Annie —la chica volteó a verlo—. ... Si esa persona que esperas no te invita al baile, crees que...—suspiró—. ¿Crees que tú querrías...?

—¡Mierda! ¡Acabo de pisar caca! —Reiner se puso al centro de ambos y los abrazó por los hombros—. ¿Nos vemos?

Bertholdt hizo una mueca pero asintió.

—Vamonos.

—Vamonos

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war of hearts. ❥『snk pairings』Where stories live. Discover now