CAPÍTULO 13

64 18 5
                                    

Querido psicólogo particular;

Acabo de despertarme, estoy en la habitación de este hotel con un dolor de cabeza, que parece que me va a estallar. Son las 9:00 horas y Alex aún no ha tocado mi puerta.

Probablemente esté hecho un lío. ¿Qué estará pensando después de las escenitas? Yo sinceramente no sé cómo voy a mirarlo a la cara.

Se suponía que íbamos a pasar el día paseando por el parque del retiro, aunque después de lo de anoche no creo que sea buena idea.

Nunca pensé que eso pasara entre nosotros, lo cierto es que ha pasado. Alex me hizo suya de la mejor de las maneras, me hizo sentir como nunca y por si no tuviera bastante, en la bañera lo volvimos a repetir.

Mi cabeza ya no está hecha un lio sino una maraña. No sé de qué forma voy a reaccionar cuando me tope con esa cara, con ese cuerpazo y con esos ojos.

Ahora que me paro a pensarlo, ¿Por qué se marchó anoche? ¿Por qué no quiso pasar la noche entera conmigo? Sí, seguramente he sido una más, además es lo mejor. Ha sido una situación esporádica y aislada, somos adultos y sólo ha sido sexo. Eso espero.

Lo cierto es que me siento genial. Me siento como llevaba mucho tiempo sin sentirme, activa, con energía y sobre todo guapa. Lo sé, soy muy creída, pero si ese guaperas de Alex se ha acostado conmigo es porque le gusto, o por lo contrario por que bebió mucho. Sí esto último creo que fue la causa de nuestros actos anoche.

Después de ver mi vestido en el estado que ha quedado, soy consciente de lo salvaje que fue el sexo que mantuvimos. Este Alex es una fiera. No pudo hacerme suya de mejor forma. La verdad me encantó. A pesar de que mi cabeza de vez en cuando daba vueltas.

Ahora después de todo lo que ha pasado, solo queda afrontar el encuentro de la mejor forma que sé.

Sin más querido Psico, me despido. No dudes que en nada que tenga novedades serás el primero en saberlas.

Recojo la habitación. Tanga, trozos de vestido, sujetador, zapatos... y demás prendas de vestir que cubren el suelo.

¡Bueno bueno...! ¿Qué es esto? Pero si es la cartera de mi querido jefazo. Sin poder evitarlo la abro. Lleva una foto de su madre y una foto de una niña pequeña. Es rubia, preciosa y tiene los mismos ojos que Alex. ¿Quién será? Sigo rebuscando. Tarjeta sanitaria, identificación, permiso de conducir, tarjeta de... ¿Qué es esto?

Puedo observar una tarjeta en la que además de sus datos personales, pone interno número 255, habitación 255. Centro de desintoxicación.

Dios, ¿Sería a esto a lo que Alex se referiría?, cuando me hablo de lo difícil que es la vida de cualquiera, paso muy por encima los años desde que acabo de estudiar hasta que se incorporó a la empresa de su padre. Bueno si que dijo que no fue una época fácil.

¿Ha sido adicto a algún tipo de droga?, fotografío la tarjeta para poder informarme más adelante, aunque ¿Qué me importa a mí? Aun así lo hago.

Después encuentro su preciada tarjeta oro en la que seguro que no hay mucho límite de fondo y finalmente en la parte más amplia 350 Euros.

Ya tengo escusas para hablar con el nada más verlo. De hecho decido vestirme y prepara la maleta. Así iré a buscarlo para ver que le apetece hacer hasta las 17:00 h no sale el tren para Sevilla, en algo habrá que emplear estas horas.

Una vez acabada, salgo de mi habitación y toco su puerta. No me contesta, vuelvo a tocar además llamándole por su nombre.

- Alex. ¿Estás ahí?

Querido psicologo particular...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora