CAPITULO 25

63 14 8
                                    

Querido psico;

Buenos días. Hace mas de una semana que volví a Sevilla. A pesar de que hace un mes de todo lo ocurrido, sigo sin hacerme Y a la idea que no veré nunca mas a papa.

Ahora que todo parece estar en calma decidí escribirte. Necesitaba desahogarme una vez mas con alguien que no me ponga objeciones.
Mama esta bastante afectada. A pesar de que casi siempre eran el perro y el gato, ha tenido que pasar algo así de terrible para darme cuenta de lo que mama lo amaba.

Jack sigue muy apenado. A penas sale a la calle, no llama a sus amigos para las partidas de la play, incluso muchos días se ausenta del instituto.

Todo esto supongo que será cuestión de tiempo. Papa siempre estará entre nosotros, aunque el destino lo haya querido apartar así de rápido.

Por otro lado esta Alex. Desde el momento cero, desde que recibí la llamada y le conté, no se separo de mi lado.

Me acompaño a Madrid, estuvo en el hospital y finalmente en el velatorio.

El mismo día del entierro se despidió de mi y me dijo que me tomara los días que necesitara. El debía marcharse, el trabajo lo esperaba y se le había acumulado demasiado esos cuatro días. Todo eso lo entendí, pero me hacia tanta falta en Madrid, junto a mi.

En aquel momento hubiera dado lo que fuese hecho falta para que permaneciera a mi lado.
Alex ha pasado formar parte de mi vida, en ese momento le necesitaba. No necesitaba sexo. Lo necesitaba a el a mi lado. Solo a el.

Durante estos días en casa ha predominado la manta, el sofá, Jack, mama, pelis... días mejores y días peores.

Hemos recordado muchos momentos con papa. Viajes juntos, costumbres, anécdotas... todos los momentos que cualquier familia comparte y que aunque parezca que no, cada uno de ellos es inolvidable.

Mama no ha parado de lamentarse, se arrepiente de no haber pasado los últimos meses con papa. He intentado darle ánimos, transmitirle fuerza y hacerle ver que esto ha sido algo que nadie esperaba.

También aunque no pensé que lo haría, mama se había percatado de mi acercamiento a Alex. Una de las tardes juntos quiso darme un consejo después de yo negarle que exista nada entre nosotros a parte de la relación de un jefe con su empleada.

Me dijo que no tenia 15 años. Que ella había pasado por donde pudiera estar pasando yo.

Que no debería quedarme con ganas de hacer nada. Que si me gustaba mi jefe, se lo dijera y no esperara a que algún día fuera tarde. Que mostrara mis sentimientos para conocer los suyos. Quizás fueran similares o al menos me enteraría de cuales eran.

No creí que fuera el momento de contarle nada a mama. No creí que fuera correcto decirle que ya me he tirado a mi jefe unas cuantas de veces ni que deba referirle que ambos mantenemos una relación un tanto especial.
Simplemente le dije que estoy bien como estoy y cambie de tema.

Una de esas tardes también recibí la visita de Tony. Me contó que su relación iba viento en popa y yo le mostré la gran alegría que sentía por ello.

Al fin y al cabo Tony es una persona muy muy especial para mi. Lo aprecio y siempre será así.

No fue solo mama, Tony me refirió que había visto como ese tal Alex me apoyaba en todo momento. No lo dijo en plan celoso, sino todo lo contrario. Me dijo que le gustaba para mi. Y yo simplemente hice lo mismo que con mama ignorar el tema. Quise hacerle comprender que yo en Sevilla era un alma libre y no quería líos.

Querido psicologo particular...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora