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Había pasado una semana, y Min Yoongi no había podido ni siquiera regresar a su trabajo, el cual seguramente ya no conservaba.

Se sentía solo, triste y sin esperanza. ¿Que debía hacer? No podía seguir encerrado en su habitación, mirando una y otra vez las cosas de su amado y llorando al recordar.

Los padres de Hoseok le habían dicho que podía irse con ellos, pues lo consideraban como un hijo, pero Yoongi no quiso, dejándolos que regresaran a su casa y él se quedará en Seúl. Jin intentaba comunicarse, pero simplemente dejaba que el teléfono sonara. No quería hablar con nadie.

Jungkook y Taehyung no habían hecho el esfuerzo de ni siquiera poner un pie en la casa de Yoongi. Aunque quisieran, no podían, las palabras de Min los había afectado demasiado.

—Tengo que levantarme —dijo Yoongi para si mismo.

Se talló los ojos, soltando un suspiro y sentándose en la cama. Miró a su lado, desde hace una semana que veía esa parte de la cama vacía.

Todo se sentía extraño, diferente, frío y callado, no podía acostumbrarse a estar sin la ruidosa presencia de su novio. ¿Cómo podía hacerlo? Llevaba casi la mitad de su vida junto a ese hombre.

Diario escuchaba a su novio cantar, bailar y reír por toda la casa. Y por más que a veces le pidiera que guardara un poco de silencio, no negaba que la simpatía del chico lo alegraba.

Frustrado por no dejar de pensar, se levantó completamente de la cama y buscó algo de ropa para salir. Tratando de no mirar la parte en donde toda la ropa de Hoseok se encontraba.

Tomó sus llaves y teléfono, salió de su casa y caminó sin rumbo.
Era imposible, pero aún así, Yoongi sentía que todo mundo lo veía, con esa mirada de lástima que tanto odiaba.

Pasó casi una hora, cuando decidió sentarse en alguna banca del parque.
Para su mala suerte, era el mismo parque en donde le había pedido matrimonio a su novio, pero fue demasiado tarde cuando lo notó, ya se hallaba sentado y ya no contaba con las fuerzas suficientes para levantarse y huir. 

Ese día, había sido un completo desastre gracias a sus dos jóvenes amigos. Jungkook y Taehyung habían olvidado que Yoongi le pediría matrimonio a Hoseok, por lo cual, llegaron una hora después con los globos y adornos para la propuesta.

Aun así, Hobi, con una enorme sonrisa y lágrimas en los ojos, aceptó a su novio.

Yoongi sonrió melancólico, mirando fijamente él árbol en donde había estado parado por más de dos horas tratando de calmar su corazón y por fin atreverse a acercarse a su novio.

Muchos recuerdos se juntaron en su cabeza, miles de personas importantes para él, momentos geniales y conmovedores, risas y lágrimas. Y todo había sido gracias a Hoseok.

Llegó a la conclusión que si no hubiera conocido a Jung Hoseok, su vida seguiría siendo tan amarga como era antes de que él llegara.

Una lágrima cayó e inmediatamente Yoongi la limpió con mano, no podía llorar en un lugar público.

Cerró los ojos y tiro la cabeza hacia atrás.

¿Que habría pasado si Jungkook no fuera quien manejaba ese día? ¿O si hubiera mirado a sus lados antes de avanzar?
Probablemente su novio seguiría vivo.

Jungkook.

Min Yoongi sintió un horrible malestar en el estómago.

No quería pensar así, no era lo correcto, pero sus pensamientos más oscuros iban directamente a la persona que iba manejando ese día. Su coraje se dirigía a una sola persona.

Jeon Jungkook tiene la culpa

Decía una y otra vez una vocecita en su cabeza.

El mató a Hoseok

Yoongi's Revenge [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora