Dieciocho

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TIMOTHY

¿Qué demonios?

—¿Escuchaste eso? —Pregunta confundido y se aleja. Está seguro de que ha escuchado eso cerca de la puerta.

—Shhh, es solo el viento. — Murmura volviendo a pasar su lengua por lo largo de su cuello. Pero...

BANG BANG BANG.

CRAAAASH.

Damian deja de besar su cuello y se aleja, levantando sus cejas —Bien, no es solo el viento. —Ambos guardan silencio por un largo momento.

El ruido se ha desvanecido. Se miran el uno al otro y Tim, a pesar de su confusión, no puede evitar sentirse terriblemente complacido con el rubor rojo en la cara del otro hombre. Causado por nada más él y sus besos...

—Tal vez una rama se estrelló contra la ventana... —Dice encogiéndose de hombros, sacando las piernas de la cama.

— Espera, iré contigo.

— ¿Qué, no crees que pueda con una rama de árbol? —Pregunta divertido por encima de su hombro.

—Debe haber sido una gran rama. —Dice, levantándose.

Tim sonríe en silencio cuando Damian se acerca a él y suspira feliz cuando vuelve a abrazarlo por la espalda. Tan cálido y reconfortante, simplemente perfecto en todos los sentidos... Todavía siente el calor enloquecedor latiendo a través de su propio cuerpo, pero ahora que ya no se están besando, su cabeza se ha aclarado un poco, aunque su piel todavía está cosquilleando con el deseo por el toque del otro.

Siente cómo el menor presiona besos de mariposas por su nuca.

— ¿Vamos a echar un vistazo rápido y luego volver aquí? —Le susurra de una manera bastante sensual en su oído.

Y se estremece, porque aquello hace que un espasmo recorra su espina dorsal y su vientre se tense con anticipación.

—Apurémonos entonces. —Susurra y gira la cabeza para besarlo.

Pero las únicas cosas que se apresuran son sus lenguas a mitad de camino y gentilmente deslizándose una contra la otra y Tim respira temblorosamente, sus ojos se cierran y sus piernas comienzan a temblar cuando el deseo y la necesidad se encienden dentro de él como fuego, debilitando sus rodillas.

Los brazos del menor se aprietan alrededor de su cintura e incluso se acerca un poco más, presionando su pecho contra su espalda, caliente, duro y protector; su pelvis comienza a rozarse contra sus posaderas, con la cantidad justa de hambre para hacer que desee que lo tome allí; y gime en respuesta.

—Dam... —Respira contra la boca del más alto, y este no tarda en delinear sus labios, caliente, tentadora. Una de sus manos llega al cuello ajeno y lo acaricia, finalmente clavado sus uñas allí y siente como esta vez es él quien se eriza y gruñe de satisfacción.

Y realmente desea dejar pasar todo, pero no puede. Le da un último beso y aleja sus manos —Vamos. —Le guiña y puede ver un brillo en los ojos jade.

El menor relame sus labios y asiente.

❝ Volveré por ti ⌜ ᴅᴄ - ᴅᴀᴍɪᴛɪᴍ ⌟Where stories live. Discover now