Diecinueve

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TIMOTHY

—¿Apagaste la luz de la planta baja? —Pregunta con el ceño fruncido mientras se para en la parte superior de la escalera.

—No, ¿Por qué? —Dice el otro tras suyo.

—Todo está oscuro. —Mira hacia abajo y las escaleras son tragadas por la oscuridad, gris azulada, de la furiosa tormenta en el exterior. Los latidos de su corazón comienzan a acelerarse, y no por la razón que le gustaría.

Su mano se aprieta alrededor de la barandilla hasta que la madera se quiebra y escucha al chico moverse detrás de él y luego, se sobresalta, la mano del menor aprieta su hombro tranquilizadoramente.

—Tal vez simplemente apagué la luz sin darme cuenta, todo estará bien ¿De acuerdo?

—Ok, terminemos con esto, es ridículo.

—Voy tras de ti.

Pero tan pronto como baja las escaleras hacia el pasillo, nota que algo raro. Aquí hace un frío inusual, y un viento helado lo hace estremecer. ¿Ha dejado una ventana abierta? No, él nunca hace eso, como si pudiera permitirse dejar una ventana abierta y drenar la casa de su reconfortante calidez... Siente que Damian mira a su alrededor y se aparta para echar un vistazo al baño de invitados. Todo de la forma en que lo dejó.

—Vamos a ver la cocina. —Susurra y al mismo tiempo se siente tonto por hacerlo.

—Vale. —Responde el menor de la misma forma, siguiéndolo de cerca.

Se siente tan increíblemente estúpido, por que ha estado viviendo en esta casa desde hace casi un año, y le gusta, pero ahora mismo, en este momento, siente que le tiene miedo de una manera en la que aprieta sus intestinos y sus pulmones. El latido de su corazón es tan fuerte en sus oídos y su sangre ruge en sus venas por el miedo. Solo cuando ve manchas oscuras frente a sus ojos se da cuenta de que ha dejado de respirar.

Apenas siente cuando el más alto se mueve y toma su rostro entre sus manos —Tim. Tim. Timothy. —Se estremece, mirándolo como si lo estuviera viendo por primera vez —Déjame ir primero. Estoy seguro de que todo está bien. Y te ves pálido. —La voz lo regresa a la tierra y traga saliva con nerviosismo. Sacude la cabeza.

—Es mi casa. Iré primero. —Sonríe cansinamente —Estoy seguro de que solo estoy... exagerando por todo lo que ocurrió esta noche.

La expresión de Damian se distorsiona más —Lo siento...

—No, no me refiero a eso. Es tarde, ¿No? Mi cabeza simplemente... está dramatizando y–

CRAAAASHHH

Salta casi soltando un grito y los brazos de Damian vuelven a rodearlo. Esta vez, una corriente helada y fuerte atraviesa la casa y se siente como una bofetada helada en la cara. La adrenalina ahora bombea en los dos.

—Eso vino de la sala. —Se apegó más al menor y siente sus dientes chocar —O-o so-solo es... un sue-ño.

—Eso... Mier-da. ¿Eso sig-gnifica qu-qué hay alguien más aq-uí? —Responde con tartajeo y su voz suena tan alta que Tim se hubiera reído si su cuerpo no estuviera congelado por el miedo.

—De-debo de irrr a-a ver. —Dice valientemente. Todo dentro de él grita que gire sobre sus talones y salga de la puta casa para siempre, pero sigue siendo su hogar, y Dios, ¿qué diablos pasa con está noche, cómo pueden suceder tantos eventos en el lapso de unas pocas horas?

Son las tres y media de la mañana, y tal vez el estrés y el dolor entre ellos los han llevado a alucinar... juntos...

—Espe-pera aquí. Iré a... ver.

Entonces ve al más alto fruncir el ceño y rugir —De ninguna maldita manera. —Pero luego estornuda y gracias a Dios lo ha hecho lejos de su rostro.

Y entonces caminan directo a la sala de estar. La puerta que conecta la cocina a la otra habitación está entreabierta; la abre y entra audazmente y todo está oscuro. Así que enciende la luz con dedos temblorosos. Sus ojos escanean la habitación vacía y mira hacia la derecha, a la puerta corrediza–

AHHHHHHHHHHHHHHHH.

❝ Volveré por ti ⌜ ᴅᴄ - ᴅᴀᴍɪᴛɪᴍ ⌟Where stories live. Discover now