Un Corazón Generoso

Capítulo N°41: "Lazos"

Luego de la lamentable pérdida de Sachi, todos sus amigos comenzaban a derramar lágrimas pero Nao sólo se limitaba a observar por la ventana como se avecinaba la noche y pensaba en como Mamorou pudo ser tan frío de corazón al no estar con ellos. De repente Sylvie y Ageha notaron una pequeña brisa fresca que pasaba por sus rostros, levantando el cabello de Sachi. Una extraña pluma de color negro apareció en frente de ellas y la pequeña esclava la reconocía de algun lado.

Mayumi: "Creo que debemos retirarnos. No hay nada que podamos hacer..." Decía la mujer mientras levantaba la sabana y cubría el rostro de su sobrina. En ese momento, Sylvie la detuvo agarrando su mano y Mayumi estaba algo confundida.

Sylvie: "Debemos... esperar un poco más... por favor. Todavía hay algo que debe suceder..."

Mayumi: "¿De que hablas? Ni los doctores pudieron ayudarla. Esto se termino."

Sylvie: "¡Le dije que esperara! Por favor... aún queda alguien que la ayudará." Ella tenía una mirada de preocupación hacia Mayumi y estaba determinada a no dejar que todo termine así nomas.

Aiko: "Sylvie... por qué... Mayumi creo que deberíamos esperar un poco más por favor. Debemos confiar en los demás..."

Mayumi: "Pero... que sucederá con ella." Al sentirse llena de tristeza dejó caer sus cosas y sólo se quedó sentada en una silla.

De repente Aiko sintió un extraño sonido, como si algo o alguien estuviese soltando un par de suspiros así que pidió silencio por un momento y comenzó a buscar de donde provenía tal sonido. Luego de fijarse en cada rincón de la habitación se dio por vencida hasta que al acercarse a Sachi sintió que la pequeña de un solo ojo respiraba lentamente por su nariz, como si estuviera viva pero Mayumi al tomarle el pulso no sintió latidos de ningún tipo. Su corazón se había detenido pero aún respiraba y provocó en la mayoría una gran confusión excepto en Sylvie y Ageha que seguramente sabían lo que estaba sucediendo.

Mientras tanto, en un arranque de ira y una sed vengativa, Mamorou se dirigía hasta la dirección que Joshua le indicó en un pedazo de papel. El joven no era consciente del quizas triste fallecimiento de su pareja y se había concentrado más en vengarla por lo que le hicieron, algo que podría costarle la vida. "¡No permitiré que esos desgraciados sigan libres! ¡No dejaré que lastimen a nadie más!" De repente el cielo comenzaba a resonar con fuertes truenos, señal que indicaba una próxima lluvia. Por cada recorrido que hacia se detenía por unos momentos para recobrar aliento y fijarse en que calle se encontraba, algo difícil ya que se estaba haciendo de noche y dificultaba la visión hacia los carteles.

Joshua se hallaba en la puerta de su casa hablando con uno de sus guardias y luego apareció Ferrum con una sombrilla porque pequeñas gotas de lluvia comenzaban a caer.

Joshua: "Bien les encargo lo que dije. ¡Ferrum! Llegas justo a tiempo. El pequeño mocoso no esta muy lejos así que necesito tu ayuda para traerlo a este lugar..." De repente uno de los mayordomos lo interrumpió mientras traía una hoja de papel.

Mayordomo: "Señor. Mientras estaba limpiando el pasillo, encontré la puerta de la señorita abierta y cuando entre todas sus cosas desaparecieron. Sólo pude encontrar esta nota arriba de su cama. Con su permiso."

Con una cara de confusión, Joshua comenzaba a leer la nota que dejó su hija.

"Estaré fuera de casa por un tiempo aunque de todas formas no notarás si estoy a no estoy, ya que nunca te preocupaste por mi. No te molestes en buscarme porque no volveré y me rehusó a darte explicaciones. Tomé algo de dinero para poder alquilar una pequeña casa y desde este momento me mantendré sola. Adiós..."