¿Crees en Jack Frost?

¿Quién es Jack Frost?

Entro rápidamente a mi habitación, enciendo la luz y corro a mi cama para tomar las dos frazadas que se encuentran al pie de ésta,  me doy la vuelta para apagar la luz pero en lugar de encontrar el encendedor me encuentro con el cuerpo de un chico. Estoy a punto de gritar pero él pone su mano fría sobre mi boca para evitarlo.

    ― Tranquila, no vayas a gritar. Mi nombre es Jack, no voy a hacerte daño; escuché que le decías a aquel pequeño que creías en mí.

    El personaje frente a mi es algo bizarro,  porta una sudadera azul y unos pantalones cafés medio rasgados, su piel es casi blanca al igual que su cabello, aunque éste tiene un ligero toque azulado, pero lo que me resulta mas extraño es que no lleva zapatos aún con el frío clima que hace.

    ―¿De qué rayos hablas? No sé que haces en mi casa, sal ahora mismo ― el muchacho rasca su nuca y me sonríe tímidamente.

    ― Bueno, es que hace un momento le dijiste al pequeño que existe un guardián,  Jack Frost, y que le contarías mi historia, ahora me ves y eso significa que crees en mí.

    Enarco una ceja y continúo mirándole como si estuviera loco.

    ―¿En... ti?

    ― En mí,  soy Jack Frost y por lo que escuché,  tu eres Elena.

    ― Sí

    ― Hola Elena, soy Jack Frost.

    Me tiende una blanca mano, pero yo no la tomo.

    ― De verdad, deja de hacer bromas, sé que no eres Jack.

    ― Elena, en serio, soy Jack, ¿crees en los guardianes,  no?

    Asiento dudosa, no entiendo a donde quiere llegar.

    ― Cuando alguien cree en nosotros, es capaz de vernos y tú crees en mí.

    ―¿Cómo sé que no mientes?

    Saca una especie de hoz de no se donde rayos y retrocedo lentamente unos pasos.

    ―No voy a lastimarte, Elena. Mira.

    Hace un movimiento con essa cosa y lentamente comienzan a caer unos cuantos copos de nieve, él toma uno en la palma de su mano y me lo tiende.

    ― Si fuera tú lo tomaría,  no suelen durar mucho.

    Extiendo temerosa mi mano y él deja que el copo caiga, sin embargo éste se derrite antes de tocar mi mano.

    ― Lo siento, el calor no ayuda mucho ― hace una pequeña mueca y luego se recarga contra la puerta de mi habitación.  ―¿Ahora me crees? No cualquiera hace que neve un poco en tu habitación.

    Me siento en la cama y comienzo a recopilar todo en mi cabeza, ¿podrá ser cierto? ¿es Jack Frost quien está frente a mi?

    ― ¿De verdad eres tú,  Jack?

    ― En verdad lo soy, tú crees en mi Elena, por eso estoy aquí. 

    ―¿No deberías estar en otra parte? ― pregunto ansiosa volteandole a ver, él sonríe y niega, luego se sienta frente a mi con la hoz aún en sus manos.

    ― Probablemente,  pero son pocos quienes creen en mi, así que no hay muchos con quien hablar ― se encoge de hombros y continua sonriendo dulcemente. ―¿De verdad conoces mi historia?

    Asiento timidamente, estoy realmente impactada, aún no puedo creer que esto sea verdad.

    ―¿Cómo la conoces?