Nosotros

892 73 6
                                    

La veo desde el interior del cuarto, lleva al menos una hora ahi afuera conversando con el Hombre de la Luna y no puedo evitar preguntarme si ya sabe quien soy. Desde que la dejé ahi parada no he podido dejar de pensar en ella como un ángel, con sus pies descalzos y camisón blanco se ve como uno. La veo sentarse en el suelo y abrazarse las piernas mientras sus hombros comienzan a moverse hacia adelante y atras, está llorando. Trato de ir a consolarla pero la mano firme de Norte me lo impide.

― Es mejor que la dejes Jack, cuando sea el momento podrás ir.

Asiento y suspiro, quisiera correr hacia ella y abrazarla, desde que abrió sus ojos no he querido despegarme ni un moemento de su lado, tengo meido de que sólo sea un sueño y cuando despierte ella siga postrada en esa cama. Creo que lo que mas me dolió fue que no se acordara de mi, aunque entiendo que es parte de todo esto, pero es como una puñalada, pero en definitiva es mejor que creerla muerta. Después de un rato la veo levantarse y temblar, creo que ya terminó, me pongo de pie y tomo la manta que le traje desde hace un rato, Norte se ha ido desde hace ya bastante tiempo y yo por fin puedo salir al balcon por ella sin que nada ni nadie me detenga.

Cuando salgo ella se da la vuelta y me mira por unos momentos, entonces la envuelvo con la manta sintiendola terriblemente fría bajo mi tacto.

―Gracias ―murmura suavemente mientras entierra su rostro entre sus manos para limpiar sus lágrimas, inmediatamente le tomo por la barbilla y le limpio yo mismo con el pulgar, entonces ella sonríe tímidamente y no puedo evitar sentirme enormemente feliz.

―Hay que entrar, te vas a enfermar si sigues aquí.

La guío hasta su habitación y una vez que está en su cama la cubro con otra manta, le deseo buenas noches y ella me toma la mano ántes de que pueda irme.

―No te vayas ― me dice suavemente sin soltarme.

―¿Necesitas algo?

Elena niega y me sonrie una vez más, mientras el rubor sube lentamente por sus mejillas.

― En realidad, quería hablar un poco más contigo― me siento junto a ella en el borde de la cama y asiento. ―¿Es verdad lo que dijo?

―¿Sobre qué?

Ella sonríe de nuevo y se esconde entre las mantas.

―Sobre tú y yo― lo dice en un tono tan bajo que incluso dudo haber escuchado bien lo que dijo. ―¿Alguna vez hubo un "nosotros"?― pregunta timidamente un momento después.

Suspiro y asiento, trato de contener las lagrimas, últimamente me he convertido en todo un llorón.

―En realidad, yo esperaba que aún existiera.

Ella me mira a los ojos después de un momento y para mi sorpresa me abraza.

―Sólo es cuestión de tiempo― me dice en el oido. ―Dijo que en unos días recordaré todo y entonces volveré a la normalidad.

Le devuelvo el abrazo y por un momento me siento completo, como si todo por fin hubiera vuelto a encajar en su lugar.

-¿Sabes? -pregunta apenada separándose de mi. -Creí que podría ser un poco más rápido si tu me cuentas algunas cosas.

Se deja caer en las almohadas y me voltea a ver.

-¿Qué quieres que te cuente?

Me mira divertida y enarca una ceja, uno de sus gestos más típicos de ella, entonces me doy cuenta de lo mucho que la he extrañado.

-Lo que quieras.

-¿Algo en especial?

Lo piensa un momento y luego asiente.

-¿Podrías contarme como nos conocimos?

Asiento y con una gran emoción comienzo a contarle todo, es como volver a vivir esos maravillosos momentos de nuevo incluso cuando ella no recuerda nada, me hace sentir útil el poder ayudarla un poco.

------------------------------------------------

He escuchado a Jack hablar por un buen rato, me gusta la forma en que su rostro se ilumina cuando está hablando sobre todos esos momentos que pasamos juntos, aunque es un poco extraño escucharlo hablar sobre ellos y no recordar casi ninguno. Jack apagó la luz casi cuando empezamos a hablar con la esperanza de que me quedara dormida, pero escucharlo tan emocionado no me causa sueño si no una sensación de vitalidad.

-¿Tienes sueño? -pregunta al verme bostezar y enseguida se levanta. -Me voy ya, Lena, necesitas descansar.

Por segunda vez en la noche salto sobre él y le tomo la mano impidiéndole irse.

-¿Podrías quedarte conmigo, Jack? -le pido mirándolo a los ojos, el sonríe y asiente, sin embargo ninguno de los dos nos movemos.

-Quiero intentar algo -murmura, yo solo asiento; entonces Jack se inclina hacia mí y cierra los ojos, entonces sus labios se posan sobre los míos una vez más y yo le devuelvo tímidamente el beso.

-Te quiero Lena -afirma separandose brevemente de mis labios para luego volver à besarme sin si quiera darme tiempo de responder.

Instintivamente muevo mis manos y las enredo entre su cabello platinado mientras él sa las suyas sobre mi cintura, nos quedamos unos segundos más así hasta que nos separamos, coloco mi frente junto a la suya y cuando levanto la mirada me encuentro con que sus ojos azules ya me miran atentamente.

-Creo que -pone su dedo sobre mi boca y me impide decir nada más.

-No tienes que decir nada ahora Lena, esperaré todo el tiempo que sea necesario hasta que lo sientas de verdad -acaricia mi mejilla con sus fríos dedos y sonríe. -Yo mismo me voy a encargar de que sea así.

Me besa la mejilla y luego me arropa en la cama, se acuesta junto a mí y juega con mi cabello un rato hasta que por fin se queda dormido.

-Te quiero Jack -murmuro bajito mientras cierro mis ojos.

Despierto entre un enredo de cobijas, cuando abro los ojos me encuentro con Jack quien me está abrazando fuertemente, inmediatamente le devuelvo el abrazo y entierro el rostro en su pecho.

-Todo está bien, Lena.

No puedo evitar seguir sollozando, él me abraza más fuerte y comienza a arrullarme.

-Sólo ha sido una pesadilla, nadie puede hacerte daño.

-Pero él volvió por mi -afirmo con voz ahogada recordando los oscuros ojos de Pitch frente a mi antes de arrastrarme de nuevo a la oscuridad.

-Escuchame, ya te perdí una vez y no voy a dejar que eso vuelva a pasar.

Entonces me da un suave beso que me tranquiliza bastante, la luz de la luna se refleja en él dándole un toque misterioso y hermoso a la vez a su rostro, sus ojos azules me resultan increíblemente hermosos y entonces entiendo porque estoy enamorada de él, no es sólo por su físico si no por lo mucho que le importo y por lo dulce que es. Él es simplemente perfecto.

-Te quiero, Jack -afirmo suavemente mirándolo a los ojos. -No se cuándo ni por que, no sé cómo sucedió pero estoy segura de que siempre te quise y siempre lo haré.

Sus ojos azules se llenan de lágrimas y me abraza de nuevo.

-También te quiero, Lena. Como no tienes idea.

¿Crees en Jack Frost?Where stories live. Discover now