Oscuridad

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El suave murmuro de la lluvia golpeando contra el cristal del balcón me arrulla con suavidad, Jack me dejó en casa hace unos minutos y estoy en mi cama tratando de dormir pero no puedo, me falta algo y sé que ese algo es Jack, supongo que en poco tiempo me he acostumbrado bastante a su presencia y a que duerma a mi lado. Poco a poco comienzo a cerrar los ojos, el cansancio comienza a aplastarme lentamente y por fin me dejo arrastrar por él.

― Lena ―la suave voz de Edmund me despierta, abro los ojos y me encuentro con su pequeña carita frente a la mía. ―¿Puedo dormir contigo? Tengo miedo.

―Claro Ed, ven acá ― retiro las cobijas a mi lado y lo ayudo a subir a la cama, abrazo a mi pequeño hermano y nuevamente me quedo dormida sintiendo su pequeño cuerpecito entre mis brazos.

La oscuridad es infinita, no sé en donde estoy ni quien soy, creo que hay alguien conmigo pero no estpy segura, vacío, negro, todo comienza a consumirme lentamente, quiero gritar pero no puedo, quiero correr pero no siento mis piernas, quiero abrir los ojos pero es como si estuvieran sellados permanentemente.

Siento como si ese infinito se convirtiera en algo pequeño, precario, un lugar sin salida en donde ni si quiera me puedo mover. Entonces siento el aliento frío de alguien o algo que me hiela la sangre. Quiero correr, quiero que todo esto acabe, ya no puedo más con ésta terrible sensación de terror. Ese algo comienza a susurrar en mi odio pero sus palabras son ininteligibles, mas bien son ruidos, algo entre un gruñido y un graznido, una combinación horrible. Hago mi mejor intento y sigo sin poder moverme, quiero gritar y justo cuando estoy a punto de emitir un sonido una especie de mano cubre mi boca, esa mano es algo babosa y extraña, se siente como la serpiente que alguna vez Edmund me hizo sostener...

¡Edmund! Mi desesperación crece, estoy segura de que mi hermano estaba conmigo pero no sé en donde está, trato frenéticamente de deshacerme de esa cosa pero no logro nada, sigo luchando y comienzo a sollozar, necesito emcont encontrar a mi hermano, se supone que yo debo cuidar de él, ¿dónde está?

Me incorporo de golpe en la cama, siento el sudor y las lagrimas recorriendo mi rostro y no puedo evitarlas, comienzo a buscar frenéticamente en la cama a mi hermano menor pero no está ahí, salto con rapidéz y tropiezo con algo blando que me hace caer al suelo, volteo y me encuentro con Jack, está tirado boca abajo, está inmóvil y ni si quiera se queja cuando lo golpeo sin querer.

― Jack ― susurro su nombre con temor y no recibo repuesta.

Me siento a su lado y trato de moverlo pero es muy pesado para mi, levanto su rostro y lo beo mucho mas pálido de lo habitual, su respiración es a penas perceptible.

― Jack, vamos Jack, dime algo.

El pánico me invade y sollozo aún más fuerte, de alguna manera logro medio incorporarlo y abrazo su cuerpo con cuidado, paso mis manos por su cabello y por sus mejillas pero él no me responde.

― Elena querida, deberías dejar la basura en su lugar, ya no son útiles esas cosas.

La fría voz a mi espalda me sobresalta y me toma por completo desprevenida.

― No vuelvas a llamarlo así en mi presencia jamás ― le digo después de un rato. ― Jack no es una basura.

― Es simple terminología, está muerto que es casi lo mismo ― su tono burlón y arrogante finalmente hacen que explote, dejo a Jack con cuidado en el suelo y me incorporo para enfrentar al Rey de las Pesadillas, la cosa mas cruel de éste mundo.

―¿Tu que puedes saber sobre él? Jamás haz estado vivo ― me detengo frente a él y lo miro de la forma mas amenazante que soy capaz, ya no le tengo miedo. ― Tú no sabes lo que es ser feliz, lo que es divertirse ni lo que es amar. Estás sólo Pitch y es algo que nunca va a cambiar.

En un momento me tiene sostenida por la garganta, mi cabeza da un buen golpe contra la pared pero no siento dolor.

― Vamos, no puedes enijarte porque te diga la verdad Pitch, ambos sabemos que tengo razón.

Su agarre se vuelve mas fuerte y luego se afloja hasta dejarme caer al suelo.

― Tienes razón, ¿pero sabes qué? ―hace una dramática pausa y me mira divertido. ― yo ya no estaré sólo, tú mi querida, irás conmigo.

Se acerca a mi, demasiado cerca para mi gusto de hecho, siento el frío de su cuerpo pero no es como el de Jack, éste me inspira temor y sin embargo me mantengo firme.

― Eso ni en tus mejores pesadillas ― le digo furiosa, pero él sólo ríe.

― Cuenta con eso querida. Ahora bien, ¿quieres salvar a tu pequeño Jack?

Se pone en cuclillas a su lado e inmediatamente voy hacia ellos para tratar de alejarlo.

― No seas agresiva Lena ― me reprime, su voz tiene un toque de sarcasmo que me desespera. ― Si quieres que tu querido Jack viva tendrás que venir conmigo.

―¿Qué? ― replico estupefacta.

― Es sencillo, si tú vienes conmigo yo me aseguro de que sus amigos lo encuentren y viva.

―¿Y si no lo hago qué? ― le pregunto con la cabeza en alto, no estoy dispuesta a ceder ante sus caprichos.

― Entonces nadie se da cuenta del pequeño incidente y tu amado Jack muere en tus manos.

Sus palabras me aplastan como un bloque de cemento, por un momento siento que me falta el aire y mi visión se vuelve borrosa. No quiero darle a Pitch lo que quiere pero tampoco puedo dejar que Jack muera.

― Tic toc. El tiempo avanza y tu no decides nada Elena, Si yo fuera tú lo haría antes de que fuera muy tarde.

Cierro los ojos un momento, luego le doy la espalda a Pitch y me agacho para darle un último beso a Jack, paso una vez más mi mano por su cabello esperando nunca olvidar su tacto y entonces me incorporo y volteo hacia Pitch.

― Buena elección Elena, ven aquí.

Me tiende su mano y con mucha inseguridad y un miedo terrible la tomo, trato de convencerme de que es lo mejor para Jack, pero también tengo miedo de que me mienta y todo sea en vano.

― Bienvenida, Reina de las Pesadillas.

Murmura Pitch en mi oído, entonces, súbitamente todo se sume de nuevo en la oscuridad.

Lamento haber tardado tanto pero no había tenido tiempo de escribir, espero que les guste el capítulo ;) -Izzy

¿Crees en Jack Frost?Where stories live. Discover now