||Las hermanas Schuyler||

3.8K 501 953
                                    

Todos seguían riendo a carcajadas, burlandose de la humillación que le habían dado a Burr, mientras hacían eso Alexander no dejaba de ver a una de ellas que le provoco un leve sonrojo en cuanto la vio.

—Oh vamos Burr, ya debes dejar de pensar en que Angelica te hará caso algún día. Todos aquí sabemos que— Lafayette puso una sonrisa orgullosa —Yo le gusto— bromeó y se arreglo la coleta

—No, yo le gusto— bromeó tambien Mulligan

—Claro chicos, lo que digan. Ella no se fijaria en esta mesa ni aún que la cafetería estuviese llena— aclaro Laurens

Todos en la mesa lo abuchearon —Negativo— le dijeron todos al unísono

—Quizás sea porque estas celoso, tranquilo Laurens, con suerte Peggy se fija en ti— bromeó Lafayette después de soltarle una carcajada

—Ninguna de ellas me interesa—

—Disculpen— interrumpió Alexander

—Con confianza Jamón— bromeó Burr

—Sí, yo…tengo una duda— Lo miraron atentó —¿Cual es…la posibilidad de que una de ellas…se fije en alguien como yo?—

Todos lo vieron sorprendidos, sin comentarios hasta que a Laurens se le salio una pequeña risa de cerdito, eso hizo que todos estallaran en risa.

—Que maduros—  dijo serio Alexander

Ninguno podía responderle por las risas que no podían parar

—Burlense, yo voy a conquistar a una Schuyler— Eso hizo que rieran más

—¡Quiero ver que lo intentes!— exclamó entre risas Lafayette

—Ya lo verán— Se levanto de su asiento y busco con la mirada la mesa de las hermanas

Sus amigos lo miraban atentamente conteniendo la risa esperando escuchar alguna cachetada de parte de aquellas.

Alexander encontró la mesa y fue con ellas —Hola— saludó nervioso

Ni siquiera lo voltearon a ver, seguían con lo suyo

—Disculpen— volvió a insistir pero seguían si voltear, volteó a ver por unos instantes a sus compañeros los cuales ya tenían la cara casi roja por aguantar la risa. Suspiro pesado y volvio a insistir —¿Las hermanas Schuyler? Un gusto—

La menor volteó a verle —No queremos verte— le saco la lengua

Mientras que las otras no se volteaban porque estaban sonrojadas y riendo por lo bajo

—Disculpa ¿Cual es tu nombre?— Ante todo la cortesía

—Me llamo Queteim Porta Schuyler— contesto la menor frunciendo el ceño

La chica de cabello negro decidió voltearse ya, aún estaba sonrojada pero quería tener el valor de verle —Peggy, no seas grosera—

La mencionada suspiro fastidiada y asintió con la cabeza —Pero no le voy a quitar la mirada de encima— en un dos por tres su cara de enojada cambio a una sonrisa tierna y se levanto —Voy por más helado— Salió de ahí

—Disculpa a mi hermana, es alguien algo enojada— sonrió levemente

—No importa, estaba desesperando— Se rasco la nuca —Y tú eres…—

—Mi nombre es Eliza, un gusto conocerte— estrecho su mano

La otra hermana, la que parecía ser la mayor se volteó algo seria —¿Que pretendes?— se cruzo de brazos —Sabemos que vienes de la mesa de los "rebeldes"— hizo comillas con sus dedos

—La verdad señorita…— lo interrumpió la contraria

—Angelica Schuyler Church— Aclaro

—Si, dejame explicarte, soy nuevo, mi nombre es Alexander Hamilton y e empezado a familiarizarme con ellos debido a que no conozco a nadie aquí si a penas es el primer día,—

—Vamos Angelica, no pudes juzgarlo solo por ser amigo de Burr— la tomo del brazo

—Burr es un tonto— llego Peggy con helado en mano —Y el no me da buena espina—

—Eso lo aclararemos mientras pasen los días, a ver si no eres sucio como todos tus "nuevos amigos"— hizo comillas con sus manos

—¿Eso significa que…?— preguntó confundido

—Que puedes ser nuestro amigo— dijo feliz Eliza

—Oh ya, es un gusto ser amigo de las hermanas Schuyler— sonrió

—Ya lo veremos— La mayor se fue de ahí —Vamonos chicas— la pequeña la siguió

—Las alcanzo luego…— vio a Alexander —Te vez buen chico, nos vemos luego— y sin más se fue

Alexander estaba algo sonrojado y sorprendido por lo que paso. Fue a su mesa con una sonrisa orgullosa y valio la pena ver a sus compañeros con la boca abierta

—¿Que decían?—  Se acomodo el sueter mientras se recargaba en su propia silla —Supongo que lo que me falta de altura lo tengo de encanto— bromeó

Pero nadie le respondió todos estaban simplemente sorprendidos

—¿Como demonios lo hiciste?— preguntó Mulligan

—Se le llama ser cortez, les daré clases los jueves, no cobro mucho—

—Debemos admitir que nos haz sorprendido, espero que nos logres reservar a las dos hermanas restantes— bromeó Lafayette

La campana sono y estos se levantaron de sus asientos para ir a su siguiente clase.

Alexander también estaba sorprendido de lo que paso, jamás había llegado a ser amigo de una chica, se le hacía raro.


Another day in my "amazing" high school | Hamilton AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora