5. Este Es Un Plan...

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«¡Por favor, no me abandones así!»

Twilight gruñó con fastidio al escuchar esa voz nuevamente. Hacia ya una semana que había llegado al pueblo de Starlight, los habitantes eran desconfiados al inicio, pero al saber que también había sido traicionada por Celestia se portaron muy amables con ella.

Gracias a la magia curativa de Lyra, su cuerpo se recuperó bastante rápido, además de la ayuda extra que le proporcionaba aquella voz en su mente a la cual ya se había acostumbrado. Después de sentirse mejor, decidió ayudar en el pueblo como muestra de su gratitud. Pero hacia dos días desde que había comenzado a escuchar esa segunda voz que repetía las mismas palabras y empezaba a perder la paciencia.

“Oye, ¿estas bien?”

—No, no lo estoy. ¿¡De donde demonios es esa segunda voz que escucho!? — Gruñó colocando la madera que utilizaría para tapar el agujero en el techo.

“Esa voz es el elemento de la armonía, al parecer no acepta romper el vínculo contigo.”

—¿Cómo la silencio?

“En el libro que te dio Starlight, ahí encontrarás una solución.”

—Gracias, buscaré en ese libro cuando termine aquí. — Rebuscó alrededor. —¡Oh, maldición! Deje los clavos abajo.

—¿Necesitas ayuda? — Preguntó una voz.

Twilight bajo su mirada para encontrarse con Indigo Zap que sostenía la bolsa con clavos en sus manos. Sin esperar respuesta, la peli aciano subió las escaleras hasta estar al lado de la peliazúl.

—Gracias. — Tomó la bolsa. —¿Podrías sostener la madera mientras la clavo? — Dijo. Indigo asistió tomando la madera.

—Así que... ¿Eras el guardián del elemento de la magia? Creí que esas cosas eran un mito.

—Yo también lo creía, pero al parecer Celestia me preparó para ser el portador de dicho elemento. — Su ceño se frunció. —Aunque los elementos se equivocaron al elegir a sus guardianes, esas chicas son peores que la villanos y yo ya no seré el títere al que maltratan cuando se les venga en gana. — Golpeó el clavo con demasiada fuerza. —¡Sólo me usaron para su maldito beneficio y cuando ya no les servía me botaron como la basura de ayer!

—Wow, tranquila. — Indigo colocó sus mano en el hombro de la ojimagenta. —No dejes que la rabia nuble tu juicio.

“Deberías hacerle caso. Tú eres mejor que eso.”

—¡Ah, esta bien! — Se resignó inhalando varias veces. —Tienes razón, si me dejó llevar seguramente iré a Canterlot a intentar vengarme y saldré perdiendo. Me duele admitirlo, pero no soy la persona más atlética.

—Eso se puede arreglar. — Alegó Indigo. —Entrena conmigo y los demás Shadowbolts y te aseguró que obtendrás una excelente condición física.

—Eso estaría bien. Necesito mejorar mi condición si deseo tener alguna oportunidad contra los elementos, el capitán, una princesa y un príncipe.

—Me gusta tu actitud, creo que podíamos ser grandes compañeros de batalla.

—¿Compañeros de batalla?

—La amistad es sólo una inútil mentira que inventó el destino para evadir la soledad. — Comentó Indigo soltando la tabla ya clavada en su sitio. —No te ofrezco algo que no existe, pero te ofrezco cuidar tu espalda y que tu cuides la mía. Mira el lugar, todos somos compañeros de batalla, nos apoyamos para salir de la pesadilla a la cual fuimos sentenciados por cometer algún error.

Dulce Venganza.Where stories live. Discover now