15. Fragmentos: Inferno. Parte III.

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Sour Sweet salió del trance, sus ojos se ensancharon en horror al ver como el soldado caía al suelo, con una gran herida en el torso. El miedo nubló su juicio y acabó lastimando a la persona que la salvó de una inminente muerte.

Con el pánico a flor de piel, se acercó al soldado, girándolo sobre su espalda para determinar el nivel de daño sufrido.

Jadeo con temor al comprobar que, era una joven de menos de quince años, con un inquietante parecido físico al tipo que asesinó a su padre, abusó y mutiló a su madre.

—E-Estoy bien … no te preocupes —logró decir la chica de cabello azúl. —Esto no es nada —musitó, poniéndose de pie con un poco de dificultad. Ignoró la sangrante herida desde su abdomen hasta su hombro izquierdo. —Si eres civil, ve a la zona sureste del pueblo, ahí estarás a salvo. Si eres un rebelde, ayuda a evacuar a los sobrevivientes y busca heridos —recitó lo que había dicho a muchos más anteriormente.

—Sour Sweet, soldado rebelde —se presentó. Dejando las disculpas para después de salir de ese infierno. Se agachó, recogiendo sus nunchakus.

—Bien, Sour, ¡ven conmigo! —sentenció. —Debes de haber más personas en el noreste, planeaba ir yo sola … pero me temo que no estoy en mi capacidad al cien —murmuró lo último, llevando su mano derecha a la gran herida, la sangre la empapó casi de inmediato. —¡Vamos!

Sour se limitó a asistir, avergonzada de haber lastimado un soldado enemigo dispuesto a ayudarles. Ambas se abrieron paso por los pequeños grupos de soldados de la Guardia Real, dejándolos fuera de combate y sacando a los habitantes del pueblo que serían llevados como prisioneros.

La oji índigo observó con fascinación como la peliazúl usaba hechizos de elemento combinados con la espada. Era un tipo de estilo de lucha muy poco convencional, pero realmente efectivo.

Desconocido para cualquier mago … excepto para los estudiantes personales de la princesa Celestia. ¿Acaso esa chica era estudiante de Celestia? No, era imposible.

En primer lugar, la chica vestía el uniforme estándar de un cabo común y corriente color azúl, además de estar ayudando a los rebeldes. Según tenía entendido, los alumnos de la gobernante, vestían la ropa oficial; un ostentoso uniforme de color verde negro.

Echando un vistazo más de cerca, Sour notó que la menor poseía un pequeño símbolo en la manga izquierda del uniforme. El símbolo le resultaba muy familiar. ¿Dónde había visto ese símbolo antes?

Casi tropezó cuando un recuerdo, en particular, cruzó por su mente. Las cartas de Dæjhk-Uhr eran firmaban con ese mismo símbolo; todo cuadró en ese instante.

La única forma de que alguien pudiera tener información tan clasificada al alcance de su mano, era teniendo contacto directo con la Princesa.

La chica que corría y luchaba a su lado, la persona con la se Sunset se comunicaba a través de cartas, a quien ella hirió y, con quien no se había disculpado todavía; era el estudiante personal de Celestia.

Por instinto, su cuerpo se movió por si sólo, lanzado un poderoso golpe con uno de sus nunchakus hacia el costado derecho de la peliazúl. La chica a penas pudo esquivar el ataque, claramente no esperado.

—¡¿Qué creés que estás haciendo?! —vociferó, deteniéndose en su frenética carrera, para mirar con furia a la oji índigo. —¡¿De qué lado éstas?!

—Eso mismo te pregunto a ti. Eres estudiante personal de Celestia, ¿no? —respondió, sosteniendo su dirá mirada sobre los magenta del menor. —¿Cómo sé que no me estás guiando a una trampa?

Dulce Venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora